
La semana pasada, menos de 24 horas después de subir al escenario del Teatro Colón junto con el equipo del programa de radio Lanata sin Filtro y dar un discurso de agradecimiento en nombre de sus compañeros, Érica Olijavetzky habló con EL PUEBLO acerca su trayectoria en numerosos medios de comunicación de Buenos Aires y sobre algunos aspectos específicos de su tarea en la actualidad. También dejó en claro que le gusta mucho más la radio que otros medios, y bastante más su Villa Domínguez natal que la ciudad de Buenos Aires.
Años intensos
Después de terminar la secundaria en la Escuela Alberto Gerchunoff de Villa Domínguez, Érica se fue a vivir a Buenos Aires en 1997 y una de las primeras cosas que hizo allá fue hablar con el periodista Alfredo Leuco, que había visitado Domínguez dos años antes y le había dicho que lo fuera a ver cuando terminara el colegio. Él le aconsejó estudiar en TEA, porque ahí iba a poder aprender el ‘periodismo real’ y ella siguió el consejo: se anotó, cursó la carrera, la terminó y, previsiblemente, recibió el título de manos del propio Leuco.
Poco después empezó a trabajar en Radio Del Plata, atendiendo el teléfono, que “es el último escalón de un puesto en los medios” y a la vez un lugar donde es posible hacerse “amiga” de los oyentes.
En 2001 ingresó en la revista El Paparazzi para hacer guardias periodísticas, una tarea “demasiado sacrificada” porque, por ejemplo, “hay que quedarse 14 horas a la puerta de la casa de Susana Giménez, o ir a los aeropuertos para ver llegar de algún famoso”. Con el tiempo empezó a cansarse y un día dijo “hasta acá llegué”. Y se fue. Volvió entonces a Del Plata, esta vez al programa de Román Lejtman en la primera mañana, “un horario durísimo, porque hay que levantarse a las cuatro” pero al que ella consiguió adaptarse sin demasiados problemas. Y dos años después empezó a trabajar en una sección llamada “Espía”, del diario Perfil, que “tenía mucho de salir a eventos a chusmear un poco qué hacían las personalidades”.
A finales del 2004 volvió a Radio Del Plata para hacer producción, primero en el programa de Lanata y luego en el de Reynaldo Sietecase. Y por entonces también trabajó en el programa “Memoria”, de Chiche Gelblung en Canal 9. Mientras tanto siguió con Lanata en casi todo: el diario Crítica, el teatro de revista en el Maipo y el programa DDT en Canal 26. Solamente lo perdió un poco de vista cuando él se fue a hacer una serie de documentales al exterior: durante ese tiempo, ella trabajó en el programa políticoeconómico de Maximiliano Montenegro en Canal 26, y después en CN23, donde tenía varias amigas y buenos horarios.
El año pasado Lanata volvió a llamarla para invitarla a hacer producción en Radio Mitre a la mañana. “Le dije que sí, pese a estar embarazada de 8 meses de mi segundo dijo. Y sigo ahí en 2013”.
- ¿Te sentís afectada por “la grieta” entre los argentinos de la que habló Lanata en los Martín Fierro?
- Para nada. Si algún político (oficialista u opositor) me pide que haga producción periodística, no tengo ningún problema en hacerlo. Eso es para ciertas personas que tienen influencia. Yo soy sólo una más: una trabajadora que está todo el día intentando conseguir una nota. En realidad, hay muy pocos productores militantes. Serían poco inteligentes.
- Vos decís entonces que la grieta no es tan grande...
- Coincido con Lanata en que hay familias que se han dividido por diferencias políticas, y amigos que dejaron de serlo porque sienten pasión por uno u otro extremo. Pero yo no soy así: a mí no me pasa. Puedo estar a favor o en contra de determinadas ideas del gobierno, pero eso no implica ponerme ninguna camiseta.
- ¿En qué consiste específicamente tu trabajo de productora?
- Los entrevistados en radio y televisión no aparecen mágicamente, sino que es necesario buscarlos, llamarlos y convencerlos de que salgan a hablar sobre determinado tema. De eso me encargo yo.
- Parece importante la capacidad de ganarse la confianza de la gente...
- Sí, totalmente. Es como un poder de seducción: lograr que tal o cual persona quiera hablar en la radio. Ahora, por ejemplo, es muy complicado, casi imposible, conseguir que alguien del kirchnerismo quiera salir al aire con Lanata, por más que off the record no haya problemas. También es importante tener una buena agenda: nunca se sabe si mañana vas a necesitar hablar de nuevo con alguien.
