

El crimen ocurrió aproximadamente a las 16.30 de aquel miércoles, cuando había mucha gente en la calle. Incluso, una mujer caminaba de la mano con un niño al lado de Jairo, cuando dos sicarios que iban en moto, se acercaron, le preguntaron su nombre y comenzaron a dispararle. El peruano corría en zig-zag, de un lado a otro de calle Ameghino, intentando esquivar los balazos. Pero los sicarios tenían suficientes municiones para tirar a mansalva y dar con su blanco. Se tiró detrás de un pequeño tapial para guarecerse, donde lo remataron para asegurar su muerte.

La primera sospechosa fue Abril, la pareja de la víctima. Cuando declaró ante el fiscal en la primera entrevista horas después del crimen, ocultó y tergiversó información. Lo mismo respecto de su amiga. Abril, de 24 años, fue una de las personas detenidas ayer en su domicilio.

Y ayer, Lencina, de 27 años, fue otro de los detenidos, en su vivienda ubicada en una cortada a metros de calle Don Segundo Sombra. En la vivienda tenía 800.000 pesos.
El GPS del taxi
Otra prueba clave apuntó al taxista y permitió reconstruir parte del plan previo y posterior al crimen. El archivo de la geolocalización satelital del auto Fiat Cronos arrojó que el vehículo había ido a la Terminal de Ómnibus de Paraná, donde habría subido a los sicarios y los llevó hasta un domicilio de la zona oeste de la ciudad. Tras un par de diligencias más, según lo encargado, los llevó nuevamente al lugar donde tomarían el colectivo de regreso, luego de perpetrar el asesinato.

Pereyra, de 42 años, fue el tercero de los detenidos en la jornada de ayer.
El fiscal Budasoff los imputará por encubrimiento del homicidio, y habrá que ver si solicita la prisión preventiva en la cárcel u otra medida cautelar. Se espera que, ahora, comience a haber colaboración del entorno de la víctima para poder esclarecer un hecho de sicariato, ya que debe ser esclarecido no solo para evitar la impunidad, sino para dejar un mensaje de que este tipo de homicidios por encargo no deben tener lugar en Paraná ni en la provincia.
El trasfondo de los préstamos de narcos peruanos en Paraná
Una de las principales hipótesis sobre el móvil detrás del homicidio de Carlos Daniel Tello Morales es la actividad que el joven peruano desarrollaba en Paraná: los préstamos informales. Podía prestar pequeñas sumas a quien necesitara efectivo rápidamente, pero principalmente los créditos eran por sumas de alrededor de medio millón de pesos o más a personas vinculadas al narcotráfico. Como el caso del hombre del barrio San Martín, conocido como Ruso, en cuya casa Jairo había estado unos minutos antes de ser asesinado por los sicarios.
Una de las principales hipótesis sobre el móvil detrás del homicidio de Carlos Daniel Tello Morales es la actividad que el joven peruano desarrollaba en Paraná: los préstamos informales. Podía prestar pequeñas sumas a quien necesitara efectivo rápidamente, pero principalmente los créditos eran por sumas de alrededor de medio millón de pesos o más a personas vinculadas al narcotráfico. Como el caso del hombre del barrio San Martín, conocido como Ruso, en cuya casa Jairo había estado unos minutos antes de ser asesinado por los sicarios.
