Seguinos en Facebook Seguinos en Instagram Seguinos en Threads Seguinos en TikTok Seguinos en Bluesky Escribinos por whatsapp Escribinos por Telegram

Manuel Serrano: "VIVIMOS ESE TRIUNFO CON UNA ADRENALINA TREMENDA, COMO SI HUBIÉRAMOS LOGRADO EL TÍTULO"

El Pato Gasparini y Manuel Serrano.

Manuel Esteban Serrano tuvo una destacada trayectoria como arquero en el fútbol profesional. Defendió las vallas de Racing de Córdoba, Platense, Huracán, Instituto y Belgrano entre otros equipos, demostrando sus excepcionales condiciones, que le permitían “volar de palo a palo” con notable facilidad. Jugó 345 partidos en primera división de AFA. EL PUEBLO charló con él en exclusiva. La carrera de “Manolo” fue tan extensa que necesitamos dividirla en dos partes. Hoy publicamos la 1° de ellas.


- ¿Dónde naciste, a qué se dedicaban tus padres y cómo arrancaste en el fútbol?

- Nací en San Luis pero a los 2 años, por razones laborales de mi papá, nos fuimos a vivir a Córdoba. Mi mamá era ama de casa, hacía pan casero y empanadas que vendíamos. Mi padre era albañil pero también vendía leña, que llevábamos a los hornos de ladrillos y a las panaderías. Trabajé con él hasta los 14 años. También laburé en un taller mecánico y con un plomero, pero yo quería ser jugador. Con respecto al fútbol, integraba el equipo infantil del barrio que se llamaba América y a los 10 años un vecino nos llevó a mí y a mi hermano Aldo a Huracán de Córdoba. En las inferiores de ese club jugamos juntos con José Luis Cucciuffo, integrante de Argentina Campeón del Mundo en el 86, la “Coneja” Baldassi, un muy reconocido árbitro internacional y Mario Ballarino (San Lorenzo y Talleres de Córdoba). Como a los 15 años ya me había ido de casa, me quedé a vivir en Huracán y dormía en unas piecitas que estaban debajo de la tribuna. 



.
- ¿Fuiste derecho para el arco o también jugaste en otra posición?

- De chiquito en el barrio atajaba y jugaba como centro delantero. En Huracán tenía un compañero, “La Pantera” Tonkovich, con quien nos turnábamos, yo iba al arco en el primer tiempo y él jugaba de “9”, pero me ponía loco si me hacían un gol, así que en la segunda etapa invertíamos las posiciones. En otra oportunidad, me tocó jugar de “6” y lo hice sin problemas. Hasta que a los 15 años, hubo una limpieza en el plantel superior y nos iban a subir a varios juveniles a entrenar con la primera, entonces un reconocido dirigente de Huracán, “Turi” Quinteros, me dijo que decida de qué quería jugar. Si elegía ser arquero, iba a poder pelear por el puesto y un año más tarde debuté en la primera.


- ¿Cómo siguió tu carrera luego de Huracán de Córdoba?

- A los 19 años me querían Instituto y Belgrano pero los dirigentes de Racing de Córdoba me secuestraron prácticamente (risas), porque me llevaron a Carlos Paz donde me tuvieron dos días encerrado para que no me hable nadie y así firmé para Racing a cambio de dos jugadores de Huracán. Siempre le voy a estar agradecido a Pedro Marchetta, ya que fue el que recomendó comprarme. Pedro me condujo en los comienzos de la carrera, fue un excelente entrenador y se portó como un padre para mí. En Racing me encontré con un fantástico grupo de jugadores: Del Mul, Noriega, Coloccini, Quiñones, “Pato” Gasparini, Oyola, Bravo. La “Araña” Amuchástegui ya se había ido a River. Para mí significó un salto muy grande, porque de vivir abajo de la tribuna pasé a concentrar en los mejores hoteles. Además, de entrenar con pocas pelotas y con la ropa justa a trabajar en forma profesional. Pasé momentos muy lindos en Racing, estuve 3 años, desde el 84´ al 87´ y jugué más de cien partidos. Algo inolvidable fue cuando ganamos el PRODE, nos tocó jugar el último partido de la fecha el domingo por la noche (televisado) contra Ferro, en cancha de Instituto porque la de Racing aún no tenía luz. Inclusive se hizo un documental que está en Flow y ganó el 1° premio en Dinamarca para representar a nuestro país en Barcelona. Ferro tenía un equipazo, dirigido por Timoteo Griguol que venía de vencer a River en el Monumental por 3-0. Era muy difícil para nosotros, pero estábamos iluminados esa noche y se nos dio. Igualmente hicimos un gran torneo y terminamos en el 2° puesto (invictos de local), detrás de Argentinos Juniors que salió campeón. Ganábamos 1- 0 con un golazo del “Pato” Gasparini (quien le hizo un sombrero a Fantaguzzi y la clavó en un ángulo), luego nos empató Héctor Cuper de tiro libre. Habíamos acertado los 12 puntos y dependía de nosotros en el último partido para ganar el PRODE, que tenía en ese momento un pozo de 10 millones de pesos. Gracias a Dios pudimos concretar el segundo gol, ganamos 2 a 1 y vivimos ese triunfo con una adrenalina tremenda, como si hubiéramos logrado el título. 


