Desde siempre, el trabajo de un camionero conllevó el riesgo de aventurarse a las rutas y autopistas al volante de los inmensos vehículos para los que sólo ellos están preparados para conducir. Admitamos que más de uno se ha maravillado viendo hacer una vuelta en U a un camión con acoplado en la Avenida Leopoldo Herrera, más aún cuando uno busca lugares amplios para estacionar un auto pequeño.
La habilidad y el amor por las rutas, algo que un transportista posee casi de manera innata, hoy los lleva a encontrarse dentro de una posición de riesgo mucho mayor que antes. Ellos son los que deben viajar de una ciudad a otra, de un foco infeccioso a otro, para que el resto de la población pueda contar con los elementos de consumo esenciales.
Contamos con el testimonio de dos propietarios de empresas de nuestra ciudad: Transportes El Sol, que hace 28 años se desenvuelve en el traslado de hacienda. Y el presidente del Centro de Transportistas de Villaguay, Oscar Rothar, de Transporte Santiago, que hace 25 años realiza cargas nacionales e internacionales de cereales y cargas generales.
Entrevista a Lucas Zapata
- ¿Qué tipo de carga transporta? ¿Adónde?
- Nosotros transportamos hacienda a varias provincias. Principalmente a Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires. Buscamos ganado de Formosa y Chaco.

- ¿Con qué trabas se encuentra al momento de ingresar a una ciudad?
- Lo primero que nos dicen al llegar a una ciudad es que no podemos entrar. Sobre todo cuando comenzó todo el problema del coronavirus, que no nos permitían bajar en ningún lado. Ahora tenemos puntos específicos en los que hay estaciones de servicio a las que podemos bajar a comer o ir al baño. Pero a las ciudades no podemos entrar, que es lo que buscamos por una cuestión de gastos, para poder ir a un supermercado y comprar alimentos.
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- ¿Qué tipo de cuidado debe tener con la carga que transporta?
- Sólo el cuidado habitual. Eso no ha variado. Simplemente tratamos de llegar lo más a tiempo posible para disminuir el estrés que pasan los animales con el viaje.
- ¿Cómo es el manejo ahora de las unidades?
- El camión se desinfecta constantemente. Además ya no se permite el acceso a nadie que no sea el chofer. Antes, al momento de cargar el comisionista iba en el camión, pero ahora ya no. Debe ir en su propio vehículo. Tratamos de mantener cero contacto con otras personas.
- Sólo el cuidado habitual. Eso no ha variado. Simplemente tratamos de llegar lo más a tiempo posible para disminuir el estrés que pasan los animales con el viaje.
- ¿Cómo es el manejo ahora de las unidades?
- El camión se desinfecta constantemente. Además ya no se permite el acceso a nadie que no sea el chofer. Antes, al momento de cargar el comisionista iba en el camión, pero ahora ya no. Debe ir en su propio vehículo. Tratamos de mantener cero contacto con otras personas.
- ¿Qué medidas de seguridad se toman en los lugares de carga y descarga?
- Lamentablemente, aún hay lugares en los que la gente se toma el virus como un chiste, y se manejan sin barbijo y sin seguridad. En el Mercado de Liniers, por ejemplo. Si bien no hay contacto con las personas porque mantenemos una distancia de dos metros o más, nos llama la atención que no se cuiden como nos cuidamos nosotros. Pero hay lugares en los que sí se toman las medidas correspondientes, evitando el contacto con la gente y con los elementos indispensables. El único contacto que uno puede llegar a tener es cuando entregás o recibís la documentación, y posteriormente uno se desinfecta las manos por precaución.
- ¿Son lugares muy concurridos? ¿Cuánta interacción hay entre el chofer y el personal del lugar que visitan?
- No tanto como en el rubro de cereales, salvo el Mercado de Liniers. Pero por lo general no se juntan más de ocho o nueve camiones. Y todos nos mantenemos dentro de los vehículos, así que no hay interacción, ni con el personal del lugar, ni con los demás transportistas.
- ¿Qué medidas considera que deberían implementarse en nuestra ciudad?
- Los controles de Villaguay son muy buenos. Se está haciendo lo que se debe. Ya implementaron la barrera sanitaria en el acceso, que es algo que ya estaba funcionando en otras ciudades, así que considero que no hace falta nada.
- ¿Hay algún tipo de discriminación hacia el transportista cuando vuelve a Villaguay?
