Seguinos en Facebook Seguinos en Instagram Seguinos en Threads Seguinos en TikTok Seguinos en Bluesky Escribinos por whatsapp Escribinos por Telegram

Psicóloga Leticia Fernández: “HOY POR HOY ES MUY IMPORTANTE CONOCER EL VALOR DEL ALTRUISMO"



Los efectos del aislamiento producto de la cuarentena pueden poner en jaque el equilibrio de nuestra salud mental. La angustia y la depresión causadas por el encierro además de la paranoia por miedo al contagio, son algunas de las circunstancias a las cuales debemos estar preparados para enfrentar. La imposibilidad de compartir momentos junto a nuestros seres queridos también nos genera situaciones de estrés que debemos sobrellevar. EL PUEBLO entrevistó a la psicóloga Leticia Fernández, quien analizó estas circunstancias para brindar claridad conceptual.


- ¿Cuáles son los parámetros de cuidado que debemos tener para preservar nuestra salud mental luego de 80 días de aislamiento social? 

- La cuarentena es una situación que genera estrés y que aumenta en los casos de aquellas personas que trabajan en salud. El estrés es el agotamiento mental que se produce por exigencias externas que tenemos que cumplir pero que al mismo tiempo sentimos que nos sobrepasan. El estrés puede traer aparejadas distintas circunstancias, tales como la imposibilidad de dormir, la atrofia que podemos tener en el contacto con los demás y que se va extendiendo en el tiempo, porque a pesar de existir algunas variaciones de flexibilización, el contacto interpersonal sigue estando reducido. La cuarentena provoca estresores, que son las situaciones que generan directamente el estrés. El tiempo que se prolonga del aislamiento es una de ellas, porque posee una duración tan extensa y no sabemos cuándo va a finalizar, por lo cual es una de las causas provocadoras de estrés más importantes. Y esa incertidumbre genera síntomas psicológicos negativos. También entre las situaciones en las cuales se presenta el estrés aparece el miedo a infectarnos, pero el hecho de vivir en una ciudad como la nuestra donde debido al lugar específico no se registraron tantos casos, no es lo mismo que estar en Buenos Aires, Santa Fe o Chaco, donde cada vez hay más infectados. Recordemos que en un primer momento, cuando se conoció que el Covid 19 estaba en Argentina, se vivió esta sensación de miedo, entonces la gente cumplía con las medidas de prevención bastante más a rajatabla. Pero en los momentos actuales eso ha mermado, entonces no sería un estresor tan fuerte como en el inicio mismo de la pandemia. Otras situaciones que pueden aparecer son el aburrimiento y la frustración. Vivimos en una sociedad donde pareciera que no podemos estar aburridos, porque si los chicos se sienten así, los adultos debemos entretenerlos con algo. Nos cuenta mucho estar sin realizar actividades, nuestra sociedad es así, tenemos la idea permanente del contacto físico, de interrelacionarnos y nos encontramos con este aislamiento que nos trunca, entonces nos aburrimos. Al mismo tiempo nos frustramos porque tampoco podemos ser eficaces ya que al comienzo de esta situación no logramos estar en el lugar donde producimos algo de valor para la sociedad, es decir el trabajo. Por ejemplo, los docentes tuvieron que adaptarse a una nueva metodología de enseñanza para sus alumnos y el hecho de tener que acomodarse a nuevas situaciones produce estrés. También aparece acá como causante de estrés la interrupción en los lazos afectivos, porque uno siempre apunta a que la persona esté sostenida por la familia y los amigos, es decir que tenga una red de apoyo. Todo esto sumado sin dudas que nos atraviesa, nos impacta y se exacerba la angustia.


- ¿La paranoia es una consecuencia habitual en estos casos? ¿Cómo se manejan estas situaciones?

