Agustín Gabirondo: “TRABAJAMOS CON LOS MAYORES MEDIOS DE TRANSMISIÓN DEL VIRUS”


Como consecuencia de la pandemia de Covid 19, todas las actividades relacionadas con los profesionales del arte de curar se tornaron más peligrosas. Por su parte, los odontólogos trabajan a escasos 20 centímetros de la boca de sus pacientes, con la saliva, la sangre y las mucosas como los vectores más probables de contagio. Por eso su labor se convierte en un gran factor de riesgo que hay que proteger. EL PUEBLO dialogó con Agustín Gabirondo, quien revela los detalles del protocolo de atención que se utilizará de ahora en más en todas las consultas odontológicas.

“Nosotros trabajamos con saliva y sangre, los mayores medios de trasmisión y principales vectores que tiene el virus. El Colegio de Odontólogos de la Provincia de Entre Ríos nos dicta las normas de trabajo en estas circunstancias, las cuales debemos cumplir bajo un estricto un protocolo.

"El Colegio se rige por las recomendaciones de los Ministerios de Salud de la Provincia y de la Nación. Los protocolos abarcan desde la sala de espera, la cual tenemos que preparar, sacando revistas y afiches, lo que usualmente disponían los pacientes como entretenimiento mientras esperaban su turno.

"Además, el paciente debe concurrir solo a la consulta, salvo que sea menor de edad o un adulto mayor con inconvenientes de motricidad.

"Obviamente que la sala de espera se toma como un área “sucia” y debe tener la menor cantidad de gente posible.

"Antes de entrar al consultorio, el paciente debe lavarse las manos, además se le da botas de friselina y una cofia para que se ponga.

"No es necesario que utilice guantes ni gafas, pero en ocasiones también se les brindan estos elementos.

"Una vez que ingresó, se le coloca alcohol en gel en las manos y nosotros lo recibimos preparados con toda nuestra protección personal: Barbijos N 95, que pueden ser reforzado por uno quirúrgico, cofia, gafas o pantallas de protección ocular.

"También utilizamos batas y botas de friselina y guantes, o en su defecto se puede utilizar un mameluco especial (Trivet o 3M).

"Una vez que el paciente entró al consultorio, se le retira el cubreboca y se le hace realizar un buche con agua oxigenada y ya estaríamos preparados para la atención.

"Nosotros solamente estamos autorizados para atender urgencias, como lo son distintos tipos de dolores o molestias. Además se trata de no utilizar la turbina (el torno).

"El problema que se genera con este instrumento es que produce lo que se denomina aerolización, es decir que vuelan partículas de saliva mezcladas con agua y esto es lo que genera el mayor peligro de contagio, ya que las partículas quedan suspendidas en el aire y pueden durar allí alrededor de una hora.

"Cualquier tratamiento que involucre el uso de la turbina se debe posponer para más adelante.

"Una vez finalizada la consulta se necesita de un tiempo extra para abrir y ventilar el consultorio porque hay que descontaminar todo el ambiente.

"Por esta razón no se puede recibir a un paciente atrás del otro, sino que hay que esperar por lo menos una hora entre cada uno. Se atienden dos por la mañana y dos por la tarde, más de eso no se puede.

"Además, hay una entrevista telefónica basada en un cuestionario breve que se le realiza al paciente antes de darle el turno.

"Se lo indaga para conocer su estado de salud en los últimos días. Luego se le hace firmar una declaración jurada con las preguntas de estilo en estos casos, por ejemplo, si tuvo fiebre o si estuvo en contacto con pacientes que hayan dado positivo de Covid 19.

"El otro problema que tenemos es la falta de insumos ya que algunos elementos son muy difíciles de conseguir (por ejemplo kits de protección, barbijos especiales, guantes) y el incremento en los costos durante este último tiempo ha sido bastante importante".

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