“Chito” Abdeneve: “NO HE SIDO UN JUGADOR QUE GANÓ MUCHOS TÍTULOS PERO TENGO EL RECONOCIMIENTO DE LA GENTE”
Abdeneve en Boca Juniors |
Luis Ramón “Chito” Abdeneve es sin dudas el futbolista más emblemático de la historia de Villaguay. Nació en el club Sarmiento de nuestra ciudad y luego desplegó una brillante trayectoria que lo llevó por Unión (Santa Fe), Boca Juniors, Platense, Gimnasia y Esgrima (La Plata) y Deportivo Español, prolongando luego su carrera en el exterior: Bolívar (Bolivia), Bucaramanga (Colombia), Sport Herediano (Costa Rica) y Olimpia (Honduras). EL PUEBLO dialogó con él sobre diversos temas relacionados con su destacado paso por el fútbol de AFA y la actualidad del balompié en La Argentina.
- ¿Cuáles son los principales recuerdos que te quedaron grabados de una trayectoria deportiva excelente como futbolista profesional?
- No he sido un jugador que ha ganado muchos títulos ni que ha peleado por grandes cosas. Pero tengo hermosos recuerdos de varios momentos de mi carrera, como por ejemplo el hecho de haber salido segundo goleador de la Copa Libertadores detrás de Ramón Centurión, cuando en el año 1986 salió campeón River. Logré consagrarme campeón en Bolivia y en Honduras. Estar en el cuadro de honor del Bolívar de La Paz, como uno de los mejores jugadores de su historia. También ser reconocido en Unión de Santa Fe como el jugador más habilidoso de todos los tiempos. Son halagos que me hacen sentir muy feliz. Quizás podría decirse que en la faz individual he tenido este tipo de reconocimientos que tapan todo lo que no he ganado en títulos.
- Por otra parte sos muy recordado por tu gran habilidad para la gambeta. Las apiladas de varios rivales en tus goles en Platense, Unión y Boca así lo demuestran y eso permanece inalterable en la retina de los hinchas.
- Sí, realmente creo que en ese sentido soy un tipo afortunado, porque tengo un amplio reconocimiento entre la gente de Buenos Aires, que como hinchas son difíciles, porque saben mucho de fútbol, ya que concurren a la cancha desde que son muy pequeños. Por eso son muy exigentes con los jugadores. Por esta razón entrar en el paladar de los simpatizantes porteños no es fácil y gracias a Dios puedo decir que lo he logrado. En el Interior no es tan difícil, porque tienen otro pensamiento. Y también para mí, hablar de Daniel Passarella, Leopoldo Luque, Mario Kempes, Diego Maradona, Jorge Burruchaga o Ricardo Bochini, tiene un significado muy especial, porque jugué con todos ellos. De mirarlos en Villaguay por la tele o ver sus fotos en la revista El Gráfico a compartir la cancha con ellos fue algo muy shockeante y lindo al mismo tiempo. Eso muchas veces uno lo sueña y en pocas oportunidades tiene la suerte de que se le haga realidad.
- ¿Por qué en los últimos años la Copa Libertadores ha sido tan favorable para los equipos argentinos (sobre todo River y Boca) cuando antes se hacía tan difícil llegar a la final?
- En mi humilde opinión, lo de River es porque apareció “El Manosanta” como se le puede llamar a Marcelo Gallardo, un DT que la tiene bien clara, que trabaja de manera excelente, que se maneja muy bien con los jugadores, que elige jugar bien al fútbol sin dejar de lado la dinámica, con una mentalidad ganadora que ha logrado potenciar mucho al plantel de River. Y a Boca creo que lo impulsa la camiseta y su gente, además de lo que significó la llegada de Miguel Ángel Russo, que restableció el orden dentro del equipo, lo recuperó a Carlos Tévez (también mérito de Román Riquelme), ubicó a cada jugador de acuerdo a sus características y le devolvió la mística. Boca es garra y corazón, mientras que River lo hace por el fútbol que despliega. En lo que respecta a la Copa, es verdad que los equipos argentinos estuvieron muchos años sin poder ganar en Brasil y ahora es mucho más accesible obtener una victoria en tierra brasileña. Esto se debe a que los equipos de nuestro país antes se metían todos atrás y terminaban perdiendo, ya sea en el minuto 80, 85 o 90. Pero hoy se dieron cuenta que pueden salir a jugar de igual a igual, a pesar de que Brasil es una potencia. Por eso los equipos argentinos han salido adelante y no solamente lo consiguieron River y Boca, sino que también lo han logrado por ejemplo Unión y Colón, ganándole al Fluminense, que es un rival importante.
- Tu querido Unión de Santa Fe ha tenido una campaña irregular. ¿Cómo lo viste al elenco “Tatengue” en este último tiempo?
