LOS REMIL DE LA POLÍTICA. Por Ciudadanía en Movimiento
En estas últimas décadas, salvo honrosas y escasas excepciones, el devenir del país ha discurrido entre personajes malos y peores, que han dejado pequeño al oscuro Remil de Jorge Fernández Díaz.
Esta última semana, en Entre Ríos el conflicto docente con el gobierno ha escalado a un nivel que hacia un tiempo no se veía, pero lastimosamente con las mismas poco creativas medidas mediante las cuales se pretende lograr una mejora salarial. Sin duda, como en todos estos años desde el regreso de la democracia la media se ha traducido en aulas vacías, es decir, los derechos de los niños amparados por la Convención de los Derechos del Niño ha quedado para los docentes olvidada en un rincón.
No hay duda alguna de que los sueldos de los docentes superan la categoría de magros. Tampoco se puede discutir que los docentes deberían ser los trabajadores mejor pagos. Sí, por encima de todos. De jueces, médicos, abogados, intendentes, gobernadores y hasta el mismísimo presidente, porque todos ellos se forman en las aulas, y por el invaluable papel de la educación en la construcción de un país.
No se puede perder de vista tampoco, para ser intelectualmente honestos, que los dirigentes de hoy también son el producto de la cuestionable calidad de la educación que viene en picada desde hace años.
Quizá el logro de mejores sueldos y condiciones de trabajo no venga de la mano de las aulas vacías, productoras de pueblos ignorantes.- Hecho que, por otro lado ha demostrado en el tiempo no ha sido exitosa.
Quizá el cambio esperado, necesite de un cambio de estrategia, de hacer la verdadera revolución, esa que rompe las cadenas de la esclavitud del circulo vicioso que se ha instalado entre sueldos que no alcanzan, escuelas precarizadas y gobiernos tan incapaces que día a día aportan más destrucción y decadencia.
Quizá la solución sea la rebeldía de oponer más conocimiento, más educación, más formación, más ética y terminar de una vez con la escuela de la que salen estos dirigentes hermanados con Remil, que pendulan entre malos y peores, desde el orden moral hasta en la calidad de la educación que demuestran, en demasiados casos lastimosamente menos que escasa.
¿Olvidamos acaso que el gobernador cree que el parque San Carlos esta en La Histórica? Eso también es producto de la educación.