La marcha inmaculada del líder e invicto Gualeguay casi sufre un tropezón
de novela ayer en el enfrentamiento ante Salud Pública por la 5ª fecha del
Torneo Oficial. Con mucho público en la cancha y una jornada primaveral, desde
el mismo inicio del match, el conjunto dueño de casa dejó en claro que no iba a
ser uno más en la lista de equipos goleados por este Gualeguay recargado,
modelo 2018, que tiene talento y jerarquía individual para hacer dulce.
Lógicamente que jugar por abajo y a un toque en el fantástico césped del
“Nelson Mariani” no es lo mismo que hacerlo en otros reductos futbolísticos de
nuestra ciudad, donde se necesitan dos o más movimientos para controlar el
balón, lo cual beneficia al equipo que marca y le imprime intensidad a la
recuperación del balón y perjudica a los que desean generar juego asociado. Con
el discurso claro de su entrenador Daniel Lubo, Salud Pública planteó muy bien
el partido, asfixiando a un elenco “gualeyo” que no tuvo en su mejor sintonía a
los jugadores que pueden hacer la diferencia, tales como Gonzalo Ramírez,
Walter Cuder y Marcelo Estigarribia, quienes mostraron sus grandes virtudes de
manera discontinua, sin lograr imprimir su impronta en beneficio del equipo y
el desequilibrio que cada uno puede ofrecer.
Uno de los jugadores más
regulares del equipo auriazul como Gastón Segovia tampoco pudo imponerse,
aunque jugó un muy buen primer tiempo pero pasó casi desapercibido en los 45
minutos finales. La presión alta de recuperación que ejerció “Salucho” le dio
réditos importantes promediando el período inicial, porque el “Sapito” Ramírez
(jugando en una posición bastante más retrasada que la habitual), quiso salir
gambeteando rivales desde el fondo y luego de superar a dos hombres albicelestes,
el tercero (Joel Heredia) le pellizcó la pelota y la cedió para Pablo López (ex
ADEV), quien con mucho oficio y frialdad definió al segundo palo de José Luis
Castellano que había salido a achicar. Fue “clink caja” para Salud Pública, que
a partir de ahí se resguardó en su campo para intentar salir rápido de
contragolpe y le dejó la pelota a Gualeguay, que a pesar de todo su empeño no
logró la profundidad necesaria como para conseguir el empate. La defensa del elenco
local se mostró muy concentrada y le cerró los caminos al equipo de Claudio
Walser, a pesar de que contó con remates de Estigarribia y Cuder que bien pudieron
terminar en gol.
Además, el elenco auriazul tuvo varias chances a través de
pelota parada, pero no pudo concretar. En “Salucho” hay que destacar la
solidaridad de sus jugadores, que se sacrificaron por el equipo, dejando todo
en cada sector de la cancha para impedir que prosperen los circuitos
futbolísticos del “Gualeyo”. Los puntos altos estuvieron en Lucas Garay,
Nicolás Redruello, Mario Castaño, Pablo López y Joel Heredia (llegado hace muy
poco al club, su padre Eduardo es de Villaguay y el chico jugó en UAI Urquiza).
Mientras que en la vereda de enfrente fueron importantes las labores de “Tito”
Segovia, “Coqui” Andino y “Papucho” Vera. El inicio de los segundos 45 minutos
no ofreció mayores variantes, salvo que a los pocos minutos de iniciado el
complemento, Gualeguay se quedó con diez por la expulsión de Leonardo Agustini
por una agresión a un rival. Mientras el conjunto visitante continuó
presionando para empatar y su DT puso “toda la carne en el asador” al sacar a
Lisandro Velázquez, haciendo ingresar al “Toro” Jonathan Pérez y mandando a
Carlos “Papucho” Vera a colaborar en el frente de ataque.
Amén de la falta de
claridad y eficacia para penetrar en posiciones ofensivas, otra señal de que no
era la tarde de Gualeguay fue que un ratito después se quedó con nueve
jugadores tras la expulsión de Nicolás Camacho. “Salucho” tenía servido en
bandeja el exquisito manjar de lograr un triunfo memorable derrotando al
puntero del campeonato y además sacarle el invicto. Pero no pudo darse el gusto
de sentarse a comerlo, porque falló en la definición de las jugadas en las
cuales podría haber convertido el segundo tanto y el elenco del “Lejano Oeste”
no cejó en su empeño por torcer el destino que parecía haberse vuelto en su
contra. Continuó atacando fundamentado en el corazón, teniendo como abanderado
al “Sapito” Ramírez y de tanto buscar llegó a la igualdad. Fue a través de un
penal que cometió Castaño, tras tocar la pelota con la mano en el área. Con su
reconocida capacidad, “Chelito” Estigarribia convirtió el empate y luego, ya en
los minutos finales, Gualeguay lució más entero a pesar de los dos hombres
menos, hasta que llegó la expulsión de Castaño (Salud Pública) y las fuerzas se
equipararon un poco.
Fue el momento para el ingreso de Jonathan Mendoza en el
equipo local, quien con un amplio repertorio de buenos movimientos, colaboró
para llevar a “Salucho” hacia adelante. La parcialidad albiceleste pidió penal
contra Alexis Asselborn, pero no lo juzgó así el árbitro Mario Ríos. En la
última del partido, Gonzalo Ramírez desde muy buena ubicación, cabeceó hacia
abajo (como dicen los manuales), la pelota picó y se elevó por sobre el
travesaño cuando podría hacer sido el gol de la victoria. Telón final para un
espectáculo excelente, Salud Pública cumplió una destacada labor en la
contención de un elenco con tantas y ricas variantes ofensivas como el
“gualeyo”, estuvo al borde de pegar el gran “batacazo” y quizás le faltó
audacia para ir a buscarlo. Por su parte, el equipo del “Lejano Oeste” sacó a
flote un partido que parecía perdido, salvando la punta de la tabla y el
invicto en un enfrentamiento que encendió las luces de alarma y que le
permitirá sacar conclusiones de cara al futuro.
Foto 1: El penal ejecutado por Marcelo "Chelito" Estigarribia se convierte en el 1 a 1.
Foto 2: El ingreso de Jonathan "Toro" Pérez revitalizó al equipo gualeyo.
Foto 3: Gonzalo "Sapito" Ramírez, desequilibrante en Gualeguay.
Foto 4: Jonathan Mendoza maniobra ante Fabián Allende.
Foto 5: Fabián Garay defiende la pelota ante el asedio de Nicolás Camacho.
Foto 6: Walter Cuder hace pasar de largo a Lucas Garay.