Se fue a Brasil a buscar al amor que conoció en Japón, pero todo cambió
20 mil kilómetros de distancia y una apuesta por lo que parecía ser "el motor de su vida" guiaron a Victoria hacia los brazos de quien, con esfuerzo y paciencia, había sabido ganarse su corazón. Joven, inocente y tomando como ejemplo lo que veía a su alrededor se aventuró en una relación que, desde el primer momento, le dio inseguridad.