Mi nombre es Sebastián, estudio la Tecnicatura en Turismo sede Villaguay y aunque resulte increíble estoy en el tercer año. Digo que parece increíble porque en un principio cuando arrancaba a cursar sentía temores de todo tipo: que no me gustara la carrera, no poder adaptarme, no sentirme bien con el grupo; estaba seguro de que quería estudiar una carrera universitaria en Villaguay ya que no tenía los recursos para irme y además no quería dejar pasar esta oportunidad que ofrecía la Universidad pública y gratuita.
Anteriormente había investigado sobre el turismo y encontraba en él algo que me atraía, que tenía relación conmigo. Después esos miedos fueron desapareciendo y aparecieron de repente las responsabilidades de estudiar, entregar trabajos prácticos y hacer exposiciones en clases. Es ahí donde entra en juego el tiempo que les dedicamos a los estudios, la motivación, la frustración, los desganos, las ganas de superarse.
Considero que soy como todos los alumnos porque me han pasado las mismas cosas y he tenido buenos y malos momentos en mi desempeño; muchas veces he estado desmotivado y también he dejado cosas a último momento y luego me sentí estresado y hasta arrepentido. Pero con el apoyo del grupo nunca bajé los brazos y pude ver en la carrera un empuje para enfocarme en lo que quiero ser.
Hoy, ya transitando el último año soy consciente de que el egreso de la misma va más allá de obtener un título y puedo afirmar y decirle a cualquier persona que la universidad me ha mejorado en el hecho de ser capaz de comprometerme y hacer; siempre busco la forma de dar una vuelta de rosca a los trabajos prácticos o exposiciones y considero que cuando pueda estar trabajando de lo que me gusta podría desempeñarme como un técnico creativo , como una persona positiva que busca las soluciones a los problemas que se presentan; si así me lo me han enseñado los profesores de esta Facultad.
También la Universidad me ha mejorado a la hora de establecer vínculos con las personas y de perder ciertos temores. Siempre he sido muy sociable pero ahora si tengo que pararme frente a todos no tendría problemas o miedo alguno para comunicar o expresar algo.
Tuve la suerte de tener profesores que me han marcado en este camino, cada uno desde su lugar, desde su cátedra nos han aportado algo para lo que somos y lo que seremos y en ninguno vi actitudes mezquinas, han compartido sus conocimientos y trabajo en conjunto, también han puesto a nuestra disposición su tiempo y apoyo que de verdad se valora y mucho.
Ha habido actividades de la carrera que han fortalecido mi vocación por el Turismo como los trabajos prácticos y los de campo; de hecho las más entretenidas, a mi parecer, y que quedan en la memoria. Quizás hay veces que una materia no es necesariamente práctica sino que es teórica pero con el solo hecho de hacer alguna exposición oral nos hace organizar los temas que vamos a tratar y pensar cómo vamos a hacer que esa exposición sea atrapante, las resolvía en grupo y de esa manera aprendí a integrarme a equipos , creo que para quienes estudiamos Turismo es fundamental el trabajo en equipo y la atención/ coordinación de grupos , ya que estaremos en contacto con turistas y debemos que ser capaces de perder el miedo al hablar y a expresarnos.
Además, en la sede compartimos momentos inolvidables, con mis compañeros, profesores y otras personas que se nos han acercado y vamos escuchamos historias de vida, distintas perspectivas, pensamientos, llantos, risas, cambios, un conjunto de sentimientos y emociones que en el día a día salen a la luz.
Siento que he tenido el privilegio de conocer a profesores, administrativos y compañeros de UADER Villaguay, tuve compañeros que tomaron otros caminos, como sucede en toda carrera, pero quienes cursan conmigo nos hacemos de sostén. A decir verdad, somos muy unidos y sabemos que contamos los unos con los otros para lo que necesitemos; compañerismo, solidaridad, honestidad, trabajo en equipo. Esos son valores construidos y que me gustaría que muchos villaguayenses sigan gozando de este derecho a hacer esta Carrera universitaria en su ciudad, porque a mí, me ha cambiado la visión del mundo y también la actitud con que lo enfrento hoy a los 23 años.