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“SALÍAMOS DE LA ESCUELA URQUIZA Y NOS VENÍAMOS CORRIENDO HASTA LA CANCHA DE BARRIO PARA LA PRÁCTICA”

Tico Verón flanqueado por Pedro Damián Monzón y Luis Chito Abdeneve

Desde adentro de una cancha de fútbol, Miguel Ángel Verón supo demostrar su valor con la camiseta de varios equipos y de la misma manera, cosechó una innumerable cantidad de amigos fuera de ella. Los clubes Barrio Sud, Policial y Central Independiente lo tuvieron como jugador en el fútbol departamental mientras que Obras Sanitarias, Talleres, La Económica, Simón Bolívar, Los Nonos y El Batacazo lo contaron en sus filas durante los tradicionales campeonatos de los barrios. Permaneció en primera desde los 15 hasta los 42 años y hoy con 64, “Tico” todavía juega en superveteranos defendiendo la casaca de Barrio Sud. EL PUEBLO lo entrevistó de esta manera.


- ¿En qué barrio naciste y en qué potrerito jugabas durante tu infancia? 

Nací en el populoso barrio Crispín Velázquez, atrás de donde es hoy el Hogar de Ancianos. El lugar preferido durante mis primeros años con la pelota fue la “cancha de polo”, ahí nacimos muchos jugadores que después nos encontramos en distintas instituciones como compañeros o rivales. Ahí fue el origen de un recordado equipo de Santa Rosa, con verdaderos cracks como el arquero Molina, los hermanos “Negro” y “Carao” Rubio, los Hidalgo, los Koch, “Papi” Maldonado, “Piojillo” Monzón, “Manengo” Ferreyra, “Tukina” Monzón y “Juancho Peka” Invernise. Después se hizo el barrio y de ahí salieron “Tano” Luggrén y Luis “Chito” Abdeneve. Otra de mis canchas era la del barrio Buen Pastor, lugar de Villaguay al que siempre llevo muy adentro de mi corazón. 

Uno de los equipos de Barrio Sud en la década del 70´, Tico Verón, el 1° abajo desde la derecha 
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¿Y a nivel clubes como arrancaste? 

En 1968, “Pepe” Carmona me sacó de la “cancha de polo” para llevarme a los Juegos Evita, donde compartí equipo con Darío Rovetta, Daniel Leiva, “Toti” Antivero, “Cachito” Lazzari y Carlitos Duré, entre otros. Luego “Pepe” ya me fichó en Barrio Sud, donde jugué en 4°, reserva y primera de la entidad rojinegra. En ese tiempo, el alma mater de las divisiones inferiores de Barrio era don Alonso, quien durante muchos tuvo una disquería muy conocida en Villaguay sobre calle Rivadavia al lado del Círculo Católico, que se llamaba “Casa Rodolfo”. Jugué en 4° y luego unos pocos partidos en reserva, donde nos dirigía “Licho” Carmona, para luego con 15 años debutar en primera división. Tenía un susto bárbaro porque a mi lado había verdaderos maestros del fútbol de aquella época como “Churi” Zabala, “Lito” Michelena, “Tatín” Carricaburo, “Lalo” Estigarribia y Jorge Zapata. También había dos pibes que eran compañeros míos en Escuela Urquiza: “Turco” Arrieta y el “Negro” Pesoa, dos punteros increíbles de los cuales aprendí mucho, pero a quien más admiré y trataba de copiarle cosas era a “Pirulo” Ribas. Cuando llegué a la primera fue uno de los momentos más difíciles que me tocó vivir en el fútbol porque era una hora de táctica y estrategia de jugadas a puro pizarrón por parte del DT “Chero” Fernández y yo era muy chico todavía y no estaba acostumbrado a eso, quería ir, entrar a la cancha y jugar. 


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También practicaste atletismo y te sirvió para mejorar en el fútbol. 

Sí, un hermoso deporte que practiqué en mi etapa de la escuela y al cual le debo haber desarrollado mi velocidad porque yo comencé jugando de puntero izquierdo y junto a Darío Rovetta hacíamos 11 segundos en la prueba de 100 metros compitiendo en los intercolegiales. Una de mis grandes virtudes era que corría muy fuerte con la pelota en los pies, entonces el arma predilecta del técnico conmigo era hacerme desbordar, ya que al ser rápido, me escapaba de los defensores y me entendía muy bien con “Churi” Zabala, quien jugaba maravillosamente bien de espaldas al arco y aguantando la carga de la defensa contraria. Me metía pelotas bárbaras, realmente me cansé de hacer goles al lado del “Churi”. Tenía un estado físico impecable, junto a “Panchito” García y los otros chicos, salíamos de la Escuela Urquiza a las 7 de la tarde y nos veníamos corriendo hasta la cancha de Barrio para la práctica, donde el profesor Juan Méndez nos entrenaba y luego a las 23 hs, cuando terminaba, nos volvíamos algunas veces trotando y otras caminando. 


