LA NUEVA VIDA DE LAS SIAMESAS HENSEL, ENTRE EL TRABAJO COMPARTIDO Y LA “DESAPARICIÓN” DE LAS REDES SOCIALES


Es el momento del recreo en una escuela de un pequeño pueblo de Minnesota. Abby y Brittany Hensel juegan con unos pedazos de plastilina. Tienen 6 años. Cuando una joven maestra cuánto es cinco más cinco. Las hermanas usan los dedos de ambas manos para sumar. Primero Abby llega hasta cinco y luego Brittany completa los diez. Dan la respuesta a coro y chocan sus manos cómplices. Las nenas tienen una intimidad única en el mundo. Son siamesas unidas por el torax y comparten su cuerpo. Abby controla los miembros de la parte derecha y Brittany los de la izquierda. Aunque tengan cuellos y cabezas separados, y corazón, estómago y médula espinal separados, comparten la sangre y todos los demás órganos de cintura para abajo.

Desde su nacimiento el 7 de marzo de 1990, las siamesas Abby y Brittany sufrieron el acoso de los medios de Estados Unidos. Las hermanas, que son gemelos parapagus dicefálicos (que tienen dos cabezas en un torso), apareció por primera vez en el popular programa de Oprah Winfreyen abril de 1996. Ese mismo año, aún siendo nenas y en septiembre de 1998, Las chicas fueron también tapa de la revista Life.

Es muy raro que nazcan siameses, se cree que ocurre en uno de cada 200.000 nacimientos, y que el 40-60% de ellos nacen muertos. Con posiblemente menos de 12 siameses adultos en el mundo, Abby y Brittany Hensel están desafiando las probabilidades de sobrevida. Las pocas veces que habló la mamá de las hermanas, Patty Hensel, sostuvo que quiere “que tengan éxito, que sean felices y sanas”.


En cuanto supieron con certeza que las gemelas estaban sanas y la familia pudo iniciar la rutina habitual de bañar, alimentar y acunar a los bebés, “supimos que todo iría bien”, comenta Patty. Aparte de una operación que sufrieron a los cuatro meses para que les extirpasen un tercer brazo que les salía peligrosamente entre las cabezas, las niñas no han necesitado cirugías.

Eso no fue todo, las adolescentes Abby y Brittany consiguieron su propio reality en el canal de cable TLC. El programa de las siamesas duró una temporada y detalló su tiempo antes, durante y después de la graduación universitaria en el 2012.

Vistas como un fenómeno por la sociedad estadounidense, las hermanas primero se encandilaron con las luces de los medios que todo el tiempo las buscaban para que contaran su historia. Luego, con el tiempo las chicas prefirieron hacer una vida normal, lejos de las cámaras.


La historia de Abby y Brittany Hensel

A diferencia de otros grupos de gemelos unidos que pueden separarse mediante cirugía, los padres de Abby y Brittany decidieron no realizar la operación después de enterarse de que era dudoso que ambas niñas sobrevivieran al procedimiento. Esta decisión marcó para siempre la vida de las hermanas que una vez que conocieron la historia nunca se rindieron a vivir una vida para siempre juntas.

Abby y Brittany comparten muchos órganos vitales, incluido un hígado agrandado, una vejiga, un diafragma, los sistemas reproductivo y digestivo e intestinos. Cada gemelo controla un brazo y una pierna. Por eso, desde muy chicas tuvieron que aprender a convivir y a coordinar los movimientos para evitar problemas y poder desenvolverse en la vida diaria. Es así, que, por ejemplo, en el reality que protagonizaron llegaron a manejar un auto. “Abby controlaba los pedales y la palanca de cambios. Yo me encargo de las luces. Pero a ella le gusta conducir más rápido que yo”, bromeó Brittany en una entrevista para Daily Mail.

Pese a que parezca fácil, tuvieron que ejercitarse también para cosas tan simples como ponerse de pie, hablar sin pisarse o vestirse a la mañana.

Las hermanas aprendieron a caminar a los 15 meses. Nancy Oltrogge, la cuidadora que ha controlado el proceso, recordó en una entrevista con el New York Times: “Nadie enseñó a las niñas qué pie tenían que mover primero. Sabían cómo tenían que hacerlo. Sólo teníamos que asegurarnos de vigilarlas porque su parte superior era un poco pesada y podían caerse”.


Las chicas se criaron en el medio oeste estadounidense, en el estado de Minnesota, y se graduaron de Mayer Lutheran High School en 2008. Después, las gemelas asistieron a la Universidad Bethel en Arden Hills, Minnesota, donde se especializaron en educación.

