Tiene que enfrentar a José Garibaldi, a quien toma prisionero y le asigna como cárcel la ciudad de Gualeguay, de donde se evade. Permanece siempre leal a Juan Manuel de Rosas, al que acompaña al exilio después de Caseros.
En el ejercicio de las armas de la Confederación debe enfrentar dos campañas en Corrientes y siendo Gobernador de Entre Ríos enfrentó a Lavalle en la batallas de don Cristóbal y Sauce Grande, en 1840.
La relación de Echagüe con Crispín Velázquez, al principio, fue algo turbulenta pero a partir de 1837, el gobernador premia su eficacia y lo asciende al grado de Sargento mayor de Milicias de caballería.
De esta época datan las dos leguas y media que le concede en Palmas Altas. Campo que luego acrecentará con la ayuda de Justo José de Urquiza. A medida que crecía la figura de Crispín se iba apagando la del Gobernador Echagüe en Entre Ríos. A partir de entonces Crispín comienza su acción civilizadora entre gente de avería, que solo lograría desde 1841, con la ayuda de Urquiza.