"SE MUERE GENTE DE DENGUE. NO PODEMOS SUBESTIMAR EL PROBLEMA". Advertencia del médico local Walter Aldana


El médico local Walter Aldana advirtió ayer que "se muere gente de dengue" y por lo tanto "no se puede subestimar el problema" sino trabajar fuertemente en la prevención a través de acciones como el descacharrado, la fumigación o cualquier otra práctica que contribuya a controlar la proliferación del mosquito aedes aegypti.

"Los casos detectados en Paraná pertenecen a un subtipo de la enfermedad, el DENV-2, que tiene un porcentaje de mortalidad del 1%. Quiere decir que si hay 100 contagiados, lamentablemente uno se va a morir; si son 1000, van a ser 10; y si son 10.000, los muertos van a ser 100", alertó, consultado por Walter Godoy en FM Del Sol.

Por suerte, "Entre Ríos no es todavía un centro de proliferación tan grande como Tucumán, el sur de Brasil, Paraguay y Bolivia, donde las cifras de muerte aumentan cada año. En 2017 hubo 24.000 fallecidos por dengue en Paraguay: una cifra tremenda para una población de menos de 10 millones de habitantes", agregó.



Respecto a Villaguay, dijo que "por suerte no ha habido casos autóctonos" pero "probablemente aparezcan en poco tiempo si se forman basureros clandestinos, se tira la basura en cualquier lado o se deja agua en lugares donde puedan proliferar los mosquitos". Aun así, dijo que probablemente "vamos a tener casos de dengue en siguientes periodos estivales".

Aldana recalcó que la enfermedad se vuelve especialmente peligrosa en los casos de "dengue hemorrágico", que tiene una mortalidad del 45 al 50% y por lo general afecta a quienes ya han tenido el virus con anterioridad.


 ¿Contagia?

Afortunadamente, informó el médico, el dengue no se contagia de persona a persona, "salvo en la rara circunstancia de que una mujer embarazada pueda transmitir [el virus] al feto".

"Bajo ninguna circunstancia se va a transmitir por compartir utensilios con un enfermo, o abrazarlo o ponerse en contacto con sus fluidos. Se necesita indefectiblemente del aedes aegypti", enfatizó.

Además dejó en claro que no todos los mosquitos están en condiciones de transmitir la enfermedad. "Deben ser aedes, encontrarse contaminados y haber estado en contacto con otra persona que tuvo o tiene los virus circulando en su torrente sanguíneo", explicó.

Ante ese panorama, consideró fundamental erradicar o por lo menos controlar la cantidad de mosquitos, a través de prácticas como el descacharrado y la adopción de medidas que eviten su ingreso a las casas. "A veces se piensa que pertenecen a la selva, al monte, a las zonas rurales, pero en realidad son netamente urbanos, domésticos", subrayó.


Síntomas

Respecto a la sintomatología, Aldana informó que de tres a cuatro días después de la picadura de un mosquito infectado, la persona empieza a tener fiebre y dolor de cabeza, retroocular y articular. "Aparecen dolores muy fuertes es los huesos, como si estuvieran quebrados. De hecho, 'dengue' es en una voz indígena que significa 'quebrantahuesos' o 'dolor de huesos'", describió.

"No son dolores como los de la gripe sino que realmente duelen todas las articulaciones: la cadera, el codo, la columna, la muñeca, la rodilla y así sucesivamente. Es uno de los síntomas predominantes", agregó.

La fiebre, en tanto, puede llegar a más de 39 grados y en los más chicos suelen darse convulsiones febriles. También pueden salir sarpullidos o surgir pequeñas hemorragias en la nariz o en las encías.

Aldana explicó que hay cuatro tipos de dengue: "los clásicos son el uno y el tres, que circulan acá y que ya han aparecido, por ejemplo, en el brote que hubo en Chaco hace algunos años, y también en provincias como Misiones, Jujuy, Salta y Tucumán. Pero en los últimos meses han circulado otras variantes entre ellos el DENV-2, que es el común en Entre Ríos".

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"Esto no ocurrió nunca"

Walter Aldana vinculó la actual proliferación del dengue con "un hecho fortuito, extraordinario pero no tanto, que es la prolongación del verano hasta la primera semana de abril".

"En nuestra región, la enfermedad aparece generalmente entre la cuarta y octava semana del año. Pero ahora tenemos el pico máximo en la semana 16. Eso no ocurrió nunca y se debe el aumento de la temperatura y a la facilidad con que el mosquito ha hecho una migración cada vez más hacia el sur. Antes era patrimonio solamente del norte pero ahora llega hasta el río Colorado, que es la divisoria entre la Pampa Húmeda y la Patagonia", ilustró el médico.

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