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Tego y la copa de Campeón Argentino atletismo 100 mts llanos |
Juan Antonio “Tego” Zabala se destacó como un deportista polifacético, ya que practicó atletismo, fútbol, básquet y bochas. También durante varios años se desempeñó como árbitro de la Liga Villaguayense de Fútbol. Es otro de los ejemplos locales de profundo amor a una sola institución, ya que a lo largo de su trayectoria siempre le fue fiel a la camiseta del club Barrio Sud. EL PUEBLO lo entrevistó de esta manera.
- ¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el deporte?
- Comencé a jugar al fútbol a los 10 años en la 5° división de Barrio Sud, luego a los 12 pasé a la 4° y con 14 años debuté en primera. Paralelamente practicaba atletismo y también jugaba al básquet en el club. En el atletismo, a los 13 años participé en los Campeonatos Entrerrianos de salto en largo y 100 metros llanos, obteniendo el título y clasificando para el nacional en Buenos Aires, donde viajé ya con 14 años cumplidos, consiguiendo el subcampeonato en largo y el título de campeón argentino en 100 llanos. Cuando volví me estaban esperando para jugar en la primera de Barrio Sud, con el cartel y el prestigio que me había dado el atletismo, enseguida me pusieron como “número 9” (risas). No me asustaba nada porque desde chico me crié en el barrio Villa Pedro, en los sitios de Clemetz jugando con los grandes. Mis compañeros de atletismo eran Juanino Gaillard y Enrique Ramón Antón. Ganamos en Concepción del Uruguay y clasificamos para viajar a Paraná, donde los tres nos consagramos campeones entrerrianos en distintas categorías. En los Juegos Evita de Buenos Aires obtuve el título en los 100 llanos de la categoría infantiles mayores, imponiendo una gran marca de 11 segundos. Mientras que en salto en largo en Concepción del Uruguay salté 5,25 mts para ganar el entrerriano. Después, en Buenos Aires, superé mis propias expectativas porque aprendí algunas técnicas nuevas y logré el subcampeonato argentino con 6,50 mts.
- ¿Cuáles fueron tus primeros pasos en el deporte?
- Comencé a jugar al fútbol a los 10 años en la 5° división de Barrio Sud, luego a los 12 pasé a la 4° y con 14 años debuté en primera. Paralelamente practicaba atletismo y también jugaba al básquet en el club. En el atletismo, a los 13 años participé en los Campeonatos Entrerrianos de salto en largo y 100 metros llanos, obteniendo el título y clasificando para el nacional en Buenos Aires, donde viajé ya con 14 años cumplidos, consiguiendo el subcampeonato en largo y el título de campeón argentino en 100 llanos. Cuando volví me estaban esperando para jugar en la primera de Barrio Sud, con el cartel y el prestigio que me había dado el atletismo, enseguida me pusieron como “número 9” (risas). No me asustaba nada porque desde chico me crié en el barrio Villa Pedro, en los sitios de Clemetz jugando con los grandes. Mis compañeros de atletismo eran Juanino Gaillard y Enrique Ramón Antón. Ganamos en Concepción del Uruguay y clasificamos para viajar a Paraná, donde los tres nos consagramos campeones entrerrianos en distintas categorías. En los Juegos Evita de Buenos Aires obtuve el título en los 100 llanos de la categoría infantiles mayores, imponiendo una gran marca de 11 segundos. Mientras que en salto en largo en Concepción del Uruguay salté 5,25 mts para ganar el entrerriano. Después, en Buenos Aires, superé mis propias expectativas porque aprendí algunas técnicas nuevas y logré el subcampeonato argentino con 6,50 mts.
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Selección de la Liga Villaguayense 1954, Tego Zabala, 3° abajo desde la izquierda. |
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- ¿Quién los entrenaba en nuestra ciudad?
- Lamentablemente, acá en Villaguay no había nadie que nos explicara las técnicas y la forma en la cual entrenar, pero cuando viajamos a Paraná, un ex atleta olímpico se dedicó a enseñarnos de todo. Estuvimos concentrados practicando durante un mes en Paraná y gracias a eso pudimos lograr tan buenos resultados en el nacional de Buenos Aires, que se realizó en la cancha de River. Mientras estábamos parados en la formación antes de la competencia, yo escuchaba que desde la tribuna me alentaban, cuando observé hacia ese lugar pude identificar a tres personas y los saludé levantando la mano. Después que terminó la jornada me vinieron a saludar, eran tres villaguayenses que vivían allá y eso me provocó una alegría inmensa. Este campeonato se desarrolló en el año 1952, lo particular de esto fue que Evita y Juan Domingo Perón nos entregaron las medallas. Como yo había subido antes por el subcampeonato en salto en largo, cuando me tocó de vuelta el podio por los 100 metros llanos, mientras me colgaba la medalla, Evita le dijo a Perón “a este chico yo ya lo conozco” (risas). Unos años después, cuando tenía 17, viajé de vuelta a Buenos Aires donde obtuvimos el subcampeonato argentino en la posta 4 x 100 con el equipo de Entre Ríos, junto a Miguel Barrinengoa (Paraná) y dos chicos de Concepción del Uruguay. Nuestro entrenador era el “Negro” Ibarra, ex representante olímpico.
