LAUTARO OJEDA VENCIÓ AL MARPLATENSE ENZO CALAFATE EN PARANÁ

De acuerdo a la planificación del combate pergeñada previamente junto a su entrenador Fernando Rodríguez, y como no habían visto pelear a Calafate, Lautaro salió a estudiar a su rival, un boxeador de extremidades largas, con mayor alcance, aunque con defectos en su postura, lo cual le fue dando señales a Ojeda de donde podían estar los puntos flojos para poder aprovecharlo.
De todas maneras, luego de tres combates en el campo rentado, invicto y con dos victorias por la vía del knock out, había que prestarle mucha atención al marplatense y no subestimar su campaña.
El primer asalto se consumió sin mayores apremios para el púgil local, que esperó cautelosamente el desarrollo para analizar los movimientos de su adversario. La actitud de sacar las manos e intentar el ataque mediante profundos jabs y la búsqueda de conectar con golpes voleados (que no por desordenados dejan de ser peligrosos), le dio la ventaja parcial (10-9) a Calafate en el análisis de los especialistas de TyC Sports.
A partir del segundo capítulo se comenzó a ver al verdadero Lautaro, que abandonó la postura especulativa del principio para avanzar (cada vez que veía la posibilidad), logrando arrinconar contra las cuerdas a su adversario, castigando con una variedad y cantidad de golpes que sorprendieron al oriundo de la «Perla del Atlántico».
A partir del segundo capítulo se comenzó a ver al verdadero Lautaro, que abandonó la postura especulativa del principio para avanzar (cada vez que veía la posibilidad), logrando arrinconar contra las cuerdas a su adversario, castigando con una variedad y cantidad de golpes que sorprendieron al oriundo de la «Perla del Atlántico».
Ojeda siempre se mostró mejor armado en su postura y más fuerte en los intercambios. Con buenos movimientos de cintura evitaba los golpes rivales y era certero para mostrarle su potencia a un Calafate que comenzó a abrir más grande la boca, buscando el oxígeno que necesitaba para resistir el tránsito sobre el ring de un adversario que caminaba mejor que él y en un trámite de combate muy distinto al que se presentó en el round inicial.
El paso de los campanazos y de los minutos fue consolidando en su labor al villaguayense, que llegó a las vueltas finales mucho más determinado, con mejor preparación física y con la soltura propia de quien se sabe dominador de la contienda.
El gran trabajo de Lautaro Ojeda fue reconocido por dos jueces que lo vieron ganador: Juan Weimer (40-36) y Osvaldo Muñoz (39-37). Mientras que como lamentablemente, ya es habitual (y a pesar de su vasta experiencia), el restante colegiado pareció haber estado mirando otra pelea: Javier Geido, quien dio un empate en 38 puntos. En fin, el boxeo nos tiene acostumbrados a los fallos polémicos, aunque en este caso, la verdad de lo que había sucedido sobre el cuadrilátero primó por sobre los favoritismos y el representante de Villaguay se quedó merecidamente con la pelea.
De esta manera, Ojeda mantuvo su imbatibilidad al lograr el segundo triunfo luego de tres presentaciones como boxeador profesional (además tiene una igualdad). Mientras que Enzo Calafate dejó su invicto en Paraná y su campaña quedó con 5 combates, 3 ganados (2 por KO), 1 derrota y 1 empate.
Lautaro Ojeda festejó junto a su equipo, integrado por Fernando Rodríguez (entrenador), César Munilla (preparador físico), Boris Gallicet (kinesiólogo).
Cabe acotar que Ojeda cuenta con el apoyo permanente de Brian Arregui, su amigo y compañero de entrenamientos en el Ejército, pero que además también significa para él un ejemplo de conducta deportiva y un espejo donde mirarse para seguir escalando posiciones en este duro y exigente mundo del pugilismo profesional. (Fuente: El Pueblo).
El paso de los campanazos y de los minutos fue consolidando en su labor al villaguayense, que llegó a las vueltas finales mucho más determinado, con mejor preparación física y con la soltura propia de quien se sabe dominador de la contienda.
El gran trabajo de Lautaro Ojeda fue reconocido por dos jueces que lo vieron ganador: Juan Weimer (40-36) y Osvaldo Muñoz (39-37). Mientras que como lamentablemente, ya es habitual (y a pesar de su vasta experiencia), el restante colegiado pareció haber estado mirando otra pelea: Javier Geido, quien dio un empate en 38 puntos. En fin, el boxeo nos tiene acostumbrados a los fallos polémicos, aunque en este caso, la verdad de lo que había sucedido sobre el cuadrilátero primó por sobre los favoritismos y el representante de Villaguay se quedó merecidamente con la pelea.
De esta manera, Ojeda mantuvo su imbatibilidad al lograr el segundo triunfo luego de tres presentaciones como boxeador profesional (además tiene una igualdad). Mientras que Enzo Calafate dejó su invicto en Paraná y su campaña quedó con 5 combates, 3 ganados (2 por KO), 1 derrota y 1 empate.
Lautaro Ojeda festejó junto a su equipo, integrado por Fernando Rodríguez (entrenador), César Munilla (preparador físico), Boris Gallicet (kinesiólogo).
Cabe acotar que Ojeda cuenta con el apoyo permanente de Brian Arregui, su amigo y compañero de entrenamientos en el Ejército, pero que además también significa para él un ejemplo de conducta deportiva y un espejo donde mirarse para seguir escalando posiciones en este duro y exigente mundo del pugilismo profesional. (Fuente: El Pueblo).