“LA ESCUELA DE FÚTBOL INFANTIL DE BARRIO SUD FUE UN ÁRBOL QUE SE HIZO FRONDOSO Y AÚN HOY SIGUE DANDO SUS FRUTOS”

Choli y uno de sus recordados equipos de Barrio Sud
  El pasado 1° de mayo se cumplieron 30 años de la creación de la Escuela de Fútbol Infantil del Club Atlético Barrio Sud. Elvio “Choli” Medina, uno de más importantes formadores de talentos futbolísticos de nuestra ciudad, fue el creador de este verdadero semillero que aún hoy mantiene su vigencia con el trabajo de otros entrenadores y del cual salieron excelentes jugadores que siguen nutriendo las primeras divisiones de varias instituciones de nuestro medio. En la actualidad, cuando ya la mayoría de los chicos rojinegros que comenzaron a jugar en aquella escuela, visten los colores de equipos de la categoría Superveteranos, el querido “Choli” rememora los inicios en EL PUEBLO. 



- Seguramente, en la forma que transcurre la vida parece que fue ayer y pasaron 30 años.
Sí, por supuesto, ahora uno dice 30 años y queda muy lejano en el tiempo el recuerdo. El fútbol es un deporte hermoso, dediqué muchos años de mi vida a la dirección técnica y al armado de numerosos equipos que fueron protagonistas de los campeonatos de la Liga Villaguayense. Hoy lamentablemente ya no lo puedo disfrutar debido a que mi enfermedad me impide andar en las canchas. La escuela de fútbol infantil de Barrio Sud fue un árbol que con el paso de los años se hizo muy frondoso y aún hoy sigue dando sus frutos. La mayoría de los chicos que empezaron jugando con nosotros en la escuelita pasaron por la primera división y en la actualidad ya se encuentran en categoría Veteranos o Superveteranos. Barrio Sud es un club muy importante en Villaguay y lo ha demostrado continuamente, logrando títulos en todas las divisiones y convirtiéndose en un ejemplo a seguir durante muchos años. Agradezco a Dios haber puesto esa semilla, haber tenido la gran idea de fundar su escuela de fútbol infantil, lo cual había sido propuesto previamente en reuniones de la Liga. Nos pusimos a trabajar algunos meses antes y el 1° de mayo jugamos oficialmente por primera vez. Fue una fecha doblemente importante para mí porque también nació mi hijo Diego. Recuerdo que estábamos en la cancha cuando me avisaron cerca del mediodía que había sido papá. Quiero destacar que en los inicios de la escuelita de fútbol en Barrio Sud el apoyo de los padres fue tremendo. En el primer mes de prácticas ya teníamos casi 70 jugadores y luego de un año de trabajo contábamos con más de 100 chicos. Los padres y madres de los jugadores nos ayudaron mucho, atendiendo la cantina, haciendo tortas fritas, donando harina, grasa, estuvieron siempre cuando los necesitábamos trabajando por el fútbol infantil. Ellos nos brindaron un impulso muy grande y fueron una pieza fundamental para el crecimiento y desarrollo de esta actividad. 

Choli Medina junto a su esposa


- Todos los chicos que dirigiste tienen el mejor de los recuerdos de “Choli” Medina. Te convertiste en un parámetro muy importante de su formación como personas de bien. 
Sí, la verdad es que nada les brinda a los chicos la contención que le pueden dar los clubes en este sentido. Barrio Sud siempre se ha caracterizado por cobijar de una manera especial a los niños de los barrios vecinos, ya que salvo cuando estaban en la escuela, pasaban el resto del día en el club. Quiero destacar que muchísimos chicos a quienes dirigí y que han pasado por las distintas divisiones del club, por sobre todas las cosas son amigos míos y eso tiene un significado muy importante para mí como concepto de vida, ya que está por encima de la normal relación técnico – jugador. Ya pasaron tantos años desde que dejé de dirigir y sin embargo muchos de ellos siempre me vienen a visitar o me llaman para organizar una comida. Vivimos muchas cosas y en el tiempo prevalece la amistad.
Choli Medina junto a su esposa

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- A pesar de que en los últimos tiempos ya no estás yendo a la cancha en Villaguay ¿notás que cambió mucho el fútbol que se practicaba hace 30 años respecto del actual? 

De tantos años de andar en el fútbol, recuerdo que cada uno de los equipos de Villaguay tenía dos o tres muy buenos jugadores, que sobresalían del resto y realmente daba gusto ir a la cancha para verlos jugar. Por ejemplo, el “Pulga” Augusto Bentos en Deportivo Villaguay, Jorge “Chito” Barreto en Sarmiento, Jorge López en Libertad de Villa Domínguez y Barrio Sud, el “Negrito” Raúl Reyes en Barrio o Sergio “Checo” Barreto en ADEV. Todos hombres importantísimos dentro de un equipo que hoy en día no se ven. Porque se juega de otra manera, con esquemas en donde quizás no prevalecen los habilidosos. Creo que ha cambiado bastante el fútbol, a pesar de no ir a la cancha lo veo por televisión. Siempre están presentes el entusiasmo, las ganas, la fuerza, pero cada vez se trata peor a la pelota.
¿Alguna vez le dijiste a tu número 10 que no entretenga la pelota, que toque rápido o que no gambetee tanto porque se la van a quitar, como lo hacen muchos DT en la actualidad? No de ninguna manera (risas), cuando lo tenía a Jorge López en Barrio yo le decía “vos divertite y hacé lo que vos sabés dentro de la cancha”. Obvio que le marcaba los errores, pero Jorge tenía muchas más virtudes. Lógicamente que según los partidos y contra qué rival se juegue uno debe analizar cuántos hombres de recuperación puede poner en el mediocampo o con cuántos delanteros se puede atacar. Muchas veces y en varios equipos utilicé tres jugadores de marca en el medio y un cuarto volante ubicado un poquito más arriba por la izquierda. Pero si le quitamos magia al habilidoso, al que nos puede dar la cuota de sorpresa con su gambeta, estamos matando la esencia del fútbol. Tuve la suerte de tener siempre en mis equipos a grandes jugadores que usaron la camiseta número 10.
Otra posición que es prácticamente una especie en extinción son los números 9. Si, exactamente, en la actualidad los centro delanteros (número 9) como los de antes, que jugaban de espaldas al arco y en constante lucha con los marcadores centrales del equipo rival son cada vez más escasos, porque los equipos ya no juegan con un referente de área. Nosotros tuvimos la suerte en Barrio Sud de contar con Omar Pérez, un delantero de gran potencia, pero también teníamos gente que llegaba al arco volanteando. Hasta incluso contábamos con varios cabeceadores de primera línea, para aprovechar la pelota parada, que hoy en partidos tan cerrados se convierte en un recurso importantísimo. Cualquiera podía llegar y convertir de cabeza: Francisco “Pancho” García, Rubén “Caniya” Declerq y Omar Pérez.
Quizás el ojo se acostumbra, pero la calidad de los espectáculos está muy lejos de ser la que se brindaba antes. Sin ninguna duda, porque se lucha demasiado para recuperar la pelota y se le da menos importancia a la generación de juego. Aunque muchas veces son los árbitros los culpables de que los partidos se pongan muy bruscos o de que se juegue excesivamente fuerte. Porque dejan pegar y jugar de esa manera. Pienso que con un grito o una advertencia de afuera se acomodan los partidos, por lo cual los directores técnicos deben estar muy atentos para frenar a sus jugadores si el partido se va por otros carriles.


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