- La paranoia se genera a través de un miedo que en la actualidad tiene ciertas bases porque estamos ante una enfermedad, que se presenta como un virus que tiene un nivel de contagio muy importante, entonces sabemos que el lavado de manos y la desinfección de los lugares son vitales para controlarlo entonces cumplimos con ellos en reiteradas ocasiones. Está comprobado que en estos casos, cuando finaliza la cuarentena y se controla el virus, puede aparecer la paranoia como una secuela y que deriva de un miedo irracional. Es decir que la persona continúa lavándose las manos en exceso, evitando la charla con sus semejantes aunque sean amigos de toda la vida, tampoco tiene ganas de salir de su casa. Estas situaciones de compulsión se controlan con mucho manejo del pensamiento, o sea tratando de interpretar la situación social en la que uno está inmerso y el análisis de las razones para superarlas. En Toronto, Canadá, en el año 2003 sucedió con otra enfermedad, como el síndrome respiratorio agudo severo.


- Si la cuarentena provoca acostumbramiento ¿esto puede traer aparejada una dificultad para relacionarse en el futuro?


- Sin dudas que sí, porque debido a que el ser humano es un ser de hábitos, entonces se acostumbra y se adapta a situaciones nuevas. Esto también está atado a ciertos temores que tienen que ver con una cuestión de no comprender la enfermedad y de ignorar el por qué suceden las cosas. Por eso es muy importante que nosotros podamos a acceder a una información que sea la adecuada. Debemos saber qué sitio de noticias consultar y cuál de ellos evitar. También hay que tratar de exponerse solamente en un horario determinado a las noticias, no hacerlo a toda hora del día. Tenemos que ser conscientes sobre el objetivo de la cuarentena, para poder comprender sus alcances y extensión. También tenemos que conocer la sintomatología de esta enfermedad y que debemos hacer para cuidarnos.


- ¿Las redes sociales provocan disparadores negativos de la conducta en la pandemia o han demostrado ser muy necesarios en este momento tan especial?

- Si tomamos en cuenta el confinamiento que hemos tenido, creo que las redes sociales son muy necesarias porque nos permiten mantenernos unidos y comunicados. La prueba está en que ni bien se determinó tomar como medida el aislamiento, el gobierno decretó que al igual que los servicios esenciales (luz, gas, etc.) las líneas telefónicas celulares e internet tampoco se podían interrumpir por falta de pago. En el mundo actual las redes cumplen una importante labor de sostener las relaciones con la gente que nos importa a través de un mensaje de texto, un audio o por ejemplo la comunicación a través de Facebook, Messenger o Instagram. Y este momento en el cual no podemos estar conectados con nuestros afectos físicamente, necesitamos hacerlo de alguna manera y esto es lo que nos permite la tecnología. Las redes ocupan un papel fundamental dentro de este contexto de realidad que nos toca vivir en estos días, sosteniendo nuestra estabilidad mental.


- Si nos deja una enseñanza este tiempo de pandemia es que con conductas egoístas no podremos superar esta situación.

- Exactamente, hoy por hoy es muy importante conocer el valor del altruismo, para enfrentarlo a la compulsión. El altruismo es procurar el bien ajeno y muchas veces dejándonos de lado a nosotros mismos. Podemos cumplir con estas medidas de emergencia sanitaria pensando que si aguantamos vamos a cuidar a nuestra familia, tanto la que está a algunos kilómetros o a los que tenemos acá cerca en la ciudad. El otro día me decía una paciente: “Durante los primeros días que no podíamos salir me sentía asfixiada, salir de mi casa era casi una necesidad fisiológica”. Pero debemos frenar esta ansiedad por dejar el encierro porque tenemos todo un trabajo mental sobre nuestros pensamientos que nos dirigen la conducta. Pero sabemos que si salimos y le hacemos caso a este impulso podemos perjudicar a quienes tenemos al lado. Entonces debemos acompañar esta necesidad de afecto a través de mensajes, whatsapp, videollamadas, haciéndoles saber a nuestros familiares que estamos juntos en esto y que todo este esfuerzo que hacemos es por el bien de ellos más que por nosotros.

Publicidad