La arquitectura asimétrica de los nidos de estas aves nativas de América del Sur no es por azar, afirmaron los investigadores. Qué implica este descubrimiento.
Con la ayuda de más de 1.200 personas de América Latina y a través de una aplicación en el teléfono celular, un equipo de científicos reveló que la arquitectura asimétrica de los nidos de los horneros no es por azar. Ahora, tras el análisis de las imágenes que recibieron de observadores de Uruguay, Paraguay, Brasil, Argentina y Bolivia, Nicolás Adreani, Lucía Mentesana, y Mihai Valcu, plantean la hipótesis de que hay rasgos genéticos que son transmitidos de generación en generación que contribuirían a que las parejas construyan el nido con similar arquitectura. Publicaron el estudio en la revista especializada Current Biology.
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Los investigadores argentinos Adreani y Mentesana, junto con el programador Tomás Córdoba crearon años atrás una aplicación gratuita para el celular (@nidohorneros en Twitter e Instagram) que permite tomar datos a partir de las observaciones de horneros en un par de minutos. Así pusieron en marcha un proyecto de “ciencia ciudadana” que atravesó las fronteras entre los países: “Quisimos generar nuevo conocimiento sobre una especie de ave emblemática de América del Sur”, dijo en diálogo con Infobae el doctor Adreani, quien trabaja en el Instituto Max Planck de Ornitología en Alemania.
Más de 1.200 personas participaron al tomar fotografías de más de 12.600 nidos en los 4,8 millones de metros cuadrados que ocupa el área de distribución del hornero en Sudamérica. Según contó Adreani, a nivel poblacional, se encontraron un 12% más de nidos con la entrada a la derecha que con la entrada a la izquierda. Esa posición de la entrada del nido es también altamente repetible entre diferentes parejas de horneros.
Por lo tanto, según los investigadores “es muy probable que una pareja construya siempre un nido con la misma arquitectura asimétrica, es decir, la entrada siempre en el mismo lado”. Además, cada pareja construye el nido y lo usa una sola vez. Se pueden registrar en una zona varios nidos de una pareja de años sucesivos y medir repetidamente la asimetría del nido de una misma pareja.
Consultado por Infobae, Juan Carlos Reboreda, investigador en biología y aves del Conicet y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), destacó el estudio publicado en Current Biology. “Es el primer proyecto de ciencia ciudadana a gran escala en América del Sur que se enfoca en estudiar al hornero, y ha tenido una alta participación”.
Para el científico, quien también ha publicado trabajos sobre el hornero, “los autores rechazan la posibilidad de que la asimetría en la arquitectura del nido sea al azar. Que el nido sea realizado con una arquitectura asimétrica no necesariamente tiene un valor adaptativo desde el punto de vista de la evolución. Podría ser un efecto cultural, pero los autores plantean la transmisión genética. Una cuestión que merece seguir siendo estudiada”.
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Para construir sus nidos tan resistentes, los horneros primero hacen una base, luego construyen las paredes laterales y el techo, y una pared divisoria interna. Dentro de los nidos, las parejas ponen los huevos y los protegen de los depredadores. “Como los horneros solo usan una vez el nido, puede ser para minimizar la exposición de los pichones a parásitos de las crías previas”, explicó Mentesana.
Otra característica de los horneros es que tanto el macho como la hembra se ocupan de cuidar a los huevos dentro del nido. “Los horneros no son machirulos como la mayoría de las aves”, señaló el doctor Reboreda, con una mirada desde la perspectiva de género que hoy avanza con respecto a la especie humana. “Será interesante que el estudio continúe para que se pueda saber quién determina la construcción con una arquitectura asimétrica, si es el macho o la hembra”.