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EL JARDÍN: LA VOCACIÓN DE ALGUNOS, LA INFANCIA DE TODOS


Cuando el amor por los niños impulsa la vocación docente, el proceso educativo se vuelve muy fructífero y bello de rememorar. El recuerdo de “la seño” del jardín, acompaña a muchos hasta el fin de sus días, porque esa figura es la que marca muchas infancias y es la puerta de entrada al mundo escolar.  Andrea Dus es la directora de la unidad educativa N°37 de Nivel Inicial “Pececito azul”, que funciona en la Escuela N°1 “Bartolomé Mitre”. Ella nos relata sus vivencias en la educación inicial y cómo se desarrollan las actividades en los tiempos de cuarentena. 



- ¿Cómo se organizan los jardines en estos momentos?
Nos organizamos para trabajar desde casa.El equipo directivo y los docentes nos reunimos por la plataforma de Zoom para poder socializar las propuestas. Seleccionamos las actividades que pueden trabajarse en la casa y las enviamos a las familias. Al principio trabajamos el tema del coronavirus para que los niños entiendan la importancia de la higiene personal y el cuidado del cuerpo. 



¿Qué tipo de actividades están enviando a los niños y cómo se hace el seguimiento del progreso? Las actividades están planteadas haciendo hincapié en el disfrute del niño, que no sea una tarea pesada y las hagan en los tiempos que puedan. Se enviaron actividades lúdicas, y una vez finalizado el período de iniciación, se empezó a planificar los contenidos secuenciados integrando el proyecto “Villaguay sustentable”. Éste es un proyecto a nivel municipal que propone que los niños fabriquen juegos y juguetes con materiales reciclables que se encuentran en casa. La evaluación se fue haciendo a través de fotos o videos de las producciones de los niños. Por medio de Whatsapp, los padres se comunican con los docentes.

¿Cómo es la integración de los chicos con capacidades diferentes? La integración se hace por medio de la MOI, es decir la maestra orientadora integradora, que en esta escuela es Lía Gálvez. En estos momentos estamos trabajando con los niños que teníamos diagnosticados desde el año pasado, porque con los ingresantes no tuvimos mucho tiempo de trabajo. Este año sólo hubo seis días de clases, entonces no tuvimos oportunidad de saber si alguno tenía algunas necesidades educativas especiales. Los que están en sala de cinco sí, son los que trabajan acompañados de una psicopedagoga y nos mandan los trabajos que hacen con su apoyo. 



¿Es muy difícil el paso del hogar a la escuela y la separación de las familias? Depende, hay niños que nunca fueron a jardín y cuando llegan a la salita de cuatro les cuesta separarse. Pero hay casos en los que los niños van a guarderías desde que son bebés. Sin embargo hay un cambio de institución y de grupo de compañeritos, así que el período de adaptación se hace para todos por igual. Es una reducción en las horas de clases que se hace las primeras semanas, para que puedan ambientarse a su nueva salita. 


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¿Qué recomendaciones, con respecto a las meriendas, se daban a los padres? Desde hace un par de años se está implementando la merienda saludable, que intenta fomentar hábitos alimentarios más sanos. Pedimos que se evite incluir gaseosas o jugos sintéticos, snacks, es decir papas fritas, chizitos y ese tipo de alimentos que tienen mucha sal, además de los alfajores y chocolates o las galletitas de chocolate. Todos los años se les incluye una lista a los padres para que les sirva de guía. Pero se trata de una propuesta muy flexible porque también tiene que adecuarse a los gustos del niño.
¿Cómo se prepara a los chicos para el paso a primer grado? Se los prepara a través de un trabajo de articulación con la escuela primaria, y en esa tarea está muy involucrada la MOI ya que ella acompaña a todos los niños, no sólo a los que tienen dificultades. Además se busca aunar criterios con las maestras de primero que los van a recibir, nos cuentan su forma de trabajo, los cuadernos que van a utilizar, etc. Todo es para que el cambio no sea tan brusco y para continuar con una modalidad de trabajo similar a la del jardín. 


¿Cómo es la relación con los padres? ¿Se involucran mucho en el proceso educativo? En esta unidad sí, contamos con una gran colaboración de los padres, incluso en la parte de cooperadora y para mantener bien las salitas. Ahora que estamos trabajando a la distancia también vemos que se involucran y hay muy buena respuesta de todos. En estos momentos tenemos el 100% de los chicos conectados y trabajando, algunos en mayor o menor medida envían las actividades, pero todos participan.


¿Es muy diferente la realidad de los jardines actual comparada a cuando empezó su carrera? Sí, la realidad es distinta en cuanto a los niños. Hoy nos encontramos ante infancias totalmente diferentes y por lo tanto los métodos de trabajo deben adecuarse. La tecnología es uno de los factores que influyen en la niñez de hoy, y a veces la falta de límites cuando tienen padres jóvenes, o el hecho de que nosotras mismas educamos para que los niños sean más independientes, autónomos. Entonces los chicos son más críticos y cuestionadores, por eso uno tiene que estar bien parado frente a ellos. Ya no se puede usar la fantasía para responderles como antes. Es una generación que viene mucho más informada y cuenta con un vocabulario muy rico. Están muy estimulados desde el hogar también. 


¿La formación actual prepara bien a los docentes para hacerse cargo de los niños? ¿Cuáles son las falencias más comunes que encuentran? En el profesorado, según vemos, se van quedando un poco en el tiempo. Nosotros vamos avanzando con respecto a los contenidos que nos bajan desde la Dirección de Nivel Inicial del Consejo de Educación, y no condicen con los contenidos que vienen a aplicar las practicantes. Por ejemplo, el “período de juego trabajo” se fue eliminando, y los rincones ya no existen, se han transformado en sectores de trabajo más acordes con las infancias actuales. La casita de la mamá ahora es un rincón de dramatización, los niños pueden armar un supermercado o dramatizar cualquier situación cotidiana. Las estudiantes que vienen todavía tienen el “período de juego trabajo” planificado en su clase, que es una metodología vieja. Por suerte tenemos buena comunicación con el profesorado y se pueden hacer concesiones al momento de aceptar practicantes.

¿Cómo creen que va a ser la vuelta a clases? ¿De qué forma se están preparando? He pensado varias posibilidades, porque si se permite la vuelta a clases se van a tener que formular nuevos AEC, es decir Acuerdos Escolares de Convivencia que pongan el foco en el cuidado de nuestra salud. Vamos a tener que volver a ingresar por la puerta de atrás evitando el cúmulo de niños y hacer que cada padre acompañe a sus hijos hasta las salitas. Ya no se van a poder dar las manos, ni los niños entre ellos ni con sus maestras. Es una situación complicada. Por supuesto que hay que seguir las directivas que nos manden las autoridades, que tendrán en cuenta los protocolos necesarios para la seguridad de todos.

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