
Uno de los excelentes equipos de ADEV en la década del 70. José Azogaray, el segundo arriba desde la izquierda.
José “Vasco” Azogaray es un emblema en la historia de ADEV. Este marcador central que llegaba habitualmente al gol se desempeñó durante toda su trayectoria como “número 2”. Además de una gran variedad de recursos técnicos a la hora de marcar a un rival y salir con pelota dominada, también poseía “limpieza” para cortar juego fuera del área. Debutó a los 13 años en primera y fue protagonista de batallas en las cuales el elenco “Linyera” comenzó a ganarse el respeto de los equipos poderosos de la época como Sarmiento y Barrio Sud. Además fue uno de los fundadores del fútbol infantil de la entidad azul y se proyectó como un DT exitoso.
- ¿En qué barrio naciste y en qué potrero jugabas durante tu infancia?
- Nací y me crié en el barrio San José, pegado a la cancha de ADEV, club en el cual me inicié a los 12 años, por lo cual esta temporada estaría cumpliendo una trayectoria de 54 años en esa querida institución. Cuando éramos chicos nos juntábamos todas las tardes para jugar en el campito de Michelena, junto a los pibes del barrio, con varios compañeros que después estuvimos juntos en ADEV, como por ejemplo “Pelusa” Blanco y Hugo Rosa. Jugué muy poco en inferiores porque a los 12 años arranqué en 5° división, luego jugué unos partidos en 4° y ya a los 13 debuté en primera. A pesar de que ADEV fue mi club de toda la vida, cuando era muy chiquito lo seguía a Platense, un equipo del barrio El Chaco que jugaba en la Liga Independiente. El club Huracán organizaba torneos de baby fútbol en su cancha de básquet, nosotros participábamos con un equipo integrado por chicos del barrio y nos dirigía don Nicodemo Rodríguez (el padre de “Clavito”).
- Debutaste desde muy jovencito en primera división. ¿Cómo viviste esa experiencia?
- No me puse nervioso, confiaba en mi temple y en mis condiciones. Era un jugador técnico y tiempista, es decir que calculaba y llegaba antes que el delantero a la pelota. Mi primer partido fue una final contra Deportivo Villaguay en la cancha de Barrio Sud que ganamos 2 a 1. Entre mis compañeros estaban “Tordilla” De Meyer, “Ponga” Arellano y el técnico era don César Douglas Lobbosco. En ese Deportivo jugaban “Pulga” Bentos, “Negro” García y “Tino” Larrosa, eran partidos duros porque no se “mezquinaba” la pierna. Al año siguiente integré la Selección de la Liga Villaguayense. Siempre me caractericé por ser un jugador “limpio”, ya que tenía buena técnica, aunque si me tocaba salir fuerte a ganar la pelota lo hacía. Siempre me gustó practicar, porque antes casi no había entrenamientos, sino que eso estaba en la voluntad de cada uno. Nos juntábamos a la noche con un grupo de jugadores y practicábamos para limar los errores y nos enseñábamos unos a los otros. Yo también tenía una gran vocación ofensiva porque siempre subía en los córners, tenía buen cabezazo y muchas veces me quedaba la pelota luego de algún rebote y de esa manera hice varios goles. También convertí de tiro libre o por penales, cuando me llamaban para patear nunca decía que no. Le pegaba bastante fuerte a la pelota, pero eso se logra con práctica.
- ADEV siempre se distinguió por jugar un fútbol de “galera y bastón”.
- Sí, a lo largo de la historia, ADEV siempre demostró que trataba de jugar bien al fútbol, poniendo la pelota contra el piso. En aquella época teníamos muy buenos jugadores que provenían del internado de la Escuela ENET, como por ejemplo “Bocucha” Godoy, Borget y los hermanos Fernández. En 1968 armamos un excelente equipo y nos consagramos campeones invictos, ganando todos los torneos Aniversarios que se organizaron durante esa temporada, venciendo a Sarmiento y a Barrio Sud que eran las potencias locales, en partidos que se jugaban casi siempre con muchísima gente en la cancha.
