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LAS PANADERÍAS DE VILLAGUAY ENFRENTAN VARIOS PROBLEMAS PERO INTENTAN VOLVER A LA NORMALIDAD


El aumento en los precios de insumos esenciales como la harina, las limitaciones horarias y sobre todo la escasez de clientes llevaron a las panaderías de Villaguay a vivir momentos "terroríficos" durante las seis primeras semanas de cuarentena. Desde entonces experimentaron un alivio notorio pero aún les falta bastante para recuperar el nivel de actividad anterior a la pandemia.

"De terror", dice el propietario de la panadería Juan Jos, José Almirón, para describir el primer mes de aislamiento social. Si bien aclaró que sus locales pudieron permanecer abiertos, aunque con horarios restringidos, "la gente no compraba, no venía; se ponía a fabricar [productos de panificación] en su casa, hasta que después se cansó". 

En ese contexto, Juan Jos tuvo que resignarse a "hacer lo mínimo indispensable" pero incluso así no acertaba con la cantidad de pan necesaria: le sobraba todos los días. "Si hubiéramos cerrado habría sido prácticamente lo mismo", estimó el empresario local, consultado esta semana por Delco Noticias.

Luego, por suerte, se extendieron los horarios de comercio (ahora es de 7:30 a 12:30 y de 16 a 20), lo cual hizo que anduviera "más gente en la calle" y la demanda empezara repuntar. Según Almirón, la ampliación de dos horas en la atención al público representó entre un 10% y un 15% más de venta en el rubro. 



También fue importante, según dijo, el acostumbrado incremento en la demanda de productos de panificación durante la temporada invernal. E incluso resultó favorable el hecho de que Villaguay "no haya tenido grandes complicaciones" con los casos de Cavid- 19.

"Ahora falta que se reactive un poco la economía. Supongo que eso vendrá con el tiempo", expresó el comerciante. 



De todos modos, dejó en claro que sigue habiendo inconvenientes. El más importante es la falta de clientes y la escasez de dinero en la calle, lo cual a su vez provoca dificultades para mantener "la mano de obra" que requiere el rubro.

Otro problema es el precio de los insumos y particularmente el de la harina. "En su momento aumentó alrededor de un 15%, como el resto de las cosas, pero además hubo problemas en la comercialización porque los molinos bajaron los plazos [de pago]", informó Almirón. Afortunadamente, dijo que la harina se encuentra ahora "en un precio estable", tal como sucede siempre en esta época del año.

Además, según destacó, "se ha podido trabajar" con las autoridades de la ciudad y se han logrado varios beneficios para el sector.

En general, recalcó que la situación "no es óptima" pero tampoco es tan grave y mucho menos cuando se considera que "hay gente que está mucho peor".

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