Piropo viene de "pyropus", una piedra preciosa de color granate, intenso, similar al rubí. El rubí, justamente, simboliza el corazón y es la piedra que los hombres le regalaban a sus mujeres para gratificarlas. Hablamos de cientos de años ya, de una tradición que empezó como galantería y hoy agoniza. Según dos estudios a los que accedió Clarín, la mayoría de los hombres ya piensan dos veces antes de soltar un piropo. Y los que piropean prefieren que sea a mujeres de su círculo íntimo, con las que tiene confianza y trato cotidiano. Es una nueva era, que se ve sobre todo en las personas más jóvenes.