- La verdad que Unión es un caso único en el fútbol argentino, porque tiene un entrenador como Leonardo Madelón, que para nosotros es Dios, porque le ha dado innumerables satisfacciones al club. Siempre le han desarmado el equipo vendiendo varios jóvenes valores y él con mucha valentía ha sabido salir adelante con jugadores desconocidos formando elencos muy competitivos. Eso lo hacen los grandes entrenadores y los tipos que saben ver muy bien el fútbol. Lamentablemente, este año fue la única vez que no se dieron los resultados, no le encontró la mano al equipo y decidió dar un paso al costado. Pero creo que lo que ha dado Madelón a Unión es muy difícil que otro entrenador pueda conseguirlo.
- ¿A qué jugador de la actualidad ves con las características de “Chito” Abdeneve?
- Vino un muchacho desde Patronato a Unión, Gabriel Carabajal. Creo que tiene todo el potrero encima, es un gran jugador, me parece que le falta que lo banquen un poquito más los entrenadores. Nos encontramos con él en un palco, nos sacamos fotos y le dije que era un gran “número 10” pero que en Unión primero estaba yo (risas). Considero que el “Pipi” Romagnoli (ídolo de San Lorenzo) era un monstruo y se acerca bastante al tipo de jugador que era yo. También me gustan mucho Ricardo Centurión, a pesar de ser un poco “tribunero”, Maximiliano Romero (Vélez Sarsfield), Damián Batallini (Argentinos Juniors) y Alexis Mac Allister (Boca Juniors, vendido recientemente al Brighton, Inglaterra). Todos ellos tienen un estilo de juego similar al mío. Pero creo que la gambeta se ha perdido un poco debido a los entrenadores, porque no lo dejan al jugador que se exprese en la cancha como le gustaría a quienes son considerados los “cerebros” del elenco. A ese tipo de jugadores si le pedís que corra, que marque y se tire a los pies a robar una pelota, nunca va a darle lo que él puede a un equipo. El problema es que a los jugadores habilidosos, los DT les exigen más cosas de las que pueden hacer. Yo les diría que pidan la pelota y que jueguen, porque para correr y marcar existen otra clase de jugadores.
- ¿Te quedó como deuda pendiente jugar en Europa?
- Quizás mucha gente no sabe que devolví dos veces los pasajes para irme a jugar a Europa. Yo estaba vendido al Racing de Santander, que en ese momento estaba en la primera división de España. Pero decidí quedarme en Santa Fe y gané diez veces menos de lo que podía haber ganado en Europa. Pero yo era así, muy de mi pueblo, de mi gente, no hice dinero con el fútbol, solamente me alcanza para vivir bien nada más, con esfuerzo y trabajo. Pero no estoy arrepentido porque lo pensé bien, hacía poco que había vuelto de Colombia y no me sedujo la idea de irme afuera de nuevo. Mi señora dijo que debíamos irnos porque era una plata importante y le contesté que los chicos tenían que cambiar de colegio de nuevo, hacerse de otros amigos y demás. Así que fui y devolví los pasajes, con el lógico enojo de Osvaldo Rivero, que era mi representante. Decidí de acuerdo a lo que me dictaba el corazón, hice lo que siempre creí que era lo correcto, aún equivocándome.
- No he sido un jugador que ha ganado muchos títulos ni que ha peleado por grandes cosas. Pero tengo hermosos recuerdos de varios momentos de mi carrera, como por ejemplo el hecho de haber salido segundo goleador de la Copa Libertadores detrás de Ramón Centurión, cuando en el año 1986 salió campeón River. Logré consagrarme campeón en Bolivia y en Honduras. Estar en el cuadro de honor del Bolívar de La Paz, como uno de los mejores jugadores de su historia. También ser reconocido en Unión de Santa Fe como el jugador más habilidoso de todos los tiempos. Son halagos que me hacen sentir muy feliz. Quizás podría decirse que en la faz individual he tenido este tipo de reconocimientos que tapan todo lo que no he ganado en títulos.
Luis Abdeneve con la camiseta de Boca |
- Por otra parte sos muy recordado por tu gran habilidad para la gambeta. Las apiladas de varios rivales en tus goles en Platense, Unión y Boca así lo demuestran y eso permanece inalterable en la retina de los hinchas.
- Sí, realmente creo que en ese sentido soy un tipo afortunado, porque tengo un amplio reconocimiento entre la gente de Buenos Aires, que como hinchas son difíciles, porque saben mucho de fútbol, ya que concurren a la cancha desde que son muy pequeños. Por eso son muy exigentes con los jugadores. Por esta razón entrar en el paladar de los simpatizantes porteños no es fácil y gracias a Dios puedo decir que lo he logrado. En el Interior no es tan difícil, porque tienen otro pensamiento. Y también para mí, hablar de Daniel Passarella, Leopoldo Luque, Mario Kempes, Diego Maradona, Jorge Burruchaga o Ricardo Bochini, tiene un significado muy especial, porque jugué con todos ellos. De mirarlos en Villaguay por la tele o ver sus fotos en la revista El Gráfico a compartir la cancha con ellos fue algo muy shockeante y lindo al mismo tiempo. Eso muchas veces uno lo sueña y en pocas oportunidades tiene la suerte de que se le haga realidad.
