Nos vamos. Con un nudo en la garganta, la voz seca y quebrada y los ojos desbordados, pero orgullosos de una vida compartida con ustedes. Y es que eso ha sido: una vida. Una vida de esfuerzo, de sudor, de lágrimas, de sonrisas, y de muchísimos momentos dulces. Y no ha habido nada más grande que disfrutar del inolvidable camino en familia.
Desde el primer minuto hemos intentado que se sintieran como en casa, como niños que se recreaban en la más simple de las viandas. Hemos hablado de mil y una historias, que albergarán para siempre estos muros, y permanecerán en nuestro corazón. Por eso sólo podemos estar eternamente agradecidos por habernos convertido en lo que somos hoy, nunca los olvidaremos. Gracias.
Nunca olvidaremos también a todo aquel compañero de trabajo que formó parte de Manolo's2, contribuyendo a la familia con risas e encuentros inolvidables que palpitan como tantos recuerdos dentro de nuestros corazones.
Nos duele mucho desde lo más profundo de nuestro ser dejar todo el sacrificio logrado juntos.
Con un gran abrazo les agradecemos de todo corazón por pertenecer a la gran familia que formamos. Gracias infinitas a todo el personal que pasó por Manolo's2.
Si recordás algunos de nuestros platos que un día te hizo sonreír es porque logramos nuestro cometido. Cada vez que esa sensación les ronde la mente nos volveremos a encontrar.
Sin duda ha merecido la pena.
Nos han hecho infinitamente felices.
GRACIAS, Y HASTA SIEMPRE.
Servicialmente los saluda y agradece
Cristian Gabriel Duré