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| Yamila, su esposo y sus hijos vinieron a Villaguay desde Corrientes hace casi tres años. Les había ido bastante bien hasta el siniestro del pasado lunes. (Foto: Delco). |
Yamila, su esposo y sus cinco hijos son correntinos, oriundos de la ciudad de Mercedes, y se mudaron hace casi tres años a una vivienda del establecimiento 'La Esmeralda', a la altura del kilómetro 77 de la ruta 130, en el departamento Villaguay. Esa casa se incendió por completo en la noche del pasado lunes y sus ocupantes quedaron literalmente en la calle, pero al día siguiente se llenó de vecinos dispuestos a donar toda clase de elementos y a ponerse a disposición de los damnificados.
"Es impresionante la cantidad de ayuda que hemos recibido", expresó ayer la mujer en diálogo con Delco Noticias, y se mostró "inmensamente agradecida" por toda la generosidad con que se ha encontrado en estos días. Eso la sorprendió, porque supuso que quizá la gente no iba a ser tan solidaria con ellos que son relativamente nuevos en la zona.
Yamila agradeció no sólo las donaciones que servirán para reequipar la casa sino también la actitud de quienes llamaron por teléfono o concurrieron a darles un abrazo o simplemente acompañarlos en esta difícil situación, desde lugares como Villaguay, Santa Anita, Villa Elisa y Domínguez.
A lo largo de esta semana, la familia ha recibido alimentos, frazadas, colchones, camas, mucha ropa y también electrodomésticos, aunque no todavía sillas, roperos y otros muebles. De todos modos, la señora y su marido si sienten ahora "mucho más tranquilos" por el simple hecho de que "uno sabe que no está solo".
Ella confiesa que se puso "en blanco" mientras veía consumirse su casa y luego fue invadida por la certeza de "tener que empezar todo de nuevo", con las complicaciones que significa hacerlo en estos meses de mucho frío y teniendo cinco hijos. Pero esa intranquilidad quedó casi completamente a un lado cuando empezaron a llegar donaciones y muestras de solidaridad totalmente imprevistas.
A lo largo de esta semana, la familia ha recibido alimentos, frazadas, colchones, camas, mucha ropa y también electrodomésticos, aunque no todavía sillas, roperos y otros muebles. De todos modos, la señora y su marido si sienten ahora "mucho más tranquilos" por el simple hecho de que "uno sabe que no está solo".
Ella confiesa que se puso "en blanco" mientras veía consumirse su casa y luego fue invadida por la certeza de "tener que empezar todo de nuevo", con las complicaciones que significa hacerlo en estos meses de mucho frío y teniendo cinco hijos. Pero esa intranquilidad quedó casi completamente a un lado cuando empezaron a llegar donaciones y muestras de solidaridad totalmente imprevistas.
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Qué pasó
El incendio tuvo origen en un pedazo de leña que cayó desde la estufa hogar hacia el piso flotante e hizo que se prendiera fuego un sillón y luego el techo de madera.Toda la familia se hallaba en esos momentos en una casa vecina. El marido recibió un llamado telefónico y optó por ignorarlo porque era tarde y provenía de un número desconocido. Pero el celular sonó nuevamente y entonces la mujer decidió atender. Era el comisario de Domínguez, que comunicó lo que estaba sucediendo y confesó haberse preocupado al ver zapatillas de niños junto a una ventana enrejada: "Creyó que los chicos habían intentado salir por ahí y no habían podido", reveló la señora.
Es imposible saber qué habría sucedido si la familia hubiera estado en la casa. Quizá habrían podido acomodar la madera dentro de la estufa y evitar toda la destrucción posterior; pero también cabe la posibilidad de que hubieran estado durmiendo y terminaran fatalmente atrapados por el fuego.
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