Hace dos
semanas, el Jockey Club de Gualeguay visitó nuestra ciudad para enfrentar a Los
Halcones de Parque por la 4ª fecha del torneo de primera división que organiza
la Unión Entrerriana de Rugby. Diario EL PUEBLO charló con Juan Sánchez Souto,
DT del equipo del sur entrerriano, que tuvo una destacada trayectoria como
jugador del Club San Cirano, participando en los torneos que realiza la URBA
(Unión del Rugby de Buenos Aires), los más importantes a nivel nacional.
¿Cómo están
desarrollando la actual campaña en el torneo entrerriano?
Venimos muy bien, tuvimos un gran año e hicimos una pretemporada muy
fuerte. Para cerrarla concretamos un viaje a Huracán de Carlos Casares (Pcia.
de Buenos Aires), donde realizamos ocho partidos amistosos. En el torneo entrerriano
jugamos cuatro partidos ganándolos a todos. Además tenemos un plantel muy
numeroso, con 35 jugadores fichados, esperemos que podamos seguir por la buena
senda.
Notamos que
poseen muchos jugadores jóvenes, esto habla de una buena promoción de nuevos
valores desde inferiores rumbo a primera división.
Sí, nosotros arrancamos con este proyecto en el 2016, cuando empezamos a
entrenar fuerte. Trabajamos con una base de 25 jugadores, que están con
nosotros desde que arrancamos. Muchos de ellos ya habían disputado varios
torneos en categoría juveniles y otros se han ido sumando, a pesar de que
algunos de ellos nunca habían jugado al rugby pero han tomado las cosas con seriedad
y aprendieron mucho en todo este tiempo. Gracias a Dios se trabajó muy bien y
hoy tenemos un plantel con un promedio de edad de 23 o 24 años.
¿Cuál es tu
opinión sobre Parque de Villaguay?
Parque es un buen equipo, con muchas ganas de progresar. Nos hicieron un
partido muy duro, tienen un excelente pack de forwards y bastante pesado, lo
cual a nosotros eso nos complica. Este fue el tercer partido que jugamos contra
ellos, el año pasado disputamos un amistoso donde tuvimos la suerte de ganarlo
bien y a principios de este año realizamos otro partido donde vencimos muy
apretadamente y con un score muy cerrado, ya que sumaron intensidad en toda la
cancha y defendieron en gran forma. Tal como lo esperábamos, salió un partido
muy duro que se definió por detalles. Pero considero que lo importante es
divertirse y que se haya brindado un espectáculo lindo y vistoso para el
público, que se acercó a la cancha en muy buen número.
¿Estás de
acuerdo en la forma en la que la UER organiza estos torneos o pensás que habría
que hacerle algún cambio?
El año pasado me pareció muy mala la organización de los campeonatos y el
formato de competencia, pero este año creo que se dio un paso hacia adelante en
este aspecto. Estoy muy de acuerdo en que se hayan conformado dos zonas porque
son 18 partidos, si bien yo lo hubiese largado un poco antes y quizás le
hubiera agregado algún play off sobre el final, para mantener la expectativa de
equipos que tal vez no pudieron hacer una buena fase regular. Pero en general
se mejoró muchísimo porque ahora vamos a jugar muchos partidos porque el año
pasado, por ejemplo nosotros disputamos 28 partidos durante la temporada, pero
oficiales sólo fueron diez, porque el resto fueron amistosos. Por lo cual, que
durante este año podamos disputar 18 partidos por los puntos me parece muy
bueno. Además, en los partidos oficiales es donde realmente se puede apreciar
la evolución de un jugador. Todos practicamos para jugar y ese es el verdadero
fin del entrenamiento y si es por “los porotos” mucho mejor, porque existe otro
incentivo.
¿Cómo es esto de
ser entrenador y jugador al mismo tiempo?
La realidad es que yo jugué durante muchos años en Buenos Aires, cuando vine
a vivir a Gualeguay me acerqué a rugby, luego me llamaron para entrenar a los
chicos y más tarde para armar la primera división así que empecé a colaborar.
