TRAS UNA SERIE DE ROBOS, PIDEN CÁMARAS DE SEGURIDAD Y MÁS ILUMINACIÓN EN EL BARRIO POMPEYA. Responsabilizan por los delitos a un grupo de menores de edad

Tras una serie de robos perpetrados en las últimas semanas por adolescentes en varios domicilios de la zona sur de Villaguay, vecinos del barrio Pompeya reclamaron la instalación de cámaras de seguridad y la reparación del alumbrado público en ese sector de la ciudad.

Consultada por Delco Noticias, una mujer contó que durante una madrugada de la semana pasada sufrieron el accionar de ladrones en la casa de su padre y en otras viviendas cercanas. Robaron un televisor de 32 pulgadas ("que todavía seguimos pagando"), una computadora del Plan Conectar Igualdad, un celular LG, una planchita de pelo, dos pares de zapatillas y un mate y un termo. A la señora de un kiosco de enfrente le sustrajeron mercadería y una minipimer; y en otra casa robaron un parlante, otra netbook del gobierno, una garrafa y tres mochilas: una tenía útiles escolares, otra no, y en la tercera había medicación.



Algunos de esos elementos quedaron desperdigados en las inmediaciones, ya que los ladrones no pudieron cargarlos a todos mientras huían. Es lo que sucedió, por ejemplo, con la garrafa, la minipimer y una caja registradora. "No sabemos si se ha recuperado alguna cosa más. No nos han informado nada. Al contrario: nos están preguntando si sabemos algo", confió la vecina.

En sus últimas incursiones, los delincuentes se han cuidado de hacer el menor ruido posible (excepto en una casa donde rompieron una reja) y han podido así alzarse con diversos elementos. Llama la atención que no hayan sido atacados por los perros del lugar, aunque es bastante lógico si se tiene en cuenta que los chicos son del propio barrio, conocidos hasta por las mascotas de los lugares donde roban.

Ante ese panorama, la vecina reclamó una serie de medidas que podrían contribuir indirectamente a reducir los delitos: en primer lugar, la reparación del alumbrado público, que ha sido destruido "a gomerazos". Y segundo, la colocación de una o más cámaras de seguridad que estén conectadas al centro de monitoreo de la policía. También solicitó una reunión con la intendenta Claudia Monjo para detallarle los problemas que se viven en el barrio



Respecto al alumbrado, recordó haber instalado "un foco grande" como para que haya un poco más de luz en la cuadra, aunque "le tiran piedras con la gomera, para romperlo, a la madrugada". Y acerca de las cámaras, señaló que ya hay una en calle Saldaña Retamar pero no en el pasaje que comunica a esa arteria con calle Podestá, que es donde se han producido los últimos robos.

"No se puede dormir ni se puede hacer nada [contra los delincuentes] porque son todos menores de edad que se dedican a andar de noche y dormir de día", remarcó; de hecho, dijo los robos ocurren antes de las 4 de la mañana, una hora en la que "siempre hay una cierta cantidad de chicos menores en la esquina del fondo, que es donde no hay luz".




Agradecimiento

Otra vecina expresó su agradecimiento a la policía, ya que ha acudido rápidamente al barrio cada vez que se ha denunciado algún hecho delictivo, y elogió además la tarea de los uniformados a caballo, quienes "calmaron mucho" el accionar de los delincuentes y han generado cierto tranquilidad entre los pobladores.

Aclaró, no obstante, que aún no se ha podido controlar otro de los problemas de la zona, que es el de los ladrillazos en los techos u otras partes de las viviendas, perpetrados al parecer por los mismos jóvenes que luego ingresan durante las madrugadas a robar.




Amenazas

Un chico de uno de los domicilios donde se produjeron los robos se despertó al escuchar ruidos raros y terminó encontrándose con tres jóvenes que habían ingresado a su vivienda. Lo amenazaron con un cuchillo mientras le decían que no los fuera a delatar.

Lo mismo sucedió en otra casa: entraron a una casa y amenazaron a la dueña con un cuchillo. Ella igual los denunció pero no sirvió para mucho, por el mismo motivo de siempre: los autores son menores de edad. "Son conocidos del barrio y siguen pasando por acá como si nada: eso es lo que más indigna", cuestionó una vecina.