.
- ¿De qué manera continuó tu vida deportiva después de Racing?

- Fui a Gimnasia y Tiro de Salta a préstamo, junto a Richard Tavares (quien luego pasó a Boca), Atilio Oyola y Federico Barrios (Huracán de Parque Patricios). Mientras que Víctor Giménez y Víctor Ferreyra fueron a Juventud Antoniana de Salta y otros compañeros a Central Córdoba (Rosario). Fueron 3 meses y cuando volví, me salió la chance de ir a Platense, porque me había pedido José Manuel Ramos Delgado. En el “Calamar” compartí equipo con grandes jugadores: Alfaro Moreno, Claudio Spontón, Néstor De Vicente, Ariel Boldrini, Daniel Cravero, Marcelo Espina, Darío Scotto, Luis Pereyra, Guillermo Rodríguez, Gustavo Jones, Ariel Orellano, Javier Baena, Felipe Bellini, Jorge Ávalos, entre otros. Estuve 5 años en Platense y se formó un grupo humano tan espectacular que nos seguimos juntando a comer al menos una vez cada dos meses, ahora no lo podemos hacer por la pandemia. En varios torneos nos tocó pelear el descenso hasta los últimos 2 o 3 partidos y siempre nos salvábamos, pero después consolidamos un rendimiento y ya no sufríamos tanto.


- ¿Cómo llegó el pase a Huracán y posteriormente a Belgrano?
- Se dio una situación fea porque estuve un año sin contrato y si se cumplía uno más iba a quedar libre. Yo ya tenía familia y el mínimo era muy poco, entonces llegamos a un arreglo para comprarme el pase. Salió una chance de ir a River, yo no tenía representante y hablé con los dirigentes. Todo parecía bien encaminado pero algo sucedió y no se dio el pase. Si hubiera tenido un representante seguro que firmaba un precontrato y listo. Entonces hablé con Hugo Issa y me llevó a Huracán. “El Globito” tenía un gran plantel repleto de figuras: “Pipi” Váttimos, Pedro Monzón, Hugo Corbalán, “Teté” Quiroz, Huguito Morales, Walter Pelletti, el colombiano Jorge Cruz, el “Loco” Dalla Líbera. Los entrenadores eran Enzo Trossero y Ariel Villaverde. Arrancamos bien, ganamos 4 o 5 partidos seguidos y veníamos punteros. Faltando 2 fechas estábamos segundos y perdimos contra Estudiantes en un partido bastante raro, en el cual me expulsaron. Fue una campaña excelente ya que finalizamos en el 3° puesto detrás de San Lorenzo. En la última fecha nos tocó visitar a Belgrano en Córdoba y le ganamos 3 - 1. En una entrevista dije que me gustaría jugar en Belgrano. Entonces, cuando terminó el torneo me hablaron del “Pirata”, por lo cual rescindí contrato en Huracán (no me querían dejar ir) y me fui a Belgrano. Analizando tras el paso del tiempo, tomé una decisión equivocada, porque no salió como lo tenía pensado. Estaba Cancelarich como arquero titular y lo habían comprado a Bossio a Las Palmas de Córdoba (donde surgió Olave). El DT era el “Nano” Areán y tuve muy buenos compañeros como “Luifa” Artime, el “Perro” Albarello, Rosané, el uruguayo Sosa. 



- No siempre las cosas salen como uno las planea ¿se pudo subsanar el error?

- Sí, cuando terminó la temporada pasé a Instituto. Anduve muy bien, fui titular durante todo el torneo. La única macana fue que a causa de una expulsión contra Arsenal, el DT Jorge Ginarte no me puso en la final por el ascenso contra Talleres. Empatamos 1-1 el partido de ida, luego nos ganaron 2-0 el segundo y ascendieron ellos. Teníamos un muy buen equipo: Diego Klimowitz (que después fue vendido a Alemania), “Lora” Oliva, “Rulo” González, Federico Bessone y Claudio Becaceci, entre otros.

Publicidad