Presentamos en sociedad a Rodolfo Isaurralde, el nuevo entrenador de básquet del Club Atlético Sarmiento. Oriundo de Rosario del Tala, la mayor parte de su trayectoria estuvo ligada al Club Peñarol de esa localidad, tanto como jugador, asistente o entrenador.
En Santa Fe vistió la camiseta del Club Unión y de República del Oeste. Desde muy joven lo apasionó la dirección técnica. “Endureció la cáscara” siendo asistente de Pablo Columba, Mariano Panizza y Jorge Caballero, hasta que le llegó el momento de ponerse el buzo de entrenador.
En Sarmiento, afrontará la primera experiencia como DT fuera de su ciudad natal.
Diario EL PUEBLO charló con él de esta manera.
- ¿Cómo llegó esta posibilidad para dirigir a Sarmiento?
- A finales del año 2019, Sarmiento había lanzado una convocatoria buscando entrenador, la cual me llegó a través de Germán Calvo, un conocido colega de Colón. Me acerqué hasta Villaguay, tuve una excelente reunión con los dirigentes pero no pudimos llegar a un acuerdo en aquella oportunidad. Posteriormente, Sarmiento contrató a Fernando Castelli, quien después de un año de trabajo por motivos personales, tuvo que dejar la institución. Entonces me llegó la información de que estaban nuevamente buscando entrenador con Nivel 2. Martín Arozena se comunicó conmigo, mantuvimos una charla, quedamos en que iba a venir a la ciudad para mantener otra conversación pero decidimos hacer una reunión vía Zoom. Al tener el conocimiento de la institución y las personas con las cuales iba a trabajar nos pusimos de acuerdo al instante. Para mí significa una gran alegría sumarme al Club Sarmiento, una de las instituciones más importantes de esta ciudad.
- ¿Con qué realidad se encontró en la entidad “decana”?
- Nuestro deseo es levantar el básquet en el club. Puntualmente existen algunos temas a solucionar con relación a los elementos para trabajar, pero son cuestiones circunstanciales que no van a ser grandes escollos y la subcomisión ya está trabajando en este aspecto. En lo que a jugadores y planteles refiere, somos muy optimistas porque creemos que hay un recurso humano interesante de parte de los chicos. Como necesitamos reclutar jugadores, hemos lanzado una convocatoria para nutrir a las categorías menores (minibásquet), por eso tenemos una promoción de 2 x 1, es decir que el chico que venga a inscribirse con un amiguito, se fichan dos en el club y sólo paga uno. Recordamos que las inscripciones son del 2 al 12 de marzo. Pueden encontrar a la gente del club los días martes y viernes entre las 17 y las 20.30 hs, sino pueden averiguar directamente en la secretaría del club, que siempre permanece abierta, ellos manejan los horarios de práctica. Y si nos encontramos entrenando los profesores en el club, también nos pueden consultar sobre cualquier duda. Estamos muy ilusionados, veo las ganas en el trabajo de la subcomisión y de la comisión directiva y me gustaría que ese esfuerzo se vaya plasmando día a día. Me han recibido con mucho afecto, es gente muy pujante, abierta, la verdad que me han hecho sentir uno más y eso es importante para alguien que viene de afuera como yo, que estoy haciendo mi primera experiencia como entrenador fuera de mi ciudad.
- ¿Cuál es el marco de referencia que tenía de la institución?
- Sarmiento es un club muy conocido a nivel provincial por variados antecedentes, como por ejemplo aquella recordada participación a principios de los años 80´ en la Liga con la actuación de dos norteamericanos, también en décadas posteriores ha sido finalista y semifinalista de la Liga Provincial de Mayores, con equipos integrados por excelentes figuras. Yo jugué toda mi vida en el Centro Sportivo Peñarol de Rosario del Tala y me enfrenté con Sarmiento varias veces siendo juvenil, inclusive en una instancia de semifinal provincial (1997). Como entrenadores han pasado personas importantes que he tenido el placer de conocer como por ejemplo Jorge Caballero, quien dirigió al club a mediados de los años 90´. Tuve el honor de trabajar junto a él en Peñarol como asistente en el Torneo Federal. Entonces no venía a un lugar desconocido, ya había pisado esta cancha como jugador, inclusive cuando realicé el curso de entrenador, algunas de mis prácticas las hice acá. También recuerdo que cuando era chico participé en los torneos de natación que se realizaban en las piletas del club. La verdad que es hermoso entrar a una institución que tiene un montón de disciplinas y tanta actividad como Sarmiento.
- ¿Cómo desarrolló su vida deportiva dentro del básquet?
- Tengo 41 años (a punto de cumplir 42), siempre me dediqué al básquet, desde los 4 años hasta los 19 en Tala. Estuve preseleccionado en la Selección de Entre Ríos, compartiendo lugar con jugadores de la talla de Paolo Quinteros, Raymundo Legaria, Lisandro Cuberli (que es oriundo de Villaguay). Hice toda mi carrera en el Centro Sportivo Peñarol, jugué desde los 16 años la Liga Provincial y ya a los 17 era el capitán del equipo. Me quedó pendiente ganar algún campeonato, cuando éramos juveniles perdimos una final importantísima contra La Unión de Colón (donde jugaba Paolo Quinteros). Después, por razones de estudio me fui a Santa Fe. Ahí jugué durante una temporada en el Club Unión y también un año en República del Oeste. Después dejé de jugar y comencé a dedicarme al rol de entrenador o asistente. Ya había tenido mi primera experiencia en Peñarol durante dos años (desde los 16 hasta los 18) y después también dirigí un año en República del Oeste. Luego el estudio hizo que se jerarquizara la profesión, en 2010 me ofrecieron volver a Peñarol, donde dirigí a todas las categorías, desde los más chiquitos hasta la primera división (minibásquet, intermedias, básquet femenino, veteranos, Torneo Federal, Liga Provincial), lo cual me dio un cúmulo importante de experiencia. Después proseguí con los estudios correspondientes para ser entrenador profesional. Actualmente estoy cursando el nivel superior de entrenador que es Nivel 3 (sólo me falta entregar la tesis), lo cual me permite ser DT principal de cualquier equipo a nivel nacional. Lo más importante es la experiencia personal y gracias a la vida aprendí mucho siendo asistente de grandes entrenadores como Pablo Columba, Mariano Panizza o Jorge Caballero, quienes poseen una capacidad increíble y te enriquecen a cada paso. El manejo de grupo es fundamental, es una pieza clave en la conformación de cualquier equipo, no sólo en el básquet sino también a nivel deporte en general.