Pablo Varán, Juan Lafourcade y Mariana Cannellotto hablaron anoche sobre los diversos beneficios que genera el tratamiento en cámara hiperbárica. |
Desde esta semana, el Sanatorio Americano cuenta con una cámara hiperbárica: un dispositivo especialmente acondicionado para suministrar oxígeno a una presión superior a la atmosférica normal, que aporta beneficios para el tratamiento de numerosas afecciones: cefaleas y migrañas, fatiga crónica, traumatismos deportivos, heridas, fibromialgia, parálisis facial, úlceras y pie diabético, accidentes cerebro-vasculares (ACV), esclerosis múltiple, mal de Parkinson y colon irritable, entre muchas otras. En todos los casos, el oxígeno se transporta a la sangre y logra alcanzar los tejidos dañados para acelerar el proceso de recuperación en numerosas patologías.
La novedad fue presentada anoche por medio de una conferencia de prensa y luego una reunión con médicos de la ciudad en el Gran Hotel Villaguay, por parte de Juan Lafourcade, presidente del Sanatorio; Pablo Varán, director de BioBarica, la empresa que provee los equipos; y Mariana Cannellotto, la directora médica de esa firma.
Entre otros aspectos, recordaron que el tratamiento de medicina hiperbárica no es nuevo sino que tiene más de 200 años de desarrollo y está respaldado por numerosos trabajos de investigación. Pero no es aún demasiado masivo, por diversas causas. «No se enseña tanto en la Facultad, salvo en algunos posgrados, y no hay muchos médicos que lo conozcan», indicó Mariana Cannellotto, aunque confió en que esa situación va a tender a revertirse en el futuro cercano, a medida que se difundan los buenos resultados de la técnica y se incorporen más equipos en sanatorios y otros centros médicos.
Varán agregó que las nuevas cámaras ya no parecen «submarinos de hierro» difíciles de instalar, como las de otros tiempo, sino que «son livianas, transportables e incorporables a cualquier sanatorio o consultorio profesional. Este avance, según sostuvo, facilitará su masificación, aunque «el camino será largo y lento porque el ámbito médico no está todavía familiarizado con esta tecnología».
La cámara hiperbárica del Sanatorio Americano es la tercera que se instala en la provincia. Las otras dos están en Concordia y en Concepción del Uruguay.
«Relajante y placentera»
Cannellotto, Varán y Lafourcade aclararon anoche que las cámaras hiperbáricas pueden utilizarse incluso con personas claustrofóbicas. «Además de poseer diez ventanas y una ventilación constante, tienen ambiente amplio y cómodo y un sistema de válvulas de apertura y de cierre rápido que pueden ser manipuladas por el propio paciente», describe el sitio web de BioBarica.
Aclara además que «las sesiones deben ser relajantes y placenteras», al punto de que se puede entrar con «ropa cómoda, sin calzado y con los elementos como almohadas, mantas, música o libros». Se aconsejan entre 2 y 6 sesiones por semana, por lo general de 60 minutos cada una.
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Las cámaras han evolucionado mucho en los últimos años. El tratamiento es relajante y placentero. |
Cuáles son los beneficios
En la página web de BioBarica se describen los numerosos beneficios que aporta el tratamiento hiperbárico: entre otros, aumenta la oxigenación en todos los tejidos, incluso los que están dañados; tiene efectos antiinflamatorios a partir de la vasoconstricción; estimula las células que producen colágeno; fortalece la respuesta inmunológica; incrementa el flujo sanguíneo, sobre todo en tejidos mal irrigados; tiene acción bactericida y bacteriostática; acelera los tiempos de cicatrización en heridas; favorece la desintoxicación de gases y toxinas; acelera los procesos de rehabilitación en lesiones de ligamentos, huesos, articulaciones o músculos; estimula la diferenciación de las células formadoras del hueso favoreciendo la osteogénesis y reparación ósea; disminuye síntomas relacionados con depresión, ira, tristeza o fatiga; interviene en la regulación del estrés oxidativo; reduce la fatiga muscular; y aumenta la energía a nivel celular.
Ahora bien: la propia empresa deja en claro que el tratamiento hiperbárico «no es una cura» sino sólo que «acelera los tiempos de recuperación y alivia determinados síntomas, dependiendo de las patologías».