
En el marco de una serie de interesantes charlas sobre distintos temas de interés que organiza el Club ADEV, el pasado fin de semana estuvo en nuestra ciudad el profesor Juan Bottalico, para brindar una mini clínica sobre introducción a los deportes de combate. También detalló prácticamente cómo se deben realizar los vendajes deportivos.
- Soy de San Justo, La Matanza (Bs As). Todo surgió cuando tenía 5 años, empecé a patear puertas porque quería ser un “ninja” les decía a mis papás (risas). Desde que me levantaba deseaba tener mucha actividad física, era hiperkinético. Me nacía el deseo de entrenar y pegar, pero en la faz deportiva, nunca de trasladarlo al colegio para pegarle a otros nenes. Entonces mis padres buscaron un lugar adecuado y me llevaron a practicar taekwondo a una sociedad de fomento, donde aprendí esta actividad, siempre involucrando los valores familiares y deportivos. Ahí por fin pude liberar mis destrezas, porque realmente creo que nací con ese instinto. A los seis meses mi papá me llevó a un torneo que se realizó en Cosquín (Córdoba), donde terminé 1° en lucha y 2° en formas. Mi padre se sintió muy orgulloso y yo inmensamente feliz. Ahí se generó un amor con las artes marciales que nunca pude dejar. Destaco que mi familia siempre hizo un gran esfuerzo económico para llevarme a todos los torneos, lógicamente porque me veían movilizado con esa enorme pasión. En la actualidad tengo 35 años y a partir de ese momento he estado involucrado a full y todo lo que he hecho en mi vida tuvo que ver con las artes marciales. Por ejemplo, mis amigos y la gente que me rodea surgen gracias a esta actividad. Siempre termino cualquier charla hablando de taekwondo, kung fu, kick boxing o boxeo, puedo decir que me especializo en deportes de combate. Cuando terminé la secundaria estudié educación física en la Universidad de La Matanza. También hice el profesorado pero justamente para trasladarlo a las artes marciales. Luego continué con la licenciatura de educación física, para incorporar más conocimientos, las distintas tesis de estudio las hice sobre este tema. Desde hace unos años me surgió la necesidad de aprender a rehabilitar a los deportistas marciales y por eso estudio kinesiología, carrera que estoy próximo a culminar.


EL PUEBLO dialogó con este especialista oriundo de San Justo (Pcia. Bs As), quien además de ser profesor de educación física, está cursando el último año de la carrera de kinesiología y también posee una larga trayectoria como luchador de artes marciales.
- ¿Cuáles fueron los parámetros para esta charla sobre introducción al mundo de los deportes de combate que brindó en ADEV?
- Todo lo que se trabajó fue referente a los deportes de combate, pero particularmente en cuanto a la preparación física, algo que los profesores que estuvieron presentes pueden aplicarlo en sus clases. Actualmente está de moda, porque es el auge del entrenamiento en deportes de combate por el gasto calórico que producen y la motivación que genera en los alumnos. Se trabajan todas las capacidades condicionales, coordinativas y enriquece motrizmente al practicante. También junto al profesor Martín Venturino buscamos que quienes concurrieron aprendan sobre la prevención de lesiones, haciendo hincapié en el cuidado de la salud y orientando este evento hacia lo recreativo, no a lo competitivo. En esta introducción a los deportes de combate también mostramos las técnicas para lanzar los distintos golpes, tanto con los brazos como con las piernas. Un deporte tradicional en nuestro país como el boxeo tiene varios aspectos donde se interrelaciona con las artes marciales. Ahora las MMA (artes marciales mixtas) tienen mucha aceptación entre el público joven y además poseen una excelente cobertura mediática. Es una disciplina de combate que se desarrolla dentro de una jaula, donde se combinan taekwondo, kick boxing, jiu jitsu, muay thai, judo, karate o boxeo. Es decir que de acuerdo al reglamento se pueden aplicar golpes mezclados de todas estas disciplinas y también otras. Por eso para esta charla que realizamos en ADEV seleccionamos distintas técnicas de patadas y golpes con el puño ya que son muy motivadoras para los alumnos. El patear brinda una fabulosa descarga de tensiones y además ayuda a desarrollar todas las capacidades coordinativas.
- ¿Dónde nació? ¿Cuándo comenzaron a interesarle las artes marciales?
