Sin embargo la adhesión a José Artigas, protector de los pueblos libres, ya se manifestaba en el lugar, según lo señalan algunos documentos de la época.
El renombre de Artigas cobra significación en septiembre de 1814, cuando la adhesión de Tala, Crucesitas, Tigre y Raíces, se pone abiertamente de manifiesto. Un mes antes, del mismo año, Manuel Francisco Artigas y Monterroso habían estado acampando en Villaguay para resistir a Blas Pico.
Creemos que esto fue en las cercanías del arroyo Villaguay, ya que en las partidas más antiguas del departamento se lee, por ejemplo que uno de los límites, de lo que más adelante pertenecería a la zona de quintas, sería dicho arroyito, sin nombre aún en las partidas municipales.
Evidentemente los pobladores tenían sus preferencias partidarias, y a juzgar por las pocas certezas con que contamos se hallaban viviendo cerca del cauce de agua que luego daría nombre al pueblo.
Debieron pasar casi diez años más para que el Gobernador Mansilla, de paso para el Arroyo de la China, se detuviera en el lugar y considerara importante establecer allí una capilla que nucleara a este vecindario en el centro de la Provincia.