CATA ALZAMENDI: “SOY MUY PERFECCIONISTA EN EL SENTIDO DE SIEMPRE PRETENDER SUPERARME O LOGRAR ALGO MÁS”
Catalina y chicos en el último torneo regional |
Desde hace cuatro años, la villaguayense Catalina Alzamendi trabaja como entrenadora de tenis en Buenos Aires, en el Club Atlético River Plate. Durante este tiempo, promocionó a una numerosa cantidad de jugadores infantiles que representan de la mejor manera a la institución “millonaria” en diversos torneos tanto a nivel regional como nacional. Mientras que otros alumnos emigraron a distintas entidades donde también se destacan. Recluida en su departamento de Núñez y cumpliendo con el aislamiento obligatorio impuesto por el gobierno nacional para combatir la propagación del COVID-19, charló de esta manera con EL PUEBLO.
- ¿Cuál fue el balance de la temporada 2019 en el tenis infantil de River Plate?
- El 2019 fue un año muy bueno, donde muchos chicos pasaron de categoría. Yo en River trabajo con los más chiquitos, desde que arrancan a los 6 o 7 años hasta los 12. En la temporada pasada tuve a dos o tres alumnos compitiendo en categoría Sub 12, que era para ellos la inserción en la competencia. Cuando arrancamos este año intentamos aprovechar la experiencia lograda en el 2019 y era justamente donde se iban a ver los resultados. Tuvimos un excelente comienzo con la participación en el primer regional ya que uno de mis chicos, que está ubicado como N° 3 de Buenos Aires en su categoría, llegó a semifinales tanto en singles como en dobles y anteriormente también había ganado un torneo. Pero ahora se frenó todo con esta suspensión de actividades por el coronavirus.
Cata y algunas de sus alumnas, con el Monumental de fondo |
- Yo tomo a los chicos apenas ingresan al club. Hay etapas formativas en las cuales se entrena en canchas de dimensiones reducidas y con pelotas distintas (que pican menos) para darle un poquito más de tiempo al nene para llegar a la pelota, poder acomodarse y pegarle bien. De esta manera no llega tan exigido y tiene que sacar su tiro apurado como lo demanda el pique de la pelota normal. Con esto se enseña a pegarle en forma correcta a la pelota y se evita que el chico la impacte como sea para pasarla hacia el otro lado de la red. Le brinda el tiempo necesario para que pueda armar su golpe y mantener un ritmo de juego acorde a su edad y estructura física. En el proceso de aprendizaje un chico de 6 años que recién entra al club comienza en cancha roja, luego pasa a cancha naranja, después, cuando es Sub 10 juega en cancha verde (acá ya es cancha grande aunque la pelota pica un 25% menos) y posteriormente pasa a categoría a Sub 12 donde ya juega con la pelota común. A medida que van cumpliendo ciertos objetivos avanzan de nivel. Yo desde hace cuatro años trabajo con muchos alumnos y además de formarlos, mi principal misión consiste en insertarlos dentro de la competencia. El tenis es un deporte en el que lamentablemente los chicos cambian mucho de club. Algunos padres piensan que si en una institución hay uno o dos chicos que juegan bien, si su hijo se va ahí también lo va a hacer. Pero sabemos que esta no es real, porque no funciona así el proceso. Así como se han ido del club chicos que yo formé, han llegado otros que comenzaron en distintas entidades pero que se vinieron con nosotros porque tienen como referencia a algunos pibes que hicimos en River. Estoy muy conforme con nuestro trabajo realizado en cuanto a lo formativo.
- ¿Hay algún alumno del cual te sentís orgullosa por sus virtudes y logros?
- Para mí era este el año en el cual iba a explotar todo ese trabajo que estoy haciendo, porque tengo chicos con un año de experiencia en esta categoría y ya podían empezar a competir a nivel nacional (hasta Sub 10 sólo es torneo regional y nacionales por equipos), mientras que en Sub 12 se pelea por un lugar en el ranking. Ahí es donde se vé realmente el trabajo. Estoy muy contenta porque con uno de ellos hemos logrado algo importante, se llama Felipe Brain y tiene 12 años. Su proyecto personal era meterse entre los cinco mejores del ranking de Buenos Aires (lo consiguió ya que se ubica en el puesto N° 3) y entre los diez primeros de Argentina. Felipe es un chico que hasta el año pasado jugaba a la defensiva porque son categorías en las cuales se permite hacerlo. En Sub 10 y Sub 12 al principio les cuenta atacar, entonces lo que hacen es correr y meter la pelota pasándola del otro lado. Trabajamos mucho durante la pretemporada en la transición que debe llevar a cabo, convirtiéndose en un jugador ofensivo. Para esto debe saber tomar las decisiones necesarias para ganar el punto sin esperar el error del adversario. Y lo logró muy bien porque de diez partidos oficiales que jugó durante el año (en un torneo abierto y en otro regional), ganó ocho y perdió solamente en una semifinal y en la final de otro certamen. Además Felipe tiene un muy buen saque, lo cual es difícil de lograr en chicos de estas edades y también tiene una buena mano con la cual puede hacer un cambio de juego con algún drop o toque en cualquier momento del punto, esto le dá una gran ventaja sobre el resto.
Catalina junto a Felipe Brain, actual N° 3 de Buenos Aires |
- ¿Qué preferís, que venga al club un chico que por primera vez agarra una raqueta o uno que ya trae fundamentos técnicos y tomó vuelo en otra institución?
- Los dos significan lindos desafíos. Me gusta trabajar con chiquitos que recién arrancan porque absorben de mejor manera todo lo nuevo que se les enseña y los puedo moldear más fácil a lo que a mí me gusta. Pero también está bueno que venga un chico que ya juega un poco y poder perfeccionarlo en su desarrollo, aunque a veces traen cosas que son más difíciles de cambiar o corregir. Pero son trabajos distintos, me siento más identificada cuando un alumno juega al estilo que a mí me gusta enseñar. Además el chico que viene de cero se adapta mejor a las formas que tenemos nosotros en River, por ejemplo conducta, compañerismo y maneras de entrenar.
- ¿De 1 a 10 que nivel de realización tenés en tu vida como entrenadora de tenis trabajando en River Plate?
- Creo que todavía es un poco pronto para saberlo. Ahora en abril estoy cumpliendo cuatro años como “profe” en River. De lo que me gustaría hacer en cuanto a formar chicos, creo que lo estoy haciendo muy bien, pero considero obviamente que aún me faltan cosas tales como capacitarme y perfeccionarme. Si a esta pregunta me la hacen el día después de un torneo donde alguno de mis alumnos llegó a semifinales (como pasó en el último certamen con Felipe Brain), contesto que un 10, porque se cumplió el objetivo que nos habíamos propuesto, que este chico quede dentro de los cinco primeros del ranking y se ubicó en el puesto 3, con lo cual me siento super realizada. Pero creo que soy demasiado perfeccionista en el sentido de querer superarme o lograr algo más todo el tiempo. Por eso nunca voy a sentir que la calificación es un 10, sino que siempre tengo que encontrarle una vuelta para mejorar y siento como que estoy siempre en esa búsqueda.