- ¿Cuándo arrancó tu romance con ADEV?
- Nací en una cuna “azul” porque mi mamá era de ADEV. Pero mi viejo era de Sarmiento, al igual que toda la familia Almada, pero cuando se pusieron de novios, ella lo llevó a ADEV. Vivíamos en San Martín 54 y la cancha de básquet del “linyera” estaba a una cuadra. Allí hice todas las intermedias del básquetbol hasta llegar a la primera división y también todas las inferiores en el fútbol, alcanzando la división superior. ADEV era el “patio de mi casa”. Las formativas de ADEV en el básquet eran regulares, aunque participé de una muy buena Selección Juvenil de Villaguay, dirigida por Daniel Oliva. La suerte nos fue esquiva porque debimos ser los campeones pero perdimos la final contra Paraná en Colón. Jugaban entre otros “Chuzo” González, Alejandro Bahler, “Chunguito” Enríquez, Carlitos Huck y Sergio Achor. En el fútbol de ADEV integré una cuarta división excelente, donde compartí equipo con grandes jugadores, con quienes después subimos a primera.
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- Has sido un técnico muy prolífico, ya que pocos pueden darse el lujo de haber dirigido desde las categorías más chiquitas hasta primera en mujeres y varones.
- Sí, me dediqué a dirigir todas las intermedias femeninas de ADEV, desde mosquitos hasta primera, cuando el básquet de mujeres era una locura en nuestra ciudad. Y también empecé a trabajar como asistente de Alejandro Cinto en intermedias masculinas, desde 1995 hasta el 2003. Logramos el primer título de la historia para Villaguay en categorías intermedias, con un gran equipo de Infantiles de ADEV, que tenía entre otros a “Juani” Bouvet y “Gula” Martínez. Paralelamente, seguí jugando en primera junto a Marcelo Belli, “Negro” Rupani, “Yuri” Rovetta, “Gringo” Eckerdt, Diego Rodríguez, Mario Dimotta, Máximo Lugrín, “Pacucho” Baima, entre otros. Después, ya en el último tramo de mi carrera, para jugar la Liga llegaron “Huguito” Van Derdonckt, Marcelo Tolomei, “Gordo” Uhrich, Carlitos Monjo y nos dirigía el “Gordo” Ayala. Me despedí de la primera división jugando los recordados torneos comerciales que organizaba ADEV, obteniendo el título con Polo Gas.
- Las responsabilidades aumentaron al tomar la conducción de los equipos de Liga.
- Como entrenador de primera, durante 2007 y 2008 fui asistente de Alejandro Cinto en Villaguay Básquet mientras que en 2009 dirigí solo al mismo equipo y logramos llegar a la final perdiendo contra Sportivo San Salvador. Me dolió mucho esa derrota, no quise saber nada con la pelota de básquet por mucho tiempo. Estuve tres años alejado y en el 2013 me llamaron para dirigir a Huracán en la Liga “C”. Hicimos una campaña muy destacada, perdiendo contra Parque Sur en lo que fue (según dicen los que más saben) la mejor semifinal de la historia de la Liga, ya que al mejor de cinco partidos, tres de ellos terminaron en tiempo suplementario. Teníamos un equipo fantástico, con “Teco” Jerez, “Juampi” Camino, el “Chino” Carulla, entre otros. Sin dudas que una de las más grandes alegrías de mi carrera como entrenador fue el campeonato que ganamos en 2015 con la Selección de Mayores en cancha de Huracán. Me emocioné mucho porque hacía poquito tiempo que había perdido a mi viejo, quien fue entrenador y dirigente de la Asociación de Villaguay. Además, pasaron una gran cantidad de jugadores y técnicos deseando ser campeones y nos tocó a nosotros, fue el primer y único título de la historia que ganó nuestra ciudad en primera división a nivel selecciones. En el “Globómetro” estoy invicto porque desde que se inauguró no perdí ningún partido como DT de Huracán y con la Selección de Villaguay tampoco. En 2017 jugamos un repechaje para clasificar al Entrerriano y le ganamos a Paraná en un partido tremendo que se definió en tiempo suplementario.
- Como jugador integraste aquel recordado equipo de Sarmiento que participó de la Liga con los dos norteamericanos y causó un inusitado furor en toda la región.
- Sí, fue algo hermoso, estuve dos años en Sarmiento. Además de jugar con amigos como Marcelo Tolomei y el “Gordo” Uhrich, compartimos cancha con los dos “yankis”, Ricky y Edgar, unos jugadores tremendos y que además eran excelentes personas. La cancha se llenaba de manera increíble. Luego, en la temporada 1988/89 tuve la suerte de jugar la Liga “C” en Peñarol de Rosario del Tala. Estuve siete meses viviendo allá, teníamos muy buen plantel, jugué con Juan Torriani, “Patita” García, el cordobés Waldemarín y un uruguayo Caimi.
- ¿Cuáles fueron los logros más importantes en el fútbol vistiendo la casaca de ADEV?
