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ISRAEL VIO TODAS LAS EPIDEMIAS... Traducción y comentarios: Daniel de Michele


Hoy les propongo analizar un artículo de Bergman recién aparecido en el New York Times. 
Israel ha debido enfrentar una de las tasas más altas de infección por coronavirus manteniendo a su gente encerrada por más tiempo que casi cualquier otro país.

El 31 de enero, en medio del bloqueo por la pandemia, murió a los 99 años el rabino Soloveitchik, director de una escuela de élite para judíos ultraortodoxos en Jerusalén.

Miles de seguidores se prepararon para llorarlo en una gran ceremonia religiosa.

Los funerales se han convertido en un tema de intensa y violenta, controversia en Israel pues la comunidad ultraortodoxa se ha negado a usar barbijos y practicar el distanciamiento social, argumentando que las exigencias del encierro les impiden practicar su religión.


En enero, los ultraortodoxos tenían tres veces más casos de COVID per cápita que la población israelí en general, al parecer, el propio Soloveitchik había sido infectado en su Centro de Estudio, al continuar como siempre con sus clases desafiando la orden del gobierno. Ahora, miles de haredim con ropa y sombrero negro se estaban reuniendo en Jerusalén para su funeral, sin barbijos ni distancia. Como para subirle el voltaje al desafío en puerta, otra figura ultraortodoxa prominente, el rabino Scheiner de 98 años murió infectado ese mismo día durante la marcha.


El funeral de Scheiner también estaría precedido por una procesión masiva por las calles de Jerusalén, a la que asistieron sus muchos miles de seguidores. Una vez más, la policía se abstuvo de actuar.

"No voy a confrontar a 20.000 personas, porque no tengo la capacidad para hacerlo", explicó el portavoz de la policía israelí.

Como en otras latitudes, la pandemia en Israel ha potenciado diferencias de larga data.

Los haredim han abrazado selectivamente al estado secular, aceptando su dinero, su sistema de salud y, más recientemente, sus vacunas.

Pero siempre que el estado ha tratado de regular a la comunidad haredim de una manera que parece amenazar la autoridad de sus líderes, han respondido con la retórica más terrible.

Cuando el gobierno intentó hacer cumplir el bloqueo, el rechazo fue furioso.

Los líderes haredim, basándose en recuerdos del Holocausto, protestaron por los “nuevos guetos.

Desde que comenzó la pandemia, las autoridades han seguido en gran medida la misma estrategia de evasión que utilizaron en los funerales. Este trato de no intervención ha contrastado fuertemente con su manejo de la comunidad, como quedó claro en una serie de arrestos grabados en video que se volvieron virales en los últimos meses.

Para los haredim, sus reuniones no son solo una cuestión de desafío. Un principio central de la cosmovisión ultraortodoxa es que su adherencia a la ley judía es literalmente necesaria para la existencia continua del mundo.

“En tres cosas se apoya el mundo”, según el antiguo y venerado rabino Simeón el Justo.

"Sobre la Torá, sobre la adoración y sobre la generosidad".

Algunas de las historias más importantes de la comunidad haredim hablan del heroísmo de los judíos que persistieron en el estudio de la Torá en los guetos y los campos de exterminio nazis.

En otras palabras, más que el trabajo de médicos, soldados o diplomáticos, son los estudios diarios de la Torá en los Centros las Estudios los que preservan al pueblo y estado judío y de hecho, el universo entero. La creencia quedo enfrente de las leyes de Israel y los problemas continúan.

Occidente no entiende la dinámica del conflicto, aunque aun no hemos aprendido a vacunar más rápido que ellos.

La teoría del “pais pequeño” cae cuando se mide el número de personas vacunadas en una superficie similar en su país y el nuestro.

Israel alojó muchas epidemias a lo largo de su historia, aun cuando no había vacunas...

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