Cuando yo nací fue justo en 1a época que interrumpían la democracia que tanto había costado organizar.
No obstante, la educación aún no estaba contaminada, nos ensañaron que lo más importante era el nacimiento de la Patria. Veíamos a un hombre con uniforme militar impecable paseando con su dama y lo admirábamos como un heredero del gran libertador San Martín. Veíamos al maestro y lo imaginábamos un sucesor del maestro de los maestros, Domingo Faustino Sarmiento. Estudiábamos Instrucción Cívica, leíamos el Preámbulo, sentíamos el mayor respeto por el primer magistrado, por su investidura para nombrarlo "Excelentísimo Señor Presidente de la Nación".
No obstante, la educación aún no estaba contaminada, nos ensañaron que lo más importante era el nacimiento de la Patria. Veíamos a un hombre con uniforme militar impecable paseando con su dama y lo admirábamos como un heredero del gran libertador San Martín. Veíamos al maestro y lo imaginábamos un sucesor del maestro de los maestros, Domingo Faustino Sarmiento. Estudiábamos Instrucción Cívica, leíamos el Preámbulo, sentíamos el mayor respeto por el primer magistrado, por su investidura para nombrarlo "Excelentísimo Señor Presidente de la Nación".
El maestro era la persona respetada, no sólo por los alumnos sino por la sociedad, y estaban obligados a dar el ejemplo.
Así fueron pasando los años, se fue generalizando injustamente, porque metemos en la misma bolsa: los militares destruyeron 1a democracia, perdieron una guerra por ineficientes y se involucra a todos los militares; los políticos son unos corruptos que fundieron el país, y se involucra a todos; los maestros son unos vagos, se pasan haciendo paros y cada vez se aprende menos: también entran en la misma rueda; los sindicalistas son unos ladrones que se vuelven millonarios con los aportes de sus afiliados.
Lamentablemente, y también reconozco mea culpa, los ciudadanos honestos que son una mayoría no se han querido involucrar para ocupar los lugares donde se decide la marcha de las instituciones. Dejamos libres los lugares para que los ocupen corruptos, incapaces, embaucadores, explotadores de la pobreza, sumada a la ignorancia y desnutrición.
Tenemos como resultado un país en decadencia, mirándonos el ombligo y nos hacen creer que lo más importante es mantener nuestra tradición e impedir la extranjerización, escuchamos permanentemente 1as canciones manifestando la injusticis, la explotación, 1a miseria, de los muertos por abandono, por los sin techo, y por tantas miserias más.
¿Esto es la tradición? Dejemos de mirar el pasado, tomémoslo como ejemplo de todo lo que se hizo mal, imitemos a los países que progresan, despojémonos de prejuicios, probemos hacer algo distinto; capacitación, inversión productiva, trabajo productivo, vivienda digna, agua potable, poblar el país con argentinos, no necesitamos importar gente. Empecemos por nuestra libertad = trabajo digno, educación adecuada, salud publica de calidad.
En nuestro querido país hay gente capaz. De una vez por todas pongamos manos a la obra, dejemos la comodidad, pensemos que nuestros próceres se jugaron la vida por la patria.
Así fueron pasando los años, se fue generalizando injustamente, porque metemos en la misma bolsa: los militares destruyeron 1a democracia, perdieron una guerra por ineficientes y se involucra a todos los militares; los políticos son unos corruptos que fundieron el país, y se involucra a todos; los maestros son unos vagos, se pasan haciendo paros y cada vez se aprende menos: también entran en la misma rueda; los sindicalistas son unos ladrones que se vuelven millonarios con los aportes de sus afiliados.
Lamentablemente, y también reconozco mea culpa, los ciudadanos honestos que son una mayoría no se han querido involucrar para ocupar los lugares donde se decide la marcha de las instituciones. Dejamos libres los lugares para que los ocupen corruptos, incapaces, embaucadores, explotadores de la pobreza, sumada a la ignorancia y desnutrición.
Tenemos como resultado un país en decadencia, mirándonos el ombligo y nos hacen creer que lo más importante es mantener nuestra tradición e impedir la extranjerización, escuchamos permanentemente 1as canciones manifestando la injusticis, la explotación, 1a miseria, de los muertos por abandono, por los sin techo, y por tantas miserias más.
¿Esto es la tradición? Dejemos de mirar el pasado, tomémoslo como ejemplo de todo lo que se hizo mal, imitemos a los países que progresan, despojémonos de prejuicios, probemos hacer algo distinto; capacitación, inversión productiva, trabajo productivo, vivienda digna, agua potable, poblar el país con argentinos, no necesitamos importar gente. Empecemos por nuestra libertad = trabajo digno, educación adecuada, salud publica de calidad.
En nuestro querido país hay gente capaz. De una vez por todas pongamos manos a la obra, dejemos la comodidad, pensemos que nuestros próceres se jugaron la vida por la patria.