- Tuve la suerte de integrar grandes equipos, con compañeros como “Checo” Barreto, Jorge Ojeda y “Pavila” Faust, después se sumó Arturo Barhich y salimos campeones. Después llegaron “Caniya” Declerq, “Panchito” García y el “Negrito” Reyes como refuerzos para jugar el provincial. En la temporada 89/90 ya se empezó a entrenar todos los días, con lluvia o con frío, organizábamos comidas, salíamos juntos con las novias o las señoras, se fue formando aquel gran equipo que bajo la conducción de Alberto Maldonado obtuvo cuatro títulos en forma consecutiva y también logró el subcampeonato en el Regionalito, tras perder la final contra Atlético Diamantino. El “Papi” era un crack para armar grupos, un adelantado en muchos aspectos de la dirección técnica, consiguió unirnos a todos, nos hizo hermanos y se lograron cosas importantes.
- Sí, fue algo hermoso, estuve dos años en Sarmiento. Además de jugar con amigos como Marcelo Tolomei y el “Gordo” Uhrich, compartimos cancha con los dos “yankis”, Ricky y Edgar, unos jugadores tremendos y que además eran excelentes personas. La cancha se llenaba de manera increíble. Luego, en la temporada 1988/89 tuve la suerte de jugar la Liga “C” en Peñarol de Rosario del Tala. Estuve siete meses viviendo allá, teníamos muy buen plantel, jugué con Juan Torriani, “Patita” García, el cordobés Waldemarín y un uruguayo Caimi.
- ¿Cuáles fueron los logros más importantes en el fútbol vistiendo la casaca de ADEV?
- Tuve la suerte de integrar grandes equipos, con compañeros como “Checo” Barreto, Jorge Ojeda y “Pavila” Faust, después se sumó Arturo Barhich y salimos campeones. Después llegaron “Caniya” Declerq, “Panchito” García y el “Negrito” Reyes como refuerzos para jugar el provincial. En la temporada 89/90 ya se empezó a entrenar todos los días, con lluvia o con frío, organizábamos comidas, salíamos juntos con las novias o las señoras, se fue formando aquel gran equipo que bajo la conducción de Alberto Maldonado obtuvo cuatro títulos en forma consecutiva y también logró el subcampeonato en el Regionalito, tras perder la final contra Atlético Diamantino. El “Papi” era un crack para armar grupos, un adelantado en muchos aspectos de la dirección técnica, consiguió unirnos a todos, nos hizo hermanos y se lograron cosas importantes.
- La vida te puso un obstáculo inmenso en relación a tu salud y con valentía lo superaste.
- En el año 2003 yo estaba terminando la temporada de mini en ADEV y paralelamente jugando el comercial cuando empecé con dolores de estómago, no podía comer ni tomar nada, todo me hacía mal. Hicimos los testeos y dio cáncer de colon. Me operaron en el sanatorio un martes, estuve hasta el viernes en terapia y una semana después me llevaron al hospital. Estoy sumamente agradecido al personal del hospital porque como le dije a mi familia me llevaron a morir. En enero pasado se cumplieron 16 años de aquella operación. Me agarró en un momento en el cual quería dirigir todas las categorías pero pude salir adelante gracias a la ayuda de mi familia, mis amigos, de la ciudad de Villaguay, mucha gente colaboró, donaron vaquillas, se hicieron asados con cuero para recaudar fondos. Durante siete meses viajé a hacerme quimio en Paraná. Yo no tenía ganas de hacer nada, pero el psicólogo me dijo “ya te operaron el 50% y para combatir la otra mitad la tenés que seguir peleando vos, seguí con tus actividades, enseñando básquet”. Y tuvo razón, fue el mejor consejo, así que continué trabajando como entrenador. Anduve dos años para todos lados con una bolsita contra natura hasta que decidí operarme por mis hijas. Aquí estoy, gracias a Dios, pude continuar con mi vida y nació mi angelito María Paz. Luego pasaron cosas muy lindas como lograr el título con el Seleccionado de Mayores en el Entrerriano, pude dirigir la primera de ADEV en la Liga “C” y también todas las selecciones de categorías formativas de la Asociación Villaguayense de Básquetbol en los distintos campeonatos provinciales.
- En el año 2003 yo estaba terminando la temporada de mini en ADEV y paralelamente jugando el comercial cuando empecé con dolores de estómago, no podía comer ni tomar nada, todo me hacía mal. Hicimos los testeos y dio cáncer de colon. Me operaron en el sanatorio un martes, estuve hasta el viernes en terapia y una semana después me llevaron al hospital. Estoy sumamente agradecido al personal del hospital porque como le dije a mi familia me llevaron a morir. En enero pasado se cumplieron 16 años de aquella operación. Me agarró en un momento en el cual quería dirigir todas las categorías pero pude salir adelante gracias a la ayuda de mi familia, mis amigos, de la ciudad de Villaguay, mucha gente colaboró, donaron vaquillas, se hicieron asados con cuero para recaudar fondos. Durante siete meses viajé a hacerme quimio en Paraná. Yo no tenía ganas de hacer nada, pero el psicólogo me dijo “ya te operaron el 50% y para combatir la otra mitad la tenés que seguir peleando vos, seguí con tus actividades, enseñando básquet”. Y tuvo razón, fue el mejor consejo, así que continué trabajando como entrenador. Anduve dos años para todos lados con una bolsita contra natura hasta que decidí operarme por mis hijas. Aquí estoy, gracias a Dios, pude continuar con mi vida y nació mi angelito María Paz. Luego pasaron cosas muy lindas como lograr el título con el Seleccionado de Mayores en el Entrerriano, pude dirigir la primera de ADEV en la Liga “C” y también todas las selecciones de categorías formativas de la Asociación Villaguayense de Básquetbol en los distintos campeonatos provinciales.