- Siempre tuvimos un trato diferente, casi discriminatorio. Pero ahora es mucho mayor, porque la gente nos mira o nos trata mal o nos insulta. Y todo esto es producto de la desinformación. Lo feo es cuando pasa en instituciones públicas, como la oficina de Tránsito. Nunca falta el comentario de “ustedes deberían estar en cuarentena”. El caso es que no llegan a comprender que si no realizamos los viajes, los productos no llegan al supermercado. Y el trato que recibimos en el viaje ya es suficientemente malo como para llegar a la ciudad y que los vecinos nos señalen con el dedo. No son todos los casos, pero algunos hay.
- ¿Qué cuarentena debe cumplir el camionero cuando viaja a otra provincia? - Nosotros estamos exceptuados de la cuarentena por decreto nacional. Como es una actividad que no cesó en ningún momento, no podemos terminar un viaje y esperar quince días para realizar otro.
Entrevista a Oscar Rothar
Oscar Rothar, quien se desempeña como presidente del Centro de Transportistas de Villaguay desde hace ocho años, nos da un vistazo de la actividad a nivel nacional e internacional. Las vivencias de los choferes y la realidad que los atraviesa en esta situación de pandemia.
- ¿Cómo es la actividad del Centro de Transportistas?
- El Centro está conformado por casi cien transportistas locales, estamos ubicados en calle Pedro Goyena y Almeida. Contamos con oficinas y una playa grande de estacionamiento para los camiones. Cada socio, con el abono de su cuota, tiene la posibilidad de dejar su unidad en el predio, que es vigilado por un sereno. Además hay alarmas y cámaras, lo cual da una tranquilidad al dueño del camión. Es una institución pensada para hacer reclamos en representación de los transportistas, ya que los reclamos particulares no llegan a ningún lado por lo general. Nos reunimos para tratar varias problemáticas, pero la más frecuente es la de las tarifas para el flete de los diferentes acopios. Pertenecemos a la Federación Entrerriana de Transporte, de la cual también fui presidente hace dos años.
- ¿Qué tipo de carga transporta su empresa?
- Yo me dedico a lo que llamamos cargas generales. Pero principalmente todo tipo de cereales, arroz paletizado o industrializado, etc. Acá hacemos cargas nacionales e internacionales. En el país, las provincias más visitadas son Salta, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires. Los destinos internacionales son Chile, Uruguay y Paraguay.
- ¿Cómo son los protocolos de seguridad en las fronteras?
- En estos tiempos se han vuelto muy rigurosos, como es lógico. El chofer no puede tener contacto con nadie y ni siquiera puede bajarse del camión. Cuando los controles de la documentación se extienden por algún motivo, por el ejemplo una verificación que se atrasó, el chofer debe quedarse uno o dos días encerrado en su camión. Sólo se puede pedir permiso para ir al baño, pero debe evitar encontrarse con otros camioneros o con el personal del lugar en que se encuentra. Cuando se visita el puerto, el chofer ahora debe realizar el trabajo del operario que antes se encargaba de la descarga del camión.
- ¿Con qué elementos de seguridad debe contar el transportista?
- Debe llevar barbijo, guantes y alcohol para desinfectarse continuamente. Pero la mayor forma de prevención es no tener contacto con otras personas.
- ¿Sufren algún tipo de discriminación los camioneros que vuelven a Villaguay después de un viaje?
- Hay una discriminación tanto en el viaje como en la vuelta. No nos permiten parar en muchos lados, entonces el chofer tiene que encontrar algún lugar seguro al costado de la ruta para detenerse y descansar. Pero hay ciudades a las que no se los deja ingresar y eso los lleva a hacer rodeos por rutas desconocidas, haciendo que el tiempo del viaje sea mucho más largo y el gasto de combustible, mayor. Pasa también que no consiguen lugares donde parar a comer o bañarse. Y a la vuelta, la discriminación que se sufre es muchas veces producto de la desinformación. Porque desde el primer día, el transportista estuvo exceptuado de la cuarentena total por un decreto nacional. Hay una ordenanza municipal que nos obliga a hacer cuarentena hasta el próximo viaje, pero muchas veces no ha pasado un día entre un viaje y otro. Es por eso que se han hecho muchas denuncias al respecto, pero es la gente que no está bien informada. Lo que sí se establece es que la familia del chofer realice una cuarentena por prevención cuando éste vuelve a su hogar.