LA ESCUELA DE BOX “CAPILLA CARDOZO” DE SALUD PÚBLICA PROYECTA LOS SUEÑOS DE NUMEROSOS JÓVENES

Darío “Chanchito” Pérez y Fernando Rodríguez trabajan a diario en la escuela de box “Capilla Cardozo” del Club Salud Pública formando nuevos púgiles que teniendo como ejemplo a Brian Arregui y a Alexis Rebozzio, buscan hacer realidad sus sueños, tratando de construirse en el boxeo y proyectando un futuro a través del deporte.
Darío y Fernando ponen su mejor esfuerzo a través de la seriedad, constancia y voluntad en su trabajo para impregnar de responsabilidad y conceptos de boxeo a los numerosos chicos y chicas que asisten a la entidad albiceleste.


EL PUEBLO charló con ellos de esta manera.

Darío Pérez: “Estamos un poquito amargados porque debido al tema del coronavirus se cortó la actividad, ya que teníamos un mes con varios festivales a los cuales íbamos a concurrir con los chicos.

Teníamos velada el sábado pasado en Paraná, después el viaje con los juveniles al campeonato de La Paz, donde iban a debutar pibes de nuestra escuelita, además el 20 de marzo un importante festival en Concordia y también la Eliminatoria para los Juegos Olímpicos de Tokio que iba a afrontar Brian en el CENARD durante la última semana de marzo.

Ahora tendremos que seguir entrenando y esperar que salgan las nuevas fechas de realización para esos eventos.

Uno de los nuevos proyectos que tenemos es Américo “Paquiao” Aguilar, a quien entreno desde chiquito y se inició en Salud Pública.

Se ha reincorporado a la escuelita desde hace dos meses, tiene la experiencia de haber combatido en Buenos Aires y el otro día lo hizo en Gualeguaychú, donde dejó una muy buena imagen.

Tenemos una excelente expectativa sobre su futuro, además también íbamos a hacer debutar en La Paz a Bautista Cáceres Cóceres que está entrenando con mucho entusiasmo.

Ezequiel Caire también iba a hacer sus primeras armas en ese festival, quien es un gran proyecto de nuestra escuelita.

Caire es categoría 2004, por lo cual también está en carpeta para ingresar en el Torneo Dakar 2022.

Ya estuve charlando con Lautaro Moreno, el coordinador del Seleccionado Argentino y me dijo que lo iban a llevar en abril para hacerle las pruebas correspondientes.

En cuanto a Brian y esta suspensión de las actividades, él es muy consciente de lo que está pasando en todo el mundo.

Por supuesto que al momento de viajar se pone en riesgo y es obvio que estaba con un poquito de miedo y preocupación.


Además, en el Preolímpico eliminatorio que se iba a realizar en el CENARD venían a participar boxeadores de varios países y algunos de ellos estaban complicados con esta enfermedad.

El fin de semana pasado ya se vino para Villaguay porque le dieron unos días de descanso.

Es lógico que un pibe joven se desilusione cuando se habla de detener toda la actividad durante un tiempo debido a este problema que se ha generado con el coronavirus, porque no es poca cosa estar tan próximo a tener la chance de clasificar para una olimpiada y creo que esto también lo puede afectar mentalmente.

Pero cuando se retorne el camino de la Selección para definir los lugares de clasificación, tengo toda la confianza y la fe de que Brian va estar muy bien preparado para pelear por su sueño olímpico y el de toda nuestra ciudad que quiere verlo allá en Tokio.

Si uno mira para atrás es increíble, impresionante lo que ha logrado Brian, desde hace varios años cuando comenzamos a entrenar en Salud Pública y después verlo colgarse una medalla de oro en el cuello, viajar peleando por todo el mundo, Europa, Estados Unidos, enfrentando y venciendo a grandes rivales y ahora con toda la expectativa de clasificar a los Juegos Olímpicos.

Seguramente que esta suspensión de actividades va a demorar un poco otras cosas que teníamos pensadas con Brian, como por ejemplo la idea de hacerse profesional, tendremos que esperar, ver qué sucede y por supuesto continuar trabajado paso a paso para lograr los objetivos que nos hemos propuesto.

Les decimos a los chicos que se quieran acercar a la escuela de box “Capilla Cardozo” a practicar boxeo, que no se olviden que desde acá se puede llegar a conocer el mundo y lograr cosas muy importantes, que todos las ven por la tele pero que desde Salud Pública, los sueños pueden hacerse realidad”.

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Fernando Rodríguez: “Nosotros tenemos que tomar esta suspensión de actividades por el coronavirus con responsabilidad porque sabemos que la práctica deportiva que nosotros realizamos es muy sensible para este problema, en todo el mundo lo están tomando con verdadera importancia y nosotros tenemos que hacer lo mismo.

Acá trabajamos con muchos chicos y debido al entrenamiento de boxeo, es factible cualquier tipo de contagio de esta enfermedad, por esta razón vamos a acatar las medidas de prevención que ha dispuesto para este caso el gobierno provincial.

Con respecto a mi trayectoria, yo nací en la ciudad de Diamante, de chiquito me fui a vivir a La Plata, donde me inicié en el boxeo.

Estuve tres años entrenando, hice 25 peleas como amateur, luego por cuestiones de trabajo ingresé al Ejército y no practiqué más.

Después, ya en edad de adulto volví al gimnasio solamente para entrenar y a colaborar en la enseñanza de un gimnasio de box.

Después vine a Villaguay, me acerqué a Salud Pública y hace cuatro años que estoy ayudándolo a Darío, a quien le estoy muy agradecido porque me dio la posibilidad de trabajar junto a él.

Hemos formado un excelente equipo con el preparador físico Silvestre Guichard, donde cada uno realiza su labor. Le ponemos nuestro mejor empeño para que los chicos progresen.

Para mí es un verdadero orgullo trabajar con gente de un gran conocimiento y que le ponen tanta pasión como Darío y Silvestre, tratando de ayudarlos en lo que pueda, aportando mi granito de arena para que los pibes se vayan superando y en lo personal, aprendiendo muchísimo y sumando en una valiosa experiencia.

A uno esto lo lleva a rejuvenecerse y a venir diariamente con todas las ganas al club de transpirar la camiseta.

He aprendido un montón de Darío, sobretodo de la forma en que anima a los boxeadores, no cualquier entrenador tiene ese “feeling” con el chico que entrena que lo lleva a hacer cualquier cosa arriba del ring.

Nosotros como equipo nos sentimos muy felices cuando los pibes son reconocidos y les va bien en este duro deporte”.