Por Alfredo Serra (*)
En la Argentina corren los convulsos y sangrientos años 70. Pero en la madrileña Puerta de Hierro sólo se baraja el futuro. Una noche, en la mesa chica de los peregrinos eternos, Perón pregunta:
– ¿Cómo anda la oposición?
La respuesta es más obsecuente que real:
– No existe, general.