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“LA LLEGADA DE LAS CANCHAS SINTÉTICAS CAMBIÓ EL JUEGO: SE PERDIÓ UN POCO LA ESENCIA DE LAS BOCHAS”


José Luis Verbauwede fue uno de los excelentes delanteros que nutrieron el fútbol de ADEV desde las divisiones inferiores y que se consagraron en la primera a fuerza de goles y amor por la camiseta. Y además, tuvo una destacada trayectoria en las bochas, deporte que lo apasionó desde adolescente (y aún hoy sigue practicando) vistiendo los colores de Salud Pública, entidad muy enraizada en su tradición familiar. “Joselo” inscribió su nombre en la historia, al integrar el primer equipo de nuestra ciudad en coronarse campeón entrerriano. Su simpatía y permanente buen humor le han permitido ser una de las personas más queridas en el ambiente bochófilo. EL PUEBLO recorrió su campaña deportiva. 



- ¿Cuándo comenzaste a jugar al fútbol? Fui nacido y criado en Salud Pública, mi papá era el cantinero del club. Pero de chiquito a mí me gustaba ir a jugar a ADEV, entonces empecé con 8 o 9 años en el “Linyera”. Primero jugué en 5° división, con compañeros como “Checo” Barreto, Luis Carricaburo, José Barboza, “Piti” Sánchez, “Paco” Poqué, “Fierrito” Almada, Nievas, Jorge Ojeda. Jugué toda mi vida en ADEV salvo el año en el que me tocó el servicio militar, ya que ahí estuve a préstamo en Sargento Cabral. El “Baby” Chaires me hizo debutar en primera a los 15 años. Jugábamos contra Policial en cancha de ADEV, ingresé faltando 20 minutos por “Lucho” Barrera y le convertí mi primer gol a Heriberto Olmos. Teníamos un equipazo, jugaban varios veteranos entre otros: Marcos Tossi, “Lopecito”, “Pelusa” Blanco, “Juancho” Peka, “Tuquina” Monzón, Carlitos Domínguez, “Vasco” Alzogaray, “Mandíbula” Etchevest, Rubén Rebozzio, Miguel Cachenot. 


¿Cuáles eran tus características como delantero? Toda la vida jugué como “número 9”, fui goleador tanto en 5° como en 4° división y en primera también hice muchos goles. Mi característica principal era la velocidad y le pegaba como venía a la pelota, nunca fui un gambeteador. “Checo” Barreto y “Fierrito” Almada, que jugaban en el mediocampo, en la previa de los partidos me decían que yo picara al vacío que ellos me iban a tirar pases y tal cual, con los ojos cerrados me metían la pelota, entonces yo ganaba en velocidad y enfrentaba a los arqueros, siempre trataba de definir lo más certero posible. “Pelusa” Blanco era un jugador extraordinario, me retaba mucho para que esté atento y con sólo mirarme ya sabía que me la iba a tocar. Tuve la suerte de jugar con verdaderos cracks, al principio cuando debuté varios de ellos ya estaban su último año en primera, como “Tuquina” Monzón y “Juancho” Peka y me enseñaron mucho. Con “Paco” Poqué nos entendíamos muy bien, era una bestia y también disfruté de jugar con el “Turco” Omar. En aquel tiempo, el fútbol de la Liga Villaguayense era muy competitivo, Barrio Sud y Sarmiento también tenían tremendos equipos. ¿Jugaste a nivel provincial? Sí, jugué dos Entrerrianos y también integré dos años consecutivos la Selección de la Liga, que era dirigida por Armando Belgeri. Yo tenía 17/18 años y tuve que luchar por el puesto con verdaderos “monstruos” como por ejemplo el recordado Jacinto Mambrín (Libertad), con quien hicimos la “colimba” juntos y también compartimos equipo en Sargento Cabral. José Torné y Hugo Caropresi me llevaron a Cabral a préstamo por un año, al igual que al “Colorado” Robles, quien también era de ADEV. Hicimos una muy buena campaña con Cabral, terminando el torneo en el 3° o 4° puesto. 


