EL DÍA DE LA NIÑEZ… Por Ciudadanía en Movimiento

UNICEF está llevando adelante una campaña denominada "El hambre no tiene final feliz", esta iniciativa ha surgido a partir de un informe hecho por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. La octava encuesta realizada a hogares con niños y adolescentes revela una penosa y alarmante cifra, un millón y medio de niños y adolescentes en Argentina son afectados por el hambre. No cenan por falta de recursos, pero además, hay otros10 millones de niños y adolescente que apenas consumen alimentos esenciales como lácteos y carnes.

La crisis económica y el aumento de la pobreza en un país rico en recursos para la producción de alimentos, es consecuencia de gobiernos que, en complicidad con importantes sectores del poder de la sociedad, se han encargado de destrozar el sistema productivo. Millones de personas viven en una economía sumergida, de supervivencia, administrando la pobreza. Una situación intolerable para la ciudadanía.

La dádiva, el subsidio, el clientelismo ha sido la salida que los gobiernos inútiles han encontrado para “meter la basura debajo de la alfombra” sin importarles la desgraciada destrucción del futuro de millones de niños y adolescentes argentinos, el futuro de nuestro país.

En lo que va de este 2024 el 15% de las familias perdió el empleo y el 65 % se encuentra en situación de vulnerabilidad, esa es la realidad que empeora cada día.; muchos adultos se saltean la comida diaria (casi 5 millones) para poder cubrir los alimentos de sus niños y adolescentes.

Ante semejante situación, Unicef “para cada infancia” está llevando adelante un programa de nutrición para chicos y chicas vulnerables, distribuyendo alimentos nutritivos en Chaco, Jujuy, Salta y Entre Ríos.

Haber llegado a este punto es imperdonable y ahora ¿quién se hace cargo? ¿cuál es el gobierno que asume su responsabilidad?


¿Festejar “el día de la niñez”?

A propósito de celebrar el 17 de agosto, es inevitable pensar que San Martín dejó su vida por la emancipación de nuestro país, si supiera que las generaciones futuras están “atrapadas” por el hambre y la ignorancia.

No es pesimismo, es mirar el momento histórico en el que vivimos con un mínimo de análisis y reflexión para asumir también nuestra responsabilidad ciudadana, porque los gobiernos son puestos por la ciudadanía y en las urnas, se define el futuro de nuestros hijos.