JORGE DÍAZ, EL VELOZ PUNTERO DERECHO QUE PATEABA CON AMBAS PIERNAS Y CONVIRTIÓ UN MONTÓN DE GOLES


La trayectoria futbolística de Jorge “Coco” Díaz tiene la particularidad de que a pesar de ser uno de los principales referentes del fútbol de Villa Clara, jugó muchos años y dejó un gran recuerdo en su clásico rival, Libertad de Villa Domínguez. “Coquito” además vistió la casaca del Deportivo Villaguay y también jugó durante varias temporadas en la Liga Zarateña de Fútbol (Buenos Aires), en el Club Atlético Paraná.

El Pueblo charló con este veloz y escurridizo puntero derecho que pateaba con ambas piernas y convirtió un montón de goles, enloqueciendo a sus marcadores con desbordes y regando con buen fútbol las canchas de la Liga Villaguayense.


- ¿Cuál fue el primer campeonato que jugaste? 

- Acá en Villa Clara, en el viejo Club Unión (hoy desaparecido) se hacían torneos de baby fútbol (sobre pasto) para chicos de 8, 9 o 10 años y cuando yo tenía 7 me anotaron para un equipo que se llamaba “Pancho Ramírez”. En ese torneo salimos subcampeones. Era muy lindo, en aquella época no había columnas con reflectores sino que se iluminaba la cancha con un poste detrás de cada arco, de los cuales se llevaba un tendido de cables con varios focos. Recuerdo que cuando rechazaban los defensores, muchas veces les pegaban y terminaba la jornada con uno o dos focos menos (risas). También jugaba al fútbol en la escuela, porque formaba parte de los equipos de la primaria y del único año en el que concurrí a la escuela secundaria, disputando los famosos torneos intercolegiales.


- ¿Dejaste la secundaria por tener que trabajar o por andar de vago?

- Creería que un poco de las dos cosas (risas). Lógicamente que siempre trabajé, cuando era chiquito la ayudaba a mi abuela (Isabel Vázquez de Díaz), quien tenía un pequeño negocio de venta de pan, querosén, leña y artículos de despensa. Ella nos mandaba a mí y a mis hermanos con damajuanas de 5 y 10 litros a buscar querosén a una estación de servicio que estaba en el centro. Como mis dos viejos trabajaban, quedábamos varias horas al día en lo de mi abuela, que vivía pegado a casa, ella fue nuestra segunda mamá. Cuando fui un poquito más grande hacía changas carpiendo o cortando el pasto en las casas. Luego, a los 12 o 13 años trabajaba de mozo en los bailes del Club Unión, que realizaba eventos muy grandes y venían a tocar grupos musicales de toda la provincia. A los 16 años apenas saqué el DNI me fui a Zárate (Bs As). Me fue muy bien, vivía en la casa de mis abuelos y tíos. Trabajé en varios lugares. Primero en las huertas grandes (pasaba un camión a las 5 de la mañana para llevarnos al lugar de trabajo y nos traían de vuelta a las 5 de la tarde). Y después comencé a laburar en una panadería del barrio, que estaba a 3 cuadras de la casa de mi abuelo, donde estuve varios años. Hacíamos de todo: pan, facturas, budines, pan dulce, roscas, por lo cual aprendí mucho y terminé siendo el cocinero de esa panadería.



- ¿Jugaste al fútbol en Zárate?