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¿Quién fue el técnico que más te marcó? Fueron tres, “Papi” Maldonado, un DT que sabe mucho de fútbol y que me enseñó una cantidad de cosas, “Baby” Chaires quien me hizo debutar en primera cuando yo era muy joven y Armando Belgeri, que me dirigió en varios equipos y me llevó a la Selección.

¿Cómo se produjo aquella lesión que te alejó de las canchas durante un año? Jugando un clásico en cancha de Sarmiento, me quebré tibia y peroné de la pierna derecha tras chocar contra “Joselo” Barhich (que es mi primo). Recién empezaba el partido, iba un minuto de juego y me tiraron una pelota larga, le gané a mi marcador, no recuerdo si era “Roly” Mendoza o “Garza” Delgadino y amagué a patear desde afuera del área. “Joselo” se tiró, entonces yo quise saltarlo y me choqué con su rodilla. Enseguida él mismo me dijo “no te parés que estás quebrado”. Al ratito entró “Pepe” Carmona en una camioneta a la cancha y me llevó al sanatorio. Me enyesaron hasta arriba de la rodilla y estuve un año sin jugar. Hice la recuperación de la mejor manera pero después cuando volví ya no era lo mismo porque tenía miedo. Recién recuperé la confianza en veteranos, donde anduve muy bien y salimos campeones dos años consecutivos con ADEV y uno con Salud Pública. También en el fútbol de los barrios, con mi equipo San Ceferino y bajo la dirección técnica de Belgeri, nos dimos el gusto de salir campeones tres veces, ganamos dos torneos en Barrio Sud (en uno de ellos vencimos en la final a Talleres y en el otro a Kiosco Sumk Sumk) y también obtuvimos un campeonato en Sarmiento (derrotando en la final a La Academia de Villa Domínguez). ¿Cuándo aparecieron las bochas en tu vida? Desde los 5 años que juego a las bochas. Practicábamos en la vieja cancha de Salud Pública, que estaba abajo del tinglado. Jugué con todos los fenómenos de las bochas que vistieron la casaca de “Salucho”: “Titi” y “Toto” Vittor (eran mis tíos), Muñoz, Carlitos Domínguez. El Círculo Católico y Huracán eran los rivales más bravos, tenían grandes jugadores. Más acá en el tiempo fui compañero de mis hermanos “Pirincho” y la “Bruja”, ganamos muchos torneos, tanto aniversarios como oficiales. También integré grandes equipos junto a Guido Spadillero, Carlitos Ércoli, “Tony” Maldone, Pascual Salva, entre otros. Además participé en varios Entrerrianos, en categorías Juvenil, Parejas, Tríos. Integré el equipo de nuestra ciudad que obtuvo el primer Campeonato Entrerriano de la historia en el año 1979, junto a Jorge Chécola, José Alberto Moreyra y Pedro García, con Oscar Romero Farjat como DT. Fue algo inolvidable y hasta el día de hoy nos llena de orgullo. Se jugó en Villaguay y recuerdo que a las semifinales y a la final las transmitió Enrique Ramón Antón en directo a través de LT27 Radio La Voz del Montiel. Salimos campeones invictos, le ganamos la final a Concordia en cancha de Barrio Sud. Mi mejor compañero en las bochas, con quien nos entendemos a la perfección es Iván Chécola (Círculo Católico), lo hemos llevado de refuerzo muchas veces con “Salucho”. Las bochas cambiaron totalmente de cómo se jugaba antes a la actualidad y pienso que la llegada de las canchas sintéticas cambió el juego, un poco que se perdió la esencia. Tuve la suerte de conocerlo a Nicolás Pretto, el cordobés N° 1 de Argentina, que se consagró dos veces Campeón Mundial, tiene un estado físico impecable. Es un muy buen pibe, humilde, se sacó fotos con nosotros. Justamente, el último sueño de mi hermano Víctor “Pirincho” Verbauwede era poder conocerlo a este muchacho, gracias a Dios se le pudo cumplir, lo fuimos a ver jugar en noviembre con él y con Iván y en diciembre falleció “Pirincho”.

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