“Cada una hace su trabajo. Cuando hacen un examen, podrían copiar muy fácilmente, pero no lo hacen. A veces, Abby comete un error y Britty no. Es sorprendente”, contó una de sus docentes en un reportaje del diario El País, de España, en 1996.

En 2012, Abby y Brittany se recibieron en la universidad y entraron oficialmente en la siguiente fase de la vida: la edad adulta.


Las hermanas aprenden a convivir

Las siamesas se conocen tan bien que con frecuencia dicen las mismas cosas o terminan la idea de la otra. Con dos juegos de pulmón, dos corazones, dos estómagos, un hígado, un intestino largo y un sistema reproductor, aprendieron desde muy pequeñas a coordinar sus cuerpos. Abby controla la mano derecha y Brittany la izquierda.

Hay una diferencia de altura, Abby, de 1,57 metros es más alta que Brittany (1,47metros). Debido a que sus dos piernas tienen alturas distintas, Brittany tiene que pararse de puntillas para mantener el balance.

Pero, como en toda relación de hermanas, también hay desacuerdos que deben aprender a canalizar. “Definitivamente tenemos estilos diferentes -explicó Abby durante el reality show que protagonizaron-. Brittany tiene un gusto más neutral, mientras que a mí me gusta algo más divertido, brillante y colorido”.

Abby es vista como la hermana “extrovertida” y es la que termina decidiendo que ropa se ponen. En cambio, Brittany dice que su hermana también es mucho más “hogareña”.


Hay otras diferencias. A Brittany le da miedo las alturas, mientras que a su hermana no le pasa. Abby está interesada en matemáticas y ciencia, mientras que Brittany prefiere las artes. También tienen una reacción distinta al café. Después de unas tazas, las palpitaciones de Brittany aumentan, pero a Abby no le afecta.

Nunca se les conocieron parejas. Una de las razones por la que se alejaron de los medios es la obsesión de , tienen que soportar las especulaciones sobre sus vidas privadas, algo que prefieren mantenerlo bajo reserva. Es más, en algún momento cuando estaban en la universidad tuvieron que negar un rumor sobre un supuesto compromiso de Brittany que describieron como una “broma tonta”.

¿Qué pasa cuando se enferman? Brittany suele tener resfriados y alergias de primavera. Es más, de adolescente sufrió de neumonía. Nada de esto afectó a su hermana Abby. que nunca tuvo complicaciones respiratorias. Durante el reality, Abby confesó que se aburre mucho cuando su hermana se enferma porque tiene que estar todo el día en cama, pese a que no siente ningún síntoma en su cuerpo.


El acoso a las siamesas

Erin Junkans es amiga de las hermanas y dio su testimonio para un especial de la BBC. Allí relató que siempre necesita estar alerta porque nunca se sabe cómo va a reaccionar la gente o lo que va a decir. “Me cruzo adelante de ellas para que no le saquen fotos -contó la joven-. Siempre estoy pendiente de lo que está sucediendo y de cómo están reaccionado las chicas”.


“Algunas veces, cuando están muy abrumadas, nos retiramos de la zona por un rato, pero me sorprende la habilidad que tienen de recuperarse y concentrase en ver lo que estamos ahí para ver”, continúa el relato de Junkans a la BBC.

Después de mucha deliberación, Abby y Brittany decidieron que ambas asistirían a la Universidad Bethel en Minnesota, el estado donde se criaron. Después de cuatro años de arduo trabajo, los gemelos se graduaron en 2012 con dos títulos de Licenciatura en Artes. Sus títulos abrieron una variedad de oportunidades, pero tenían que decidirse por una sola carrera.

Después de su graduación universitaria y la conclusión de su serie TLC, Abby y Brittany se alejaron del ojo público. Además, no compartieron ninguna foto en su cuenta conjunta de Instagram en unos siete años. La última es una imagen de las hermanas disfrutando las playas de Miami junto a una amiga.


“Se cansaron de que las cámaras las sigan hasta el baño”, admitió una de sus amigas más cercanas. Lo que se sabe es que Abby y Brittany viven en su Minnesota natal y son maestras de escuela primaria en New Brighton. Las gemelas enseñan cuarto y quinto grado con especialización en matemáticas, y sus alumnos las adoran.

Aunque Abby y Brittany tienen títulos separados y dos licencias de enseñanza, aún comparten un cheque de pago. Antes de empezar a trabajar ya sabían cómo eran las reglas. “Entendemos que vamos a recibir un salario porque estamos haciendo el trabajo de una sola persona -había admitido Abby, mientras estudiaba-. Igual, a medida que tengamos más experiencia, nos gustaría negociar un poco, considerando que tenemos dos títulos y porque podemos brindar dos perspectivas diferentes o enseñar de dos maneras diferentes”. (Fuente: Infobae).

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