Luis Abdeneve con la casaca de Gimnasia La Plata |
- ¿Por qué en los últimos años la Copa Libertadores ha sido tan favorable para los equipos argentinos (sobre todo River y Boca) cuando antes se hacía tan difícil llegar a la final?
- En mi humilde opinión, lo de River es porque apareció “El Manosanta” como se le puede llamar a Marcelo Gallardo, un DT que la tiene bien clara, que trabaja de manera excelente, que se maneja muy bien con los jugadores, que elige jugar bien al fútbol sin dejar de lado la dinámica, con una mentalidad ganadora que ha logrado potenciar mucho al plantel de River. Y a Boca creo que lo impulsa la camiseta y su gente, además de lo que significó la llegada de Miguel Ángel Russo, que restableció el orden dentro del equipo, lo recuperó a Carlos Tévez (también mérito de Román Riquelme), ubicó a cada jugador de acuerdo a sus características y le devolvió la mística. Boca es garra y corazón, mientras que River lo hace por el fútbol que despliega. En lo que respecta a la Copa, es verdad que los equipos argentinos estuvieron muchos años sin poder ganar en Brasil y ahora es mucho más accesible obtener una victoria en tierra brasileña. Esto se debe a que los equipos de nuestro país antes se metían todos atrás y terminaban perdiendo, ya sea en el minuto 80, 85 o 90. Pero hoy se dieron cuenta que pueden salir a jugar de igual a igual, a pesar de que Brasil es una potencia. Por eso los equipos argentinos han salido adelante y no solamente lo consiguieron River y Boca, sino que también lo han logrado por ejemplo Unión y Colón, ganándole al Fluminense, que es un rival importante.
- Tu querido Unión de Santa Fe ha tenido una campaña irregular. ¿Cómo lo viste al elenco “Tatengue” en este último tiempo?
- La verdad que Unión es un caso único en el fútbol argentino, porque tiene un entrenador como Leonardo Madelón, que para nosotros es Dios, porque le ha dado innumerables satisfacciones al club. Siempre le han desarmado el equipo vendiendo varios jóvenes valores y él con mucha valentía ha sabido salir adelante con jugadores desconocidos formando elencos muy competitivos. Eso lo hacen los grandes entrenadores y los tipos que saben ver muy bien el fútbol. Lamentablemente, este año fue la única vez que no se dieron los resultados, no le encontró la mano al equipo y decidió dar un paso al costado. Pero creo que lo que ha dado Madelón a Unión es muy difícil que otro entrenador pueda conseguirlo.
Unión (Santa Fe) con Chito Abdeneve |
- Vino un muchacho desde Patronato a Unión, Gabriel Carabajal. Creo que tiene todo el potrero encima, es un gran jugador, me parece que le falta que lo banquen un poquito más los entrenadores. Nos encontramos con él en un palco, nos sacamos fotos y le dije que era un gran “número 10” pero que en Unión primero estaba yo (risas). Considero que el “Pipi” Romagnoli (ídolo de San Lorenzo) era un monstruo y se acerca bastante al tipo de jugador que era yo. También me gustan mucho Ricardo Centurión, a pesar de ser un poco “tribunero”, Maximiliano Romero (Vélez Sarsfield), Damián Batallini (Argentinos Juniors) y Alexis Mac Allister (Boca Juniors, vendido recientemente al Brighton, Inglaterra). Todos ellos tienen un estilo de juego similar al mío. Pero creo que la gambeta se ha perdido un poco debido a los entrenadores, porque no lo dejan al jugador que se exprese en la cancha como le gustaría a quienes son considerados los “cerebros” del elenco. A ese tipo de jugadores si le pedís que corra, que marque y se tire a los pies a robar una pelota, nunca va a darle lo que él puede a un equipo. El problema es que a los jugadores habilidosos, los DT les exigen más cosas de las que pueden hacer. Yo les diría que pidan la pelota y que jueguen, porque para correr y marcar existen otra clase de jugadores.
- ¿Te quedó como deuda pendiente jugar en Europa?
- Quizás mucha gente no sabe que devolví dos veces los pasajes para irme a jugar a Europa. Yo estaba vendido al Racing de Santander, que en ese momento estaba en la primera división de España. Pero decidí quedarme en Santa Fe y gané diez veces menos de lo que podía haber ganado en Europa. Pero yo era así, muy de mi pueblo, de mi gente, no hice dinero con el fútbol, solamente me alcanza para vivir bien nada más, con esfuerzo y trabajo. Pero no estoy arrepentido porque lo pensé bien, hacía poco que había vuelto de Colombia y no me sedujo la idea de irme afuera de nuevo. Mi señora dijo que debíamos irnos porque era una plata importante y le contesté que los chicos tenían que cambiar de colegio de nuevo, hacerse de otros amigos y demás. Así que fui y devolví los pasajes, con el lógico enojo de Osvaldo Rivero, que era mi representante. Decidí de acuerdo a lo que me dictaba el corazón, hice lo que siempre creí que era lo correcto, aún equivocándome.
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