- ¿Cuáles fueron tus compañeros de “cueva” con quienes mejor te entendiste?
- Los “números 6” con quienes mejor me entendí fueron Rosendo Nievas y Jorge Ojeda. Era una defensa muy compacta, teníamos como “número 4” a Oscar “Negro” Ojeda y los demás compañeros en el fondo eran “Mogola” López, Miguel Cachenot y Rosendo Nievas. Después lo tuve al “Chungo” Enríquez jugando a mi lado también. ADEV tenía grandes arqueros, como “Cañón” Piamontesi, después llegó Fussi desde Sargento Cabral, cuando salimos campeones atajaba el “Gordo” Scala. Un tiempo después también defendió el arco “Masita” Garay. Sin dudas, uno de los jugadores más importantes que teníamos era Carlos Alcides Blanco, porque “Pelusa” era polifuncional, ya que atajaba y además jugaba de “2”, “6”, “5” o “10”. Otro buen compañero que tuve en el fondo fue Rubén Atanasio Rebozzio, un jugador muy fuerte y áspero. En la Selección, cuando nuestro DT era Osmán Vittor, me puso de “5” y anduve muy bien, porque sabía quitar, distribuir la pelota y hacer jugar al equipo y cumplí la función sin problemas. En ese mediocampo jugaba “Cacho” Lazzari de “10” y “Cordero” Almeida de “8”. Otro gran baluarte que tuvimos en ADEV fue Luis “Palancha” Palacios, la figura cuando ganamos aquella final de torneo derrotando por 4-3 a Delio Panizza en Villa Clara.
- Cuando te retiraste de la primera división ¿sentiste que tenías cuerda para seguir?
- Cuando uno llega a una cierta edad empieza a pensar en otras cosas, porque ya tenía 36 años, me había casado y tenía hijos chicos. Entonces decidí dejar de jugar para dedicarme a dirigir en las inferiores. Creamos el fútbol infantil de ADEV con Roque, Pedro Barreto y Mario Torres. Gracias a Dios logramos hacer excelentes jugadores y armamos grandes equipos. Por ejemplo las mejores categorías que tuve y creo que de la historia de ADEV fueron la 84 y la 85, ya que ambas jugaban un fútbol de excepción. Con la 85 cual salimos campeones 5 años consecutivos y con la 84 lo hicimos durante 4 años seguidos. Con la 84 jugamos el Campeonato Entrerriano del cual participaron 56 equipos y perdimos en las semifinales. Con la categoría 90 de ADEV jugamos tres finales, pero con la mala suerte de perderlas a las tres, una en Gualeguaychú, otra en Gualeguay y la restante en Paraná. Pero con la 94 salimos Campeones Entrerrianos y al año siguiente perdimos la final contra Salto Grande (Concordia) por 1 a 0. Quiero destacar que la 94 estuvo 8 años invicta en Villaguay, un récord que creo aún no ha sido batido. Me gustaría agradecer a Claudia Bruchí, quien ha sido un baluarte en la subcomisión del fútbol infantil de ADEV, acompañando en las buenas y en las malas, como así también a Hugo Medina. Es para destacar el trabajo de Roque Barreto, Jorge Ojeda y José Méndez. Además, tuve la suerte de dirigir la Selección Juvenil de la Liga cuando el presidente era “Juancho” Duré.
- ¿Podés explicar lo que sentís por ADEV?
- Al club ADEV lo llevo bien adentro de mi corazón, como si fuera mi segunda casa, es otra familia, nací ahí, me crié en esa institución y voy a morir ahí, si Dios lo permite va a ser mi último lugar. No lo puedo explicar, siento un amor muy grande por esa entidad. Además, tengo la gran satisfacción de que después de haber jugado toda la vida con la camiseta azul y dirigir en el fútbol infantil, mis hijos menores Ezequiel y Nicolás también recorrieron todas las inferiores hasta llegar a integrar la primera división, siendo figuras del equipo y consagrándose campeones.