HOMICIDIOS INTRAFAMILIARES, UN CUARTO DE LOS HECHOS DE 2020


Homicidios entre familiares, un cuarto de los ocurridos en 2020. Durante 2020 hubo 49 personas que fueron asesinadas en Entre Ríos, y por todos los casos hubo 61 personas imputadas.
 
El panorama general de la estadística evidencia, primero, que en casi todos los hechos las víctimas y los victimarios se conocían previamente (muchos incluso fueron entre familiares o parejas); segundo, que la gran mayoría de casos se concentran en Paraná y Concordia. Las medidas de aislamiento social por la pandemia marcaron un período en el cual hubo pocos casos, lo cual se refleja que en total hubo 17 muertes menos que en 2019. Casi todos los casos están esclarecidos o con personas imputadas sobre quienes la Justicia deberá resolver si son culpables. Se trata de un nivel de hechos y de esclarecimiento superior al de otras provincias, como Santa fe y Buenos Aires. Para el jefe de la División Homicidios, Horacio Blasón, esto sucede “gracias a la colaboración de todas la áreas de la Policía”.





Según los datos oficiales proporcionados por el área de Planeamiento de la Policía provincial, se observa que en cuanto a las ciudades y departamentos donde se produjeron más crímenes, se mantienen las dos más pobladas de la provincia, pero se invirtió el lugar de cada una respecto