Liliana Herrero: "MI SENSIBILIDAD HACIA LA MÚSICA VIENE DE VILLAGUAY, NO DE OTRO LADO"

"Me fui de Villaguay pero en realidad nunca me fui. Uno no se va de los lugares sino que los lugares van con uno", dice Liliana Herrero. (Foto: Página/12).

El futuro, el pasado pero sobre todo el presente, no sólo el propio sino también el de muchos otros músicos, se suceden en esta entrevista con Liliana Herrero, realizada hace unos días por Hugo Monzón en Radio Auténtica. La cantante recuerda sus primeros años en Villaguay y en particular a su maestra Juanita Alsina, se refiere a la "situación desesperante" que están atravesando muchos de sus colegas y dice que aún no sabe como reanudará su carrera cuando la cuarentena llegue a su fin. 

- ¿Cómo estás viviendo la cuarentena?

- Estoy tratando de hacer algunas cosas que me interesan mucho. La primera y principal es hacer ver) que la situación de los músicos es muy grave. Hicimos un documento que tuvo alrededor de 5000 adhesiones y ahora estamos conversando con el ministerio de Cultura para ver qué se puede hacer para facilitar el trabajo de los músicos, aunque sea en forma digital. Muchos no pueden pagar el alquiler y están recibiendo bolsones de comida. Hay situaciones absolutamente desesperantes. Por supuesto que no es el único sector que está sufriendo la falta de trabajo. Lo mismo les pasa a los actores, a los artesanos, a los bailarines, a los cineastas. El trabajo se cayó abruptamente y nosotros seremos seguramente los últimos en volver a la actividad y a generar ingresos.


- ¿Cuáles son tus principales recuerdos de Villaguay?

- Yo no recuerdo ningún momento sin la música. Mi padre ponía música todo el tiempo. Después yo misma fui por mi cuenta a lo de Juanita Alsina, que vivía a la vuelta de casa, y con ella empecé a entender la lectura, la escritura, la armonía y todas las formas de la música, que no son nada fáciles. Muchas veces he tenido que ir a grabar a algún estudio sin tener tiempo de estudiar pero he podido leer las partituras a primera vista: a eso me lo enseñó Juanita, nadie más que ella. Yo la llevo siempre en mi corazón, no se fue nunca de mí. Mi formación y mi sensibilidad hacia la música vienen de ahí, de Villaguay, no de otro lado. Después seguí los caminos intrincados de todas las historias de vida. Me fui de Villaguay, aunque en realidad nunca me fui. Uno no se va de los lugares sino que los lugares van con uno. No tiene importancia si ahora yo voy o no, porque la ciudad está en mí, lo mismo que Entre Ríos. A eso no hay forma de sacárselo de encima. No se puede.


- ¿Cuál es tu futuro inmediato en la música?

- Antes de que ocurriera todo esto [de la cuarentena] pensaba preparar un nuevo disco para sacarlo el año que viene. Pero eso se cayó, de la misma manera que se cayeron los conciertos y las giras. No he podido seguir pensando en lo mismo que antes. Ahora no es momento para pensar en un disco después de todos estos acontecimientos. Hay que barajar y dar de nuevo. No sé lo que voy a hacer cuando esto termine. Por ahora me considero contenta de haber armado un grupo que sale en defensa de los músicos y en contra del abandono en que se encuentran. En la inmediatez sólo va a haber lucha y campaña de solidaridad. No me quejo: esto nos pasó a todos y ahora hay que ver cómo salimos de este enredo y de este peligro.


- Has grabado con muchos músicos. ¿Cuál fue el que más te impresionó y con el que te gustó más compartir grabaciones y escenarios?

- Fueron muchos. Mercedes Sosa fue fundamental para mí. Fito [Páez] también, por supuesto: él tuvo la idea de que yo empezara a grabar discos. También fue importante Cuchi Leguizamon, Luis Alberto Spinetta, Charly García. Además he escuchado mucho jazz, tango y música clásica, en la que tuve una fuerte formación de mi padre. No tengo prejuicios en relación a los géneros musicales. También me impacta la poesía, en especial la de autores como Juan L. Ortiz y Manuel Castilla.

"Sostener la ayuda colectiva"


Liliana Herrero estima no se saldrá de la cuarentena de manera masiva sino "escalonadamente" y que tal cosa no sucedería antes de "septiembre u octubre".

Dice además que es necesaria "una espalda económica muy alta" para poder "aguantar hasta fin de año sin trabajar", por lo cual "se debe sostener la ayuda colectiva" no sólo hacia el mundo de la cultura sino también hacia el resto de los trabajadores y en particular hacia "los casos más graves, porque es ahí donde [la falta de trabajo] se nota más".

Ante ese complicado escenario, Liliana y varios de sus colegas vienen gestionando la implementación de un "fondo solidario" que ayude a los artistas menos favorecidos, que trabajan habitualmente a la gorra o a porcentaje y que ahora se enfrentan a un panorama "absolutamente desesperante". 



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