- Volviendo al fútbol ¿cómo te fue en la primera de Barrio Sud?
- Muy bien, el hándicap mío era la velocidad, jugaba como delantero y tenía compañeros que eran mediocampistas habilidosos que me daban excelentes pases para que yo pudiera correr y definir. Conmigo jugaban entre otros: “Tokio” Robles, Caballero, “Pichi” Giles, “Goro” Gómez, “Negro” Pancho, “Pío” Almada, “Tanque” Carlos Bravo, “Gordo” Álvarez, “Gringo” Aranda, Ziguinella. Con la juventud que tenía y el entrenamiento en atletismo, una vez que picaba, los defensores quedaban parados o corrían sin poder alcanzarme y encaraba de frente al arco. Convertía goles en casi todos los partidos y también los erraba (risas). En aquella época se jugaba con cinco delanteros. En una temporada inolvidable ganamos los tres campeonatos que jugamos (Preparación, “Casa Torres” y Oficial). Todos querían que varios pibes de la 4° pasaran a primera pero era difícil porque Barrio tenía extraordinarios jugadores. El rival más duro era Sarmiento, que siempre tenía muy buenos planteles y un tiempo más tarde apareció el famoso “Expreso Blanco” de Parque, un equipo fantástico. Por ejemplo, Huracán había traído a cuatro uruguayos para armar su equipo, entre ellos Avelino Rodríguez, un gran jugador, abuelo de los Lazzari. En el año 1954, ocho jugadores de Barrio Sud fuimos convocados para la Selección de la Liga, que tenía como hombres más experimentados a Lalanda y a “Gallo” Barreto (Parque), “Eduardín” López y “Coto” Núñez (Sarmiento), Eggio Protto y el “Negro” Vassini (ADEV), Portillo y Carelli (San Lorenzo). Llegamos a la final de un provincial contra Paraná, que tenía un gran elenco y nos dejaron afuera a todos los chicos de Barrio Sud, porque el DT quiso el equipo integrado por jugadores de trayectoria. Nosotros aceptamos el cambio sin problemas pero mucha gente se ofendió por esta actitud del cuerpo técnico, ya que con los juveniles adentro de la cancha habíamos ganado muchos partidos (C. Del Uruguay, Concordia, Colón) y si se llegó a la final, cuestionaban por qué nos habían sacado en el partido decisivo del torneo. Con la Selección de la Liga nos hacíamos muy fuerte acá en Villaguay, jugábamos como local en la cancha de Huracán, que se llenaba de gente.
- Lamentablemente, acá en Villaguay no había nadie que nos explicara las técnicas y la forma en la cual entrenar, pero cuando viajamos a Paraná, un ex atleta olímpico se dedicó a enseñarnos de todo. Estuvimos concentrados practicando durante un mes en Paraná y gracias a eso pudimos lograr tan buenos resultados en el nacional de Buenos Aires, que se realizó en la cancha de River. Mientras estábamos parados en la formación antes de la competencia, yo escuchaba que desde la tribuna me alentaban, cuando observé hacia ese lugar pude identificar a tres personas y los saludé levantando la mano. Después que terminó la jornada me vinieron a saludar, eran tres villaguayenses que vivían allá y eso me provocó una alegría inmensa. Este campeonato se desarrolló en el año 1952, lo particular de esto fue que Evita y Juan Domingo Perón nos entregaron las medallas. Como yo había subido antes por el subcampeonato en salto en largo, cuando me tocó de vuelta el podio por los 100 metros llanos, mientras me colgaba la medalla, Evita le dijo a Perón “a este chico yo ya lo conozco” (risas). Unos años después, cuando tenía 17, viajé de vuelta a Buenos Aires donde obtuvimos el subcampeonato argentino en la posta 4 x 100 con el equipo de Entre Ríos, junto a Miguel Barrinengoa (Paraná) y dos chicos de Concepción del Uruguay. Nuestro entrenador era el “Negro” Ibarra, ex representante olímpico.
- Volviendo al fútbol ¿cómo te fue en la primera de Barrio Sud?
