El Papa Francisco canonizará a Artémides Zatti, el primer santo argentino no religioso
El Papa Francisco canonizará a Artémides Zatti el próximo domingo a las 5 de la tarde de Argentina. Él se convertirá en el tercer santo argentino. La particularidad de este caso es que será el primero no religioso ya que perteneció a a la comunidad salesiana pero se desempeñaba como enfermero en Viedma (Río Negro) y Carmen de Patagones.
La ceremonia de canonizción se realizará en el Vaticano y estará presidida por el Sumo Pontífice. Se espera la participación de varios sacerdotes de toda Italia.
Quién fue Artémides Zatti
Artémides Zatti (1880-1951) fue un enfermero ítalo-argentino. De joven comenzó a participar en los encuentros de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced en Bahía Blanca. Junto a ellos creció su vocación religiosa y, más tarde, logró ingresar a la institución de Bernal para transformarse en Salesiano.
Un tiempo más tarde contrajo tuberculosis y viajó a Viedma para curarse. Zatti le prometió a la Virgen María que, si se curaba, se dedicaría al cuidado de los enfermos.
Artémides Zatti
Luego de ser dado de alta, comenzó a peregrinar como enfermero de los pobres. Con el tiempo su fama y su popularidad crecieron. Con un perfil humilde, se convirtió en el encargado de la farmacia San Francisco de Sales. Luego, trabajó durante 48 años en el Hospital San José.
En 1950, tras una fuerte caída, comenzó a manifestar ciertos síntomas de cáncer que él mismo se diagnosticó. Murió el 15 de marzo de 1951 a los 70 años de edad.
El milagro de Artémides Zatti
Carlos Bossio, ahora director de la Casa Salesiana de la localidad cordobesa de Colonia Vignaud, fue diagnosticado de septicemia y sus médicos le dieron nulas probabilidades de vida. Su familia se lo encomendó a Artémides Zatti, quien había fallecido 30 años antes, y aseguran que se curó de un día para el otro.
El papa Juan Pablo II lo proclamó beato de la iglesia católica el 14 de abril del 2002. Este fin de semana se convertirá en Santo.
Quiénes son los santos argentinos
El primer santo argentino fue Héctor Baldiviezo, nacido en Boedo, Ciudad de Buenos Aires, en 1910. En 1922 ingresó a la Congregación de los Hermanos de La Salle. Se ofreció como voluntario para realizar el noviciado menor en la casa misionera de Bélgica, previa autorización de sus padres.
José Gabriel Brochero fue el segundo argentino que fue proclamado santo. Se destacó por su entrega en la asistencia de los enfermos y moribundos de la epidemia del cólera y fue canonizado en 1974.
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