- Y esa vinculación con la gente a vos te sale bien...
- Nunca me he peleado con nadie. De hecho, en los Martín Fierro me encontré con un montón de ex compañeros. Mi trabajo es un disfrute: siempre supe lo que quería y tengo la dicha de poder hacerlo. Me siento una afortunada. Agradezco todos los días poder trabajar de esto, en esta ciudad que es tan bestial. No sé si lo hago bien o no (no lo puedo decir yo sino quienes me dan trabajo) pero soy feliz haciéndolo. Y siempre trato de que esté contenta la gente que trabaja conmigo.
- ¿Cómo es trabajar con Lanata?
- No puedo ser muy objetiva porque hace ya varios años que estoy con él. Es muy divertido y también muy terco. Una vez que decidió algo, no deja de sostenerlo. Por otro lado es muy sencillo: le gustan dos o tres cosas puntuales, y nada más. Es mucho más simple que otros que quisieran tener un poco más de fama o de nivel.
- Si vos decís que Lanata es “terco” en una entrevista y después él se entera, ¿qué pasa?
- No sé. Quizá me lo va a preguntar.
- ¿Se enojaría?
- No no. Me preguntaría si es verdad que pienso así. Pero enojarse no. Quizá por otras cosas, pero no por lo que uno opina.
- ¿Qué cosas lo enojan?
- Por ejemplo, una nota que se corta al aire 20 veces, o no conseguir algo que está al alcance de otros medios. Son enojos del momento: nada que dure demasiado. Además, yo también me enojo con él y nos decimos las cosas en la cara, como le pasa a cualquiera.
- ¿Y otros periodistas? Alfredo Leuco, Maxi Montenegro...
- Leuco es muy bueno en todo sentido: es super bondadoso y es un gran periodista. Todos sus compañeros van a decir lo mismo. Y Maximiliano Montenegro tiene objetivos muy claros y va hacia ellos. Siempre respeté la personalidad de cada uno.
- ¿Y Mirtha Legrand?
- Las reuniones de trabajo son en su casa, así que fui un par de veces a tomar el té con ella. Es muy amable y muy profesional. Para aprender mucho. De todas maneras, estoy a punto de dejar ese trabajo porque no está siendo muy respetado el arreglo económico que pacté inicialmente.
- ¿Cuáles son tus objetivos para el mediano plazo? Digamos, cinco o diez años...
- Me veo con mi programa propio. Por eso voy todos los días a la radio no solamente a trabajar sino también a aprender algo nuevo todos los días, hace mucho tiempo. De hecho, cada vez que Lanata está por llegar tarde o avisa que no viene, siempre le digo que no se preocupe, que hoy empieza el “Olijavetzky Show”.
- ¿Te gusta más la radio, la televisión o los medios gráficos?
- La radio cien veces. Porque es todo: es la imaginación, lo espontáneo, lo inmediato, lo más antiguo y lo que siempre te hace compañía en cualquier lugar y momento. Además te deja tiempo para hacer otras cosas. La tele en cambio te consume la vida: es una filosofía que no está en mis planes, al menos por ahora. Y la gráfica es muy sedentaria: hay que estar muchas horas en mismo lugar, en la misma silla.
- ¿Venís con frecuencia a Entre Ríos?
- Sí, una vez por mes. Me encanta caminar por las calles de Domínguez, ir al negocio de mi papá, ir a ver a mi abuela, hablar con mis tíos, mis primos, todos. Ahí me encuentro con la vida real. Por más que me haya enamorado de un porteño (Leandro, su marido) y tenga dos hijos porteñitos (Tobías, de tres años, y Benjamín, de uno), siempre digo que Buenos Aires es una ciudad sólo de paso para mí.
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Érica textual
* “El círculo de los medios en Bueno Aires es muy chiquito. Cuesta entrar pero después te conocés con todos, amigos y enemigos”.
* “No tengo muchos secretos que contar acerca de los periodistas famosos, porque lo mío siempre fueron relaciones laborales. No puedo decir que tal o cual es mi mejor amigo y que nos juntamos a comer asado”.
* “Si bien me gusta trabajar en forma horizontal, soy responsable por toda la gente que nombré [cuando Érica subió al escenario con Lanata en la noche de los Martín Fierro y agradeció al equipo de la radio]: me pareció lindo nombrarlos para que estuvieran también presentes en la ceremonia".