- Muy bien, el hándicap mío era la velocidad, jugaba como delantero y tenía compañeros que eran mediocampistas habilidosos que me daban excelentes pases para que yo pudiera correr y definir. Conmigo jugaban entre otros: “Tokio” Robles, Caballero, “Pichi” Giles, “Goro” Gómez, “Negro” Pancho, “Pío” Almada, “Tanque” Carlos Bravo, “Gordo” Álvarez, “Gringo” Aranda, Ziguinella. Con la juventud que tenía y el entrenamiento en atletismo, una vez que picaba, los defensores quedaban parados o corrían sin poder alcanzarme y encaraba de frente al arco. Convertía goles en casi todos los partidos y también los erraba (risas). En aquella época se jugaba con cinco delanteros. En una temporada inolvidable ganamos los tres campeonatos que jugamos (Preparación, “Casa Torres” y Oficial). Todos querían que varios pibes de la 4° pasaran a primera pero era difícil porque Barrio tenía extraordinarios jugadores. El rival más duro era Sarmiento, que siempre tenía muy buenos planteles y un tiempo más tarde apareció el famoso “Expreso Blanco” de Parque, un equipo fantástico. Por ejemplo, Huracán había traído a cuatro uruguayos para armar su equipo, entre ellos Avelino Rodríguez, un gran jugador, abuelo de los Lazzari. En el año 1954, ocho jugadores de Barrio Sud fuimos convocados para la Selección de la Liga, que tenía como hombres más experimentados a Lalanda y a “Gallo” Barreto (Parque), “Eduardín” López y “Coto” Núñez (Sarmiento), Eggio Protto y el “Negro” Vassini (ADEV), Portillo y Carelli (San Lorenzo). Llegamos a la final de un provincial contra Paraná, que tenía un gran elenco y nos dejaron afuera a todos los chicos de Barrio Sud, porque el DT quiso el equipo integrado por jugadores de trayectoria. Nosotros aceptamos el cambio sin problemas pero mucha gente se ofendió por esta actitud del cuerpo técnico, ya que con los juveniles adentro de la cancha habíamos ganado muchos partidos (C. Del Uruguay, Concordia, Colón) y si se llegó a la final, cuestionaban por qué nos habían sacado en el partido decisivo del torneo. Con la Selección de la Liga nos hacíamos muy fuerte acá en Villaguay, jugábamos como local en la cancha de Huracán, que se llenaba de gente.
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- Y también en paralelo al fútbol, jugabas al básquet.
- Sí, a los 14 años arranqué con el básquet en Barrio Sud, junto a varios compañeros de fútbol. Jugamos varios años a nivel local pero mientras estuve yo no pudimos clasificar para ningún Entrerriano porque Huracán tenía un equipazo y ganaba todos los torneos. Jugaban Herbert Roberto, “Tomapán” Gómez y “Balazo” Rodríguez entre otros. Nosotros les hacíamos buenos partidos pero corriendo y sin descuidarnos un segundo. Ellos eran superiores técnicamente y nos terminaban ganando sobre el final. Nuestro mejor jugador era “Pirincho” Coronel, que siempre nos enseñaba que había que aprovechar los espacios vacíos que se generaban dentro de la cancha, entonces a esos lugares nos tiraba la pelota y decía: “Tienen que llegar, ahí hay que estar”. Todos mis hermanos jugaron al básquet, el “Gringo”, “Cáscara”, “Pocholo”, “Castillo” y Carmen.
- ¿Cómo comenzaste a interesarte por el arbitraje?
- A los 21 años me tocó la conscripción, Infantería de Marina, la realicé en la Prefectura Naval de La Plata, en Astilleros Navales de Ensenada (Provincia de Buenos Aires). Ahí jugué al fútbol en un equipo denominado Porteño (Ensenada). Recuerdo que enfrentamos a equipos conocidos como Cambaceres y Villa San Carlos. Lamentablemente me lesioné la rodilla, tenía un menisco roto. Entonces dejé de jugar, tenía solamente 20 años, me operé algunos años después con un Dr. Gueller que venía a Villaguay. Luego empecé a jugar al casín y a las bochas. También me empezó a interesar el hecho de continuar ligado al fútbol como árbitro, entonces ingresé a la Liga Villaguayense como juez y desempeñé durante varios años esa labor. Recorrimos la provincia cobrando distintos torneos con una terna hermosa que habíamos armado junto a “Patita” Mendieta y “Pancho” Almada.
- También sumaste una destacada campaña en las bochas.
- Sí, jugué muchos años en Barrio ganando varios campeonatos aniversarios, oficiales y también algunos torneos ranking por lo cual clasificamos para disputar Entrerrianos en Concordia y San Salvador, donde perdimos la semifinal contra Colón. En aquel equipo estuve acompañado por Ricardo “Pichi” Giles, Silverio “Pirulo” Ribas y Lázaro Miño.