El tema predominante en la correspondencia de Velázquez sigue siendo el problema de los desertores. El 8 de marzo le escribe a Antonio Crespo:
"Muchos soldados que pertenecen a mi división se hallan sirviendo a las órdenes del comandante Basaldúa y todos son desertores míos..".
"Muchos soldados que pertenecen a mi división se hallan sirviendo a las órdenes del comandante Basaldúa y todos son desertores míos..".
La batalla de India Muerta significó un jalón más en la carrera militar de Velázquez. Entretanto en Villaguay, Eduardo Dominguez le decía al Gobernador: "He tenido el honor de recibir la nota de usted con algunos ejemplares relativos a los carros y carretillas del tráfico de los pueblos y en consecuencia digo a usted que en este pueblo no hay ni carros ni carretillas del tráfico de ninguna clase, ni menos hay papel sellado...".
Después de la batalla de Laguna Limpia, Urquiza vuelve a Calá y pide a Velázquez el envío de varios hombres de Villaguay. Ellos fueron: Juan Páez, Juan Rotela, Calixto Almada, Leandro Velázquez, y Casimiro Duarte.
Para confirmar esto reitera: "Mi querido compadre, los hombres que me ha pedido pronto estarán a su disposición, incluso aquel del que nos acordamos que no servía para nada...".
Después de la batalla de Laguna Limpia, Urquiza vuelve a Calá y pide a Velázquez el envío de varios hombres de Villaguay. Ellos fueron: Juan Páez, Juan Rotela, Calixto Almada, Leandro Velázquez, y Casimiro Duarte.
Para confirmar esto reitera: "Mi querido compadre, los hombres que me ha pedido pronto estarán a su disposición, incluso aquel del que nos acordamos que no servía para nada...".