Toda vez que un partido termina empatado, es habitual que los integrantes de cada equipo, cuerpos técnicos y simpatizantes evalúen y analicen la importancia del punto que se adjudicaron tras esa igualdad. En el caso de Gualeguay, todos coincidieron que fue un empate muy positivo, teniendo en cuenta que tuvo que afrontar el choque sin sus refuerzos “estrella” de esta temporada como Marcelo “Chelo” Estigarribia (viajó hacia la provincia de Buenos Aires para incorporarse a Villa Dálmine) y Gonzalo “Sapito” Ramírez (de vacaciones que fueron acordadas con antelación junto a la dirigencia).
Y si le sumamos la ausencia de Walter
Cuder por trabajo y Fabián Allende por lesión, el panorama era bastante
complicado para la escuadra conducida por Claudio Walsser, que en definitiva
con el empate salvó su invicto. Por el lado de Sarmiento, la poca valoración
del punto obtenido tiene que ver con que el “Decano” estaba obligado a ganar
para descontar unidades en su carrera hacia la conquista del título en el
Torneo Apertura. Lógicamente, con el rendimiento demostrado por el “gualeyo” en
lo que va del certamen, no son demasiadas las chances de que pierda puntos, por
lo cual no sólo aparecía como una posibilidad única para lograr el triunfo y a
la vez achicar las diferencias con respecto al líder, sino también “tocarlo”
emocionalmente y generarle inseguridad, máxime luego de la abultada derrota que
le propinó Atlético Uruguay (6-1) por la “Copa Entre Ríos”, aunque el marcador
final no coincidió demasiado con lo mostrado por ambos equipos líneas de cal
hacia adentro.
El partido tuvo un trámite cambiante porque cuando ni siquiera
se habían acomodado los equipos en la cancha, ya Gualeguay ganaba por 1 a 0,
con gol de penal ejecutado por Alejandro Allende y al ratito nomás, Sarmiento
sufrió la expulsión de su marcador lateral por derecha, Juan Albornoz, por un
codazo a un rival. El visitante intentó hacerse fuerte en la posesión pero con
mucho esfuerzo, el conjunto dueño de casa fue equilibrando las acciones y
sumando posibilidades de gol hasta que consiguió el empate y el segundo tanto
en una ráfaga explosiva de menos de 2 minutos. La igualdad llegó a través de un
tiro libre de Nicolás “Pipi” Reyes y el desequilibrio estuvo en los pies del inoxidable
goleador Sergio Cuder, quien tuvo la frialdad necesaria para amagar y esperar
para definir luego de la desesperada salvada sobre la línea de Carlos Veras.
De
repente, Sarmiento se encontró de estar perdiendo y con un jugador menos, a
estar ganando por 2-1 y manejando el trámite de un partido que no había
comenzado nada favorable para sus aspiraciones. Uno de los hombres clave para
la levantada del “decano” en el primer tiempo fue Juan Pablo Segovia (aunque en
el complemento se fundió físicamente y tuvo que ser reemplazado). “Cortito”
Segovia se destacó sobre la punta izquierda, porque partiendo con gran velocidad,
constituyó permanente desequilibrio para la última línea del elenco visitante. Otro
jugador de excelente presente en Sarmiento es Juan Salcedo, quien le brinda
tranquilidad en el manejo de pelota en el mediocampo, mientras que en la zaga
central, el joven Mateo Pitura ya está arrancando aplausos en la tribuna. Gualeguay
por el contrario, no logró aprovechar el hombre de más y cayó en el desorden
táctico, aunque generando varias situaciones de riesgo, que fueron dilapidadas,
algunas por “Carón” Cuder y otras por “Papucho” Vera (una de ellas estrellando
el balón en el palo con el arco desguarnecido de manera increíble).
El
“gualeyo” también sufrió la lesión de Nicolás Camacho, pero el repentino ingreso
del oriundo de Mojones Sud, Lisandro Moreyra, le brindó mucha seguridad a la
última línea. La primera parte del segundo tiempo mostró a Gualeguay decidido a
buscar el empate para defender su invicto pero, como es lógico, dejó huecos en
su sector defensivo, lo que Sarmiento intentaba aprovechar saliendo rápido de
contragolpe, circunstancia que no logró saldar para liquidar el pleito. En la
escuadra auriazul se destacaron los trabajos de “Tito” Segovia y de “Kiki”
Leikan, quien coronó su productivo rendimiento con el gol del empate (2 a 2),
logrado en el segundo tiempo tras un ingreso vacío por el sector derecho del
ataque. La gente roja se deleitó con la habilidad del genial “Pipi” Reyes,
quien desparramaba a cuanto rival se le acercaba para marcarlo. La igualdad
llegó justo en un momento en el cual peor la estaba pasando el equipo del
“Lejano Oeste”, ya que en realidad se encontraba más cerca Sarmiento del
tercero que Gualeguay del empate.
Los minutos siguientes fueron de gran
emotividad, porque se largó una pequeña llovizna y ambos elencos se prodigaron
en la búsqueda de la victoria. Sobre el final, el juez Luis Velázquez expulsó a
Jorge “Coqui” Andino (Gualeguay) y quedaron diez contra diez. También hubo
tiempo para el ingreso aunque sin gravitación ofensiva (salvo por un par de
corridas) de Jorge Romero en Sarmiento, quien de igual manera que Matías
Schimpf (Gualeguay), debió soportar la ambigüedad de sensaciones y la poca
paciencia de la gente por el hecho de haber vestido las dos camisetas de los
clubes que se enfrentaban. Fue un empate de esos que dejan una sensación de
alegría por haber venido a la cancha. Aunque el gran ganador de la tarde estuvo
en San Salvador, porque Unión y Fraternidad, luego de vencer por 2-0 a Barrio
Sud fue quien festejó la posibilidad de quedar a sólo dos puntos de Gualeguay.