- Soy de San Justo, La Matanza (Bs As). Todo surgió cuando tenía 5 años, empecé a patear puertas porque quería ser un “ninja” les decía a mis papás (risas). Desde que me levantaba deseaba tener mucha actividad física, era hiperkinético. Me nacía el deseo de entrenar y pegar, pero en la faz deportiva, nunca de trasladarlo al colegio para pegarle a otros nenes. Entonces mis padres buscaron un lugar adecuado y me llevaron a practicar taekwondo a una sociedad de fomento, donde aprendí esta actividad, siempre involucrando los valores familiares y deportivos. Ahí por fin pude liberar mis destrezas, porque realmente creo que nací con ese instinto. A los seis meses mi papá me llevó a un torneo que se realizó en Cosquín (Córdoba), donde terminé 1° en lucha y 2° en formas. Mi padre se sintió muy orgulloso y yo inmensamente feliz. Ahí se generó un amor con las artes marciales que nunca pude dejar. Destaco que mi familia siempre hizo un gran esfuerzo económico para llevarme a todos los torneos, lógicamente porque me veían movilizado con esa enorme pasión. En la actualidad tengo 35 años y a partir de ese momento he estado involucrado a full y todo lo que he hecho en mi vida tuvo que ver con las artes marciales. Por ejemplo, mis amigos y la gente que me rodea surgen gracias a esta actividad. Siempre termino cualquier charla hablando de taekwondo, kung fu, kick boxing o boxeo, puedo decir que me especializo en deportes de combate. Cuando terminé la secundaria estudié educación física en la Universidad de La Matanza. También hice el profesorado pero justamente para trasladarlo a las artes marciales. Luego continué con la licenciatura de educación física, para incorporar más conocimientos, las distintas tesis de estudio las hice sobre este tema. Desde hace unos años me surgió la necesidad de aprender a rehabilitar a los deportistas marciales y por eso estudio kinesiología, carrera que estoy próximo a culminar. 
- ¿Cómo ha sido su trayectoria deportiva en lo que respecta a competencias?
- A nivel nacional participé en numerosos torneos, obteniendo excelentes resultados. Competí en dos Panamericanos de taekwondo ITF, el primero de ellos fue en Cabo Frío (Brasil), durante el año 1998, en el cual salí 1° en lucha y 3° en formas en categoría hasta 54 kg. Después, en el año 2000, viajé a Punta del Este (República Oriental del Uruguay), donde también terminé en el 1° puesto en lucha. De esta manera clasifiqué a dos Mundiales e integré el selectivo que se preparó para representar a nuestro país. Estos eventos fueron en Puerto Rico (2001), donde debido a la crisis económica que se desató en Argentina no pude ir. Luego fue en Corea del Sur (2004), la Federación me daba 400 dólares y el resto tenía que conseguirlo yo. Pero era una suma muy importante y tampoco pude estar presente. Ahora sigo con la misma pasión metido de lleno en las competencias, pero desde el otro lado, como entrenador.
- ¿En los últimos años han cambiado mucho los conceptos de preparación física?
- Sin ninguna duda, porque actualmente no sólo se hace hincapié en la fuerza sino que también se trabaja mucho en cuanto a la resistencia, a la velocidad y principalmente a la flexibilidad, algo que se desconocía antiguamente. Por ejemplo, hace 20 o 25 años atrás el modelo de plenitud física era el hipertrofiado, la persona con mucha masa muscular. Pero esto no es sinónimo de un buen estado físico, porque para ser considerado un atleta no sólo se necesita la fuerza, sino que en un mismo nivel de importancia está la velocidad. Por eso se utilizan las transferencias, se aplican los piques cortos, la pliometría (técnica consistente en saltos) o la coordinación. Hoy en día se realiza entrenamiento funcional, como trabajar en escalera la coordinación de piernas. Antes sólo se recurría a la fuerza, con ejercicios de sentadillas, prensa o estocada, ahora se combinan con otros y se trabaja en la velocidad de reacción y resistencia. También la flexibilidad, que habla de la movilidad articular y la elongación muscular. Porque por ejemplo, una persona que va al gimnasio y sólo trabaja en la fuerza (tiene una hipertrofia de piernas) va a jugar al fútbol 5 y cuando realiza algo muy habitual como un cambio de dirección y luego un pique corto, es muy probable que sufra un desgarro. Esto se previene trabajando en la flexibilidad, es decir ampliando el rango de movimiento articular que tiene el músculo, lo cual está ubicado entre los conceptos modernos de la preparación física.