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QUE LOS GOBIERNOS SE CONTROLEN A SÍ MISMOS Y DEJEN DE CONTROLAR A LAS COOPERATIVAS. Por Eleodoro Padlog

Miguel Sajaroff, al centro, pionero del cooperativismo argentino.


"El gobierno pide información social y económica a cooperativas y mutuales". Con estos títulos y otros tantos se entorpece la tranquilidad de tantos ciudadanos que brindan muchas horas a dichas instituciones sin fines de lucro.


Se provoca la idea de que el Estado benefactor nos controla en bien de los asociados. Si ésa es la finalidad están totalmente equivocados

¿Que mejor que los gobiernos aprendan de las cooperativas para manejarse con absoluta transparencia, controlada por sus propios dueños y que el Estado se dedique a gobernar imitándonos en favor de la sociedad?


El cooperativismo, a través del tiempo superando todos los inconvenientes provocados por distintos gobiernos, va en crecimiento, está presentes en los lugares que no son lucrativos ni generan interés en los recaudadores de votos.

En definitiva que los distintos gobiernos se dediquen a contro­larse ellos y dejen de fabricar controles a las cooperativas; mejor dicho, que tomen el ejemplo y se queden tranquilos que nadie va a controlar mejor que nosotros mismos, cumpliendo con la Ley, con los estatutos, con las reglamentaciones internas, en beneficio de todos los asociados en igualdad de condiciones, sin influencia ni acomodos.

Cuando los capitales se van del país, nosotros invertimos; cuando nos preocupó el problema de desocupación, nosotros creamos fuentes de trabajo. Lo que nos falta es lograr una educación de solidaridad en todas las escuelas, formando docentes especializados en todos los establecimientos educativos, los que nos resultará la mejor inversión para un país que está plagado de ñoquis que sólo sirven para entorpecer el desarrollo.

Volviendo al tema del cooperativismo observo que un grupo de pe­queños comerciantes golpean con desesperación las puertas de los gobernantes para que impidan habilitar nuevas sucursales de autoservicios, que por los grandes volúmenes de acopio hacen que los peque­ños del lugar queden fuera de competencia, inevitablemente sin futuro.

Los comerciantes de barrio normalmente trabajan con pequeños capitales y logran la subsistencia poniendo su capital y trabajo personal.

El cooperativismo les ofrece la oportunidad de asociarse, apor­tando sus capitales más su trabajo personal y lograrán volúmenes importantes de compras, mejores precios al público y despreocuparse de la competencia.

Pido perdón si los aburro, pero lo expresado no es ocurrencia mía, tengo argumento valido e indiscutible.

Cuando se pobló nuestro país con productores agropecuarios, tras las malas cosechas eran aprovechadas por las grandes empresas multinacionales, en cuanto al precio y condiciones en 1a compra de la producción... Un preclaro productor, Don Miguel Sájaroff, de la zona de Las Moscas, tuvo la idea de hacer ventas asociativas y construir un galpón en la estación del ferrocarril, superando grandes inconvenientes provocados por intere­ses contrarios, lograron realizar la primera venta cooperativa de cereales.

Así nacieron las cooperativas agrarias de nuestro país. En el año 1900 se fundó la Lucienville de Basavilbaso y luego el Fondo Comunal de Villa Domínguez en 1904. Hoy, en qué estado de progreso se desarrolló el cooperativismo en un país que tiene 100 años de decadencia. Les propongo a todos los gobiernos, de todas las ideologías, que tomen el ejemplo y que no nos controlen tanto.

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