La tristeza sacude nuevamente a la familia López del barrio Anselmo de Candelaria, Misiones. Esta mañana de viernes, Beatriz Rosa Sosa fue hallada muerta por su nieta de 18 años, quien al encontrar a su abuela desvanecida, llamó al Comando Radioeléctrico. Los policías, al llegar al lugar junto a la médica de guardia del hospital, Andrea Viveros, constatan que la mujer estaba sin signos vitales y al desconocerse la causa del fallecimiento, se preserva el lugar para las pericias correspondientes y el cuerpo será sometido a una autopsia para establecer las causas del deceso.
La historia de Beatriz Sosa fue relatada por El Territorio cuando en noviembre de 2013 su hija Miriam Lopez (31) salió a hacer compras en la noche del 25 de ese mes y nunca más regresó al hogar.
Beatriz hizo múltiples denuncias, incluso relató en una de esas denuncias, que a su hija la llevó un joven, que, como sabía que ella padecía epilepsia, la bajó frente a la comisaría local y se fue.
La búsqueda de Beatriz fue intensa y cargada de dolor, con una luz de esperanza cada vez que alguien le decía que creía haber visto a Miriam, como el caso de un joven correntino quien aseguró haberla visto con un bebé en un prostíbulo en Corrientes, situación que golpeó fuerte a Beatriz ya que cuando ella dio aviso a la Policía de Candelaria sobre el dato, el joven se desdijo y la búsqueda empezó de cero nuevamente.
Beatriz y su familia pasaron por muchas situaciones difíciles , entre ellas excavaciones que realizaron en el patio de su casa por orden del juez buscando a la chica, pruebas de luminol, allanamientos en la vivienda, todo sin resultado positivo.
Junto a su otra hija, Beatriz empapeló la localidad de Candelaria y localidades vecinas con la foto y datos de su hija y un día se encontró con que manos anónimas habían arrancado todos los afiches, según denunció Beatriz a El Territorio en junio de 2014, pero volvió a intentar, sin obtener resultados.
Luis López en su momento había declarado, "voy a seguir buscando a mi hija, moriré buscándola y ojalá Dios me de vida para poder volver a abrazarla nuevamente y que los responsables vayan a prisión".
Hoy al dolor por la desaparición de su hija quien actualmente tendría 38 años, se le suma la repentina muerte de su compañera de vida.