¿Cómo se dio tu pase al Club Policial? 

A los 20 años, en el año 1977, ingresé a la Policía, primero como agente y 6 años después realicé la carrera de oficial. En 1978 me dieron el pase para jugar en Policial. A Barrio Sud fueron los dos hermanos Alarcón, los dos Robles y diez pares de zapatos de fútbol por mi transferencia. Anduve bien en Policial, durante los primeros tiempos lo tenía a Víctor Velázquez de “número 7”, a Rubén “Linterna” Ojeda de “9” y yo de “11”. Policial tuvo muy buenos equipos, primero estaba en la “B”, pero hicimos una gran campaña y ascendimos a la “A”. Y jugué de “2” en Policial, porque yo en Barrio ya había jugado como marcador central, porque “Juancho” Portillo me había hecho debutar de “2” en el año 1976, cuando “Panchito” García se tuvo que ir al servicio militar. Me decía el director técnico que me eligió por la técnica, la velocidad y el tiempo que me tomaba para llegar a la pelota antes que los jugadores contrarios. Tenía excelentes compañeros de zaga como Ricardo Álvarez, Leo Estigarribia, Darío Bérgamo, “Tito” Luna y atajaba Jorge Zapata. 

Después se produjo tu transferencia a Central Independiente. 

Sí, un día vino don Ángel Figueroa a la jefatura porque estaba gestionando los permisos para poner su fábrica y me invitó para jugar en Central Independiente. Varios jugadores barriosuristas aceptaron y se formó un equipo muy competitivo: Darío Rovetta (que era jugador y director técnico), Aldo Hualde, el “Negro” y Mario Álvarez, Luis Forsatti, los hermanos Barzán, “Camello” Fogel, Cuder (el papá de Walter), Dino Morandi, “Canone” Pérez. Jugué más de diez años en Independiente, donde también logramos el ascenso luego de obtener el título, venciendo nada menos que a Libertad en Villa Domínguez por 3-2. Estuve en Independiente hasta los 40 años y después me pasé a veteranos donde jugué durante una temporada. Después, con 41 años, me habló Jorge López, un tremendo jugador y un gran amigo, quien quería que vistiéramos juntos la camiseta de Libertad. Entonces estuve un año en el “Lobo”, hasta que a los 42 años me retiré del fútbol de primera y retorné a los veteranos.

¿Cómo fue tu campaña en el fútbol de los barrios? 

Debuté con 16 años en Obras Sanitarias y tuvimos la suerte de salir campeones. Nos dirigía el “Turco” Abdeneve (papá del “Chito”) y teníamos un muy buen plantel: Atajaba “Josengo” Ribas, los dos centrales eran Fausto Cáceres y Osvaldo Beltrame, además jugaban “Cacho” Almeida, “Pato” Verón, Godoy, entre otros. Después jugué cinco años en Talleres, de los cuales en tres nos consagramos campeones. También vestí la casaca de La Económica y Simón Bolívar, junto a los hermanos Duré y los Declerq, después integré el equipo de Los Nonos, con “Pirulo” Colonessi y “Pelusa” Blanco. Y a los 42 años salimos campeones con El Batacazo, el equipo de “Pepe” Carmona, al cual fuimos juntos a jugar con Luis “Chito” Abdeneve. Ese fue mi último paso por el campeonato de los barrios.

En veteranos viviste los grandes duelos entre Barrio Sud “A” vs Barrio Sud “B”. 

Sí, por supuesto, era un partido “picante”, con una rivalidad a muerte, nos sacábamos las astillas cada vez que nos encontrábamos dentro la cancha. Barrio “A” (donde jugaba yo) era dirigido por Ricardo Álvarez y Barrio “B” tenía como DT al “Churi” Zabala. Después, a los 47 años, me fui a los superveteranos de Barrio Sud pero como eran muchos jugadores se decidió armar otro equipo, entonces junto a “Clavito” Rodríguez, “Polaco” y el “Negro” Moriggia formamos lo que fue en principio Serafina Fernández, que después se convirtió en P71, como sabemos uno de los mejores equipos de la categoría durante varios años, obteniendo títulos además del respeto y reconocimiento por parte de todos los equipos. Después volví a Barrio Sud, donde se formó un excelente grupo humano con muy buenos jugadores y trato de seguir pateando la pelota. Ganamos el último campeonato que se hizo a principios de la temporada 2020, el torneo Aniversario de Salud Pública.

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