Hace unos días el frío se vino sobre la Patagonia con la furia de invierno atrasado. 20° C bajo cero, hielo y un metro de nieve caída en una sola noche.
Gente aislada con el piso blanco a la cintura, atrapada en las afueras de las ciudades. Frío, mucho frío...
El virus sigue tomando rehenes a dos manos. Todos los números empujan para arriba y la pandemia sigue llevándose gente para siempre mientras nosotros en el vaivén: nos encerramos y aparecemos.
Una manga de langostas venida de los vecinos países llegó a Entre Ríos por el norte y oscureció la tarde sobre el río volando y engullendo ensalada del piso a su paso. La langosta se fue antes de la fumigación hacia nadie sabe dónde. Una de las plagas de Egipto, la Biblia y el Corán pasó por aquí, comió y voló.
.
El dólar blue nos sobresaltó y nos puso azules y nos dejó con la tristeza que destilan los blues...
Afortunadamente el ciclón de turno prefirió Calcuta a Villaguay y una represa rota prefirió estar en USA e inundó el medio oeste, también lejos de nosotros.
Nuestro río Uruguay que llegó a bajar a un nivel exótico de 20 cm dejando el lecho a la vista, hoy se ubicó en 2,5 metros, permitiendo la vida de la fauna fluvial y la navegación de nadie.
No vivir en el Caribe -como nos ocurre siempre a nosotros- tiene una sola y trascendente ventaja: no saldremos volando como el diario de hoy arrastrado por un huracán de verano. Huracanes desatados asolan al Caribe por estos días: vientos asesinos en las zonas más bellas de nuestra América, arriba de la pandemia. No por aquí.
Desde el mes pasado el ANSES denuncia estafas con el IFE (apoyo no reembolsable de $10.000) por fraude de los solicitantes que falsean datos del formulario.
Ayer el periodismo informó desde una provincia una gran estafa con el IFE, solo que esta vez fue ideada y realizada por el encargado del ANSES desde dicha provincia, favoreciendo además a concejales varios de la ciudad y otros amigos. Vivimos en un país parasitado, ya saben...
Por acá, todos encanutados más gordos y más grandes, bien…Sin una noticia ni pa´ sonreir...
Igual, no nos quejemos tanto por la pandemia, a la mayoría de la gente de por acá no nos ha ocurrido casi nada.
El tema será cuando se vaya la P con la corona puesta y nosotros debamos salir a la calle a empezar de nuevo. Esperá que pase y hablamos...
Visto desde arriba el pesimismo social es una serpiente ondulante formada por todos nosotros.
Ahí vamos, carcomidos por las dudas existenciales con lo que sigue...
¿Será mejor que todo termine y todo vuelva a su lugar?
¿Estarán nuestros empleos esperándonos?
¿Cómo será encontrarnos con un país al que solo le quedamos nosotros, quiero decir su gente?
¿Cómo será el reencuentro con nuestro trabajo y nuestros amigos?
¿Cómo luciremos y cómo seremos nosotros sin barbijo?
Digo, cargando ahora con estas noticias de mierda y este cansancio de putamadre en los huesos…
¿Cómo saldremos?
Por Daniel de Michele
Una manga de langostas venida de los vecinos países llegó a Entre Ríos por el norte y oscureció la tarde sobre el río volando y engullendo ensalada del piso a su paso. La langosta se fue antes de la fumigación hacia nadie sabe dónde. Una de las plagas de Egipto, la Biblia y el Corán pasó por aquí, comió y voló.
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El dólar blue nos sobresaltó y nos puso azules y nos dejó con la tristeza que destilan los blues...
Afortunadamente el ciclón de turno prefirió Calcuta a Villaguay y una represa rota prefirió estar en USA e inundó el medio oeste, también lejos de nosotros.
Nuestro río Uruguay que llegó a bajar a un nivel exótico de 20 cm dejando el lecho a la vista, hoy se ubicó en 2,5 metros, permitiendo la vida de la fauna fluvial y la navegación de nadie.
No vivir en el Caribe -como nos ocurre siempre a nosotros- tiene una sola y trascendente ventaja: no saldremos volando como el diario de hoy arrastrado por un huracán de verano. Huracanes desatados asolan al Caribe por estos días: vientos asesinos en las zonas más bellas de nuestra América, arriba de la pandemia. No por aquí.
Desde el mes pasado el ANSES denuncia estafas con el IFE (apoyo no reembolsable de $10.000) por fraude de los solicitantes que falsean datos del formulario.
Ayer el periodismo informó desde una provincia una gran estafa con el IFE, solo que esta vez fue ideada y realizada por el encargado del ANSES desde dicha provincia, favoreciendo además a concejales varios de la ciudad y otros amigos. Vivimos en un país parasitado, ya saben...
Por acá, todos encanutados más gordos y más grandes, bien…Sin una noticia ni pa´ sonreir...
Igual, no nos quejemos tanto por la pandemia, a la mayoría de la gente de por acá no nos ha ocurrido casi nada.
El tema será cuando se vaya la P con la corona puesta y nosotros debamos salir a la calle a empezar de nuevo. Esperá que pase y hablamos...
Visto desde arriba el pesimismo social es una serpiente ondulante formada por todos nosotros.
Ahí vamos, carcomidos por las dudas existenciales con lo que sigue...
¿Será mejor que todo termine y todo vuelva a su lugar?
¿Estarán nuestros empleos esperándonos?
¿Cómo será encontrarnos con un país al que solo le quedamos nosotros, quiero decir su gente?
¿Cómo será el reencuentro con nuestro trabajo y nuestros amigos?
¿Cómo luciremos y cómo seremos nosotros sin barbijo?
Digo, cargando ahora con estas noticias de mierda y este cansancio de putamadre en los huesos…
¿Cómo saldremos?
Por Daniel de Michele
eljibaro2002@gmail.com