Tengo 36 años y físicamente me siento bien, por eso quiero seguir jugando algún
tiempo más. Más que nada mi deseo es estar adentro de la cancha en mi posición
(hooker) para aguantar a los primeros y segundos líneas que tenemos porque son
jóvenes, brindándoles un poco de experiencia hasta que ellos crezcan. Siempre
les digo que son ellos los que me tienen que sacar, poniendo todo en cada
entrenamiento, estando cada vez mejor, con responsabilidad por el grupo y los
compañeros. Cuando yo vea que están preparados voy a dar un paso al costado,
porque los entrenamientos a mi edad se hacen cada vez más pesados, a los golpes
no te los bancás igual, las obligaciones que uno tiene afuera del rugby son
otras y debido a eso también se te complica para entrenar como a uno le
gustaría. Por ahora trato de aportarle mi experiencia al equipo, pero es
difícil entrenar, jugar y dirigir, porque tenés que estar en todo. Por suerte
tengo la colaboración de Antonio Mendoza, quien me ayuda en varios ítems.
¿Cómo es tu
historia particular con el rugby?
Me crié rugbísticamente en San Cirano, un club de Capital Federal (Bs As),
donde me inicié a los 12 años. Hice todas las inferiores en esa institución,
tuve la suerte de debutar en primera en el 2002, cuando tenía 20 años y jugué
cinco temporadas en la divisional superior de la Unión del Rugby de Buenos
Aires (URBA). También tuve el gran gusto de jugar junto a mi hermano. Sigo muy
enganchado con el rugby de mi club, hemos jugado dos o tres partidos amistosos
con el Jockey frente a San Cirano y voy muy seguido para allá, a veces también llevo
a mis hijos, tengo muchos amigos, lógicamente porque viví gran parte de mi vida
ahí. El rugby es una actividad que amo profundamente y gracias a él pude
integrarme a la sociedad de Gualeguay, porque a través del rugby conocí gente
nueva y doy gracias a Dios de poder seguir divirtiéndome con este deporte que
es una pasión.
¿Cómo llegaste
al Jockey Club de Gualeguay?
Cuando me vine a vivir a Gualeguay en el año 2009 existía el club El Tagüé,
que tenía solamente primera, mientras que el Jockey Club ya estaba trabajando
con infantiles y juveniles. Entonces uno de los chicos se enteró que había
jugado en Buenos Aires, me llamó, me vino a buscar. Arranqué en El Tagüé, donde
estuve como entrenador y jugador pero solamente durante seis meses. Después el
club se disolvió, entonces me fui a jugar a Central Entrerriano de
Gualeguaychú. Luego comencé a entrenar la categoría Juveniles del Jockey, luego
cuando los chicos ya subieron a primera y como había venido un DT que no pudo
continuar en el cargo porque no le daban los horarios por el trabajo, me
hablaron para que armara el equipo, ofreciéndome también si quería sumarme como
jugador. Acepté y acá estoy, trabajando intensamente con estos chicos para
poder salir adelante. Creo que ha evolucionado mucho el rugby del interior de
Entre Ríos durante estos últimos años, porque acá no es como en URBA, donde los
clubes son más grandes y hay muchos sponsors. Acá se hace todo a pulmón, porque
en los clubes del interior uno es entrenador, además es utilero, marca la
cancha y también es el asador en el tercer tiempo. En Buenos Aires se puede
cobrar otra cuota, porque mientras acá en Gualeguay nosotros pagamos $250, allá
mi hermano allá paga $1.500. También en lo que respecta al juego ha cambiado
mucho, porque ahora se practica un rugby mucho más vistoso, hay menos juego
sucio. Y en cuanto a infraestructura ni hablar, la gran mayoría de las
entidades se ha preocupado por mejorar sus instalaciones, lo que contribuye a
que la gente acompañe los eventos.