- Sí, por supuesto. Ahí en el barrio se armaban grandes campeonatos, en esos torneos realmente me endurecí. Por mi forma de jugar me pegaban bastante y si bien nunca me lesionaron se jugaba muy fuerte, sino era una mano no se cobraba nada (risas). Como mi tío jugaba en el Club Atlético Paraná me fichó ahí, donde integré equipos en 4° y 5° división, luego pasé a reserva y a los 17 años debuté en primera. También me convocaron al Seleccionado Juvenil de la Liga Zarateña. Las entidades más importantes de esa liga eran donde jugaba yo y el Club Belgrano, donde surgió nada menos que Ricardo Bochini. Yo alcancé a enfrentar al hermano menor del “Bocha”, que jugaba en Belgrano. Luego de 4 años en Zárate me fui a Capital Federal, donde estuve 2 años trabajando en una panadería muy grande, que tenía cinco sucursales y estaba ubicada en Avenida Lacroze al 2500, a tres cuadras de Cabildo, en Colegiales. Trabajaba las 24 hs, cada turno era de 8 horas y tenía su sección, yo me encargaba de hacer las baguettes. Allí participé en los torneos de fútbol que se realizaban entre panaderías. Tuve la intención de probarme en Colegiales, pero este club tiene su cancha en Munro y me quedaba muy lejos para venirme a trabajar. Un tiempo después, a los 20 años, me fui a probar en Defensores de Belgrano, creo que me fue bien, pero no me volvieron a llamar, seguramente debido a mi edad.


- ¿Cuándo volviste a Villa Clara?

- En el año 1988 regresé a mi pueblo, porque había venido de visita unos meses antes y la encontré a mi vieja un poco enferma por lo cual decidí volverme. Ella había puesto un kiosco y pensaba arreglar la casa, entonces me quedé a ayudarla y no me fui nunca más. Con respecto al fútbol, el primer fin de semana que volví ya jugué en Delio Panizza. En realidad, ellos me habían fichado a los 14 años pero nunca había podido jugar porque me fui a Buenos Aires. Fue muy lindo porque me reencontré con muchos gurises con quienes habíamos sido amigos en la infancia y volvimos a compartir equipo.



- ¿De qué manera continuó tu trayectoria en el fútbol?

- Debuté en la cancha de Libertad de Villa Domínguez jugando en reserva, donde convertí un gol y el DT (Bartolomé Beber) me llevó de suplente a la primera. A los 15 minutos se lesionó un delantero y me pusieron. Jugué durante 1988 y 1989 en Panizza, que luego tuvo un intervalo de tiempo en el cual no participó en la Liga Villaguayense y junto a dos compañeros (“Mencho” Mercier y Marcelo Zabala) pasamos a Libertad, que era dirigido por Mario López. En ese entonces, Libertad estaba en la segunda división (en la “B”), donde jugaban 4 equipos, mientras que en primera “A” había 8 elencos. Hicimos un buen campeonato pero no pudimos ascender porque en la final nos ganó Policial. Después volvió Delio Panizza a jugar en la Liga durante un par de años y retorné al club. Luego “Carozo” Ledesma (quien trabajaba en la compañía eléctrica) me llevó a Deportivo Villaguay, su hermano “Fredy” era el DT del equipo (y estaba como comisario en Villa Clara). Después también lo llevaron a Rubén “Pinocho” Hernández. Dejé la primera a los 32 años y pensé que nunca iba a volver, pero a los 35, me invitó un amigo de la infancia (José Puppo) a jugar en los Veteranos de ADEV “A”. Integré un tremendo equipo, con casi todos los jugadores que habían marcado una época en el club, dirigidos por Alberto “Papi” Maldonado. Salimos campeones 3 o 4 años en forma consecutiva. Después, un grupo de muchachos en Villa Clara formó un equipo de Veteranos y me invitaron a jugar con ellos. Luego se armó Atlético Villa Clara y me desempeñé como delegado del club en la Liga Villaguayense, cargo que cumplí durante un tiempo.


- ¿Cómo fue tu historia dentro de los Superveteranos?

- Cuando cumplí 45 años, “Pepo” Segovia me invitó a formar parte del equipo de Superveteranos de Libertad y acepté porque allí tenía a varios ex compañeros. Nos fue muy bien, tuve la suerte de integrar el equipo tricampeón del “Lobo”, al lado de excelentes jugadores. En la primera temporada hice 18 goles, le ganamos el campeonato al recordado elenco La Academia, de “Piojillo” Fernández, que tenía un equipazo, donde el “Negrito” Reyes se consagró goleador del certamen, convirtiendo más de 20 goles. Hace un par de años me retiré definitivamente. Lo único que me quedó pendiente fue integrar el equipo de Superveteranos de Deportivo Villaguay, pero lamentablemente no se dio.

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