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“EL TRABAJO CON PACIENTES COVID POSITIVO TE MARCA PSICOLÓGICAMENTE”. Entrevista con el kinesiólogo villaguayense Silvio Sosa

Estamos atravesando el peor período de esta pandemia y una nueva ola de contagios preocupa y ocupa al sistema de salud.
 
EL PUEBLO dialogó con el licenciado en kinesiología Silvio Sosa, uno de los pilares en el centro de atención de pacientes con Covid 19 del Hospital Santa Rosa.

- ¿Cuál es la tarea de los profesionales de salud en el área de internación para pacientes Covid positivo?

- En primera instancia, tenemos un equipo que trabaja exclusivamente en el área de kinesiología respiratoria, un espacio que depende del Centro Provincial de Rehabilitación, que dirige la doctora Silvina Crosa. El grupo está formado por dos kinesiólogos, Javier Núñez y yo, que estamos durante la semana y otros tres que rotan en las guardias, que son Jordana Treppo, Emanuel Niz y Gastón Gelve. Sumado a esto hay enfermeros, médicos y el especialista en neumonología, doctor Juan Etchevest que siempre están predispuestos para cualquier eventualidad. Específicamente los kinesiólogos nos encargamos de evaluar al paciente, cambiarlo de posición (pronarlo) si es necesario, para mejorar su oxigenación y mecánica respiratoria. Si el paciente tiene buena saturación de oxígeno se lo vuelve a colocar en su posición original que es boca arriba. Luego marcamos la evolución de cada paciente y en caso de necesidad aplicamos técnicas de kinesiología respiratoria que se utilizan para movilizar secreciones, esto siempre con extremos cuidados, máscaras y se le coloca un barbijo al paciente para evitar que vaporice el virus.


 

- ¿Tuviste que realizar alguna formación especial para trabajar en esta área?

- Sí, por supuesto. Durante la formación académica cuando estudiás en la facultad, tenés experiencias con pacientes respiratorios. Sin embargo la pandemia nos agarró de prepo a todos, con muchas preguntas y protocolos que tuvimos que manejar sobre la marcha. Esto hizo que desde diferentes centros educativos y organismos dependientes del ministerio de Salud de la nación, salieran convocatorias a cursos de especialización específicas para el tratamiento de pacientes con Covid. Una de las primeras fue la Universidad de Gran Rosario, con una convocatoria con pocos cupos y gratuita para los profesionales de salud, así es que la aproveché al máximo. La situación era apremiante, los pacientes llegaban y poco sabíamos de lo que significaba el tratamiento. Como en todo el mundo, nos fuimos amoldando. No es tarea fácil lidiar contra algo nuevo, que no sabes cómo reacciona y que al inicio de la pandemia notábamos que se complicaba. El día a día te da la experiencia y a esto hay que sumarle la inmensa ayuda que significan los enfermeros y médicos que suman constantemente herramientas para mejorar la situación.

- ¿Qué capacidad de atención en la internación tiene hoy el hospital?

- Cuenta con 20 camas con oxígeno, y siempre está latente la posibilidad de habilitar más. No llegamos a colapsar el sistema de atención aún, sin embargo estamos al límite todo el tiempo. Tal vez la gente no tiene conocimiento, pero en el área donde están los internos de Covid se realizan también las asistencias a pacientes sospechosos o con diagnóstico de positivo que están embarazadas, y de la misma manera con pediatría, lo que demanda mucho más atención.

- ¿Cómo es ingresar a trabajar al área de Covid todos los días?

- No podés poner el piloto automático, tenés que estar atento a todo porque el riesgo de contagio está latente todo el tiempo, estás tratando directamente con pacientes contagiados. Tenemos un protocolo de ingreso y de egreso del área junto a una planificación que hay que respetar al pie de la letra para evitar errores.
Todas las dependencias de salud expuestos al virus tienen un instructivo que marca como debés colocarte el equipo de protección y otro que identifica el paso a paso para retirarlo. Esto no es para hacerlo apurados ni dormidos, porque cuando terminás de trabajar con el paciente, tu equipo de protección ya está contaminado. Un pequeño error puede significar contaminar nuestro cuerpo, contagiarnos y trasladar el virus.

- ¿Qué sensaciones te deja esta experiencia?

- Este trabajo te deja un sabor amargo, y te marca psicológicamente. De repente llegás a la internación y te encontrás con gente que la cruzabas en la calle, amigos o con los que hacías deportes. Ves un paciente hoy con buen pronóstico y que de un momento a otro se complica, los ves desmejorar, que les cuesta respirar y eso es muy chocante. También a veces dentro de tanta oscuridad tenemos rayitos de luz, cuando los vemos irse dados de alta o como pasó hace unos días, que una mamá aislada por ser positiva en el área de internación, pudo dar a luz a su beba que no contrajo el virus. Estas situaciones te llevan a reflexionar, un lugar donde se van tantas vidas, le da la bienvenida a una nueva. Tengo tres pilares que son herramientas para la vida y considero esenciales para superar esta situación, una buena alimentación, realizar ejercicio y un buen descanso. Estos tres puntos mantienen tu sistema inmune fuerte, un gran aliado para combatir el Covid. Un ejercicio sumamente importante es practicar la empatía, protegiendo a tus seres queridos, a tu entorno cotidiano y a vos mismo manteniendo firmes las medidas de prevención y evitando las situaciones que pueden complicar nuestra realidad.

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