Convirtió 168 goles en los 378 partidos que disputó en su carrera, la cual continúa vigente, ya que en la actualidad, a los 38 años, viste la casaca de Racing (Córdoba). Además, es un jugador récord en el fútbol argentino ya que logró seis ascensos en distintas categorías.
- Arranqué en el Club Santa María de Oro, luego cuando nos mudamos de barrio fui a una escuelita de fútbol que se llamaba Virgen del Valle. Después me llevó Sportivo Las Heras, luego el Club Colegiales, donde debuté en primera, de la mano del DT Oscar Piñeyro, con quien hasta el día de hoy conservamos la amistad. Tengo un cariño muy grande por él y su familia, ya que me ha ayudado mucho con mi viejo, que está en Concordia.
En esta entrevista que le realizó Diario EL PUEBLO, además de recorrer su brillante trayectoria deportiva, nos cuenta sobre la relación con su madre y lo que significa para él que los jugadores más jóvenes lo tomen como un referente.
- ¿Quién le inculcó el amor por el fútbol y lo apoyó en su decisión de ser jugador?
- Mi papá también era jugador de fútbol y se desempeñaba en el mediocampo, pero me contaron era muy calentón, por eso no pudo incursionar más arriba. La que me apoyó en todo fue mi vieja, porque desde chico me gustó jugar y cuando le dije que iba a dejar el colegio para dedicarme al fútbol, ella lo aceptó. Por supuesto que le prometí y después terminé mis estudios y puedo decir que soy una persona de bien gracias a la educación que me dieron en casa.Mis viejos se mataban en el laburo para que a mí no me falte nada, papá primero trabajaba en la fruta y después ingresó al INTA, mamá era ama de casa. Pero después a mi vieja se le complicó debido a una enfermedad (reuma y artrosis deformante). Yo le brindé todos los cuidados, la bañaba y la cambiaba porque estaba restringida en su movilidad, no podía caminar ya que las rodillas se le hinchaban. Todo le hacía yo, también la llevaba periódicamente al médico. Eso me dejó una enseñanza y la verdad que estoy orgulloso de haber hecho lo que estuvo a mi alcance para cuidarla.
Ella falleció hace unos años pero algún día seguramente nos vamos a encontrar en el cielo. Siempre está presente en los momentos buenos y malos de mi vida. Por eso cada vez que convierto un gol miro hacia arriba para dedicárselo porque todos mis goles son para ella. Mamá tuvo la oportunidad de verme jugar en vivo una sola vez, cuando la llevaron a la cancha en silla de ruedas. Tuve la oportunidad de verla ahí y sacarme una foto con ella, que es el recuerdo más lindo que tengo en mi vida.
Con respecto al fútbol, tuve la suerte de recibir consejos de muy buena gente cuando me tocó irme de Concordia y llegué a Patronato para comenzar mi carrera como futbolista profesional. He aprendido mucho de los distintos técnicos que me han tocado y también hice caso a lo que me decían grandes compañeros, con nombres importantes dentro del fútbol argentino y quienes me han ayudado mucho a adaptarme en las ciudades que me tocó vivir para jugar al fútbol.
- ¿Dónde hizo inferiores y cómo siguió la historia después?
- Arranqué en el Club Santa María de Oro, luego cuando nos mudamos de barrio fui a una escuelita de fútbol que se llamaba Virgen del Valle. Después me llevó Sportivo Las Heras, luego el Club Colegiales, donde debuté en primera, de la mano del DT Oscar Piñeyro, con quien hasta el día de hoy conservamos la amistad. Tengo un cariño muy grande por él y su familia, ya que me ha ayudado mucho con mi viejo, que está en Concordia.Después, a los 23 años, me fui a Patronato de Paraná, donde a través de las enseñanzas del DT Marcelo Fuentes aprendí muchas cosas. El grupo humano era excelente, me hicieron sentir como uno más del plantel y me adapté muy rápido.
Gracias a Dios me fue muy bien y pude quedar en la historia del club y en la memoria de los hinchas porque convertí 74 goles (no sé si algún día algún delantero va a poder superar esa cifra) y logramos cosas importantes con el club como dos ascensos, incluido subir a la primera de AFA. Saben que he dejado la vida por la camiseta y por eso siempre me demuestran su cariño.
Me quedé con la espina de no poder jugar en primera con la casaca del “Patrón”. Siempre sigo a la entidad y me pone feliz que puedan continuar en la categoría más grande del fútbol argentino. Me siento orgulloso de saber que pude aportar mi granito de arena.
- ¿Cuáles fueron los clubes en los cuales siguió su carrera profesional?
- Tuve dos épocas en Patronato, luego del ascenso al Nacional B me vendieron a Unión (Santa Fe). Dos años después pasé a Atlético Tucumán, donde también jugué dos temporadas. Luego volví a Patronato (2015) y logramos el ascenso a la primera división. Después me transfirieron a Atlético Venezuela y al año siguiente pasé a Instituto de Córdoba. Luego jugué dos temporadas en Central Córdoba (Santiago del Estero), donde conseguimos dos ascensos en forma consecutiva, a la B Nacional en 2018 y a la Superliga Argentina en 2019.Posteriormente me contrató All Boys, pero no me adapté y terminé rescindiendo el contrato para retornar a Colegiales y jugar la Liga Concordiense por un año. Después pasé a Gimnasia y Esgrima (Concepción del Uruguay) donde jugué una temporada y actualmente estoy en Racing de Córdoba, donde en este 2021 logramos el ascenso del Torneo Regional Amateur al Federal “A”.
- Luego de una dilatada trayectoria ¿se siente un referente para los más jóvenes?
- Obviamente que ellos me toman como uno. Siempre trato de explicarles que esto no es solamente jugar al fútbol y correr detrás de una pelota, sino que hay que tener mucha disciplina, voluntad y estar dispuesto al sacrificio, aguantarse las cosas malas y superarlas con amor propio.La carrera de futbolista también te forma como persona, es como una escuela de vida que te deja enseñanzas día a día. Hoy, ya como un jugador más maduro por la experiencia que me han dejado los años de trayectoria y todos las instituciones por las que he pasado, por ejemplo en mi club actual (Racing de Córdoba) les hablo mucho a los jugadores jóvenes para inculcarles cómo es la vida de un jugador profesional, repitiéndoles que se entrenen, que se cuiden, que tomen esto con seriedad, para que puedan ir por el buen camino tratando de no equivocarse.
También adentro de la cancha, los jugadores de mayor experiencia tenemos la misión de acompañar a los jóvenes, para darles tranquilidad en las distintas situaciones que se presentan en el juego. Tenemos un grupo bárbaro, donde todos tiramos para el mismo lado y la prueba está en que estamos punteros desde hace seis fechas.
Racing (Córdoba) tiene un lindo proyecto de volver a la B Nacional y dentro de unos años el sueño de estar nuevamente presente en el fútbol grande de Argentina, ascendiendo a la primera división, como lo hizo en la década del 80´ y ojalá el día de mañana se les pueda dar.
En lo personal, yo hoy disfruto mucho de este momento, tratando de ayudar desde donde me toque, ya sea jugando o estando en el banco, aportando lo valioso de las circunstancias que me ha tocado vivir para que el club siga mejorando y creciendo.
Hay muchos chicos con excelentes condiciones que en unos años van a ser el futuro de la entidad y uno trata de enseñarles de la mejor manera para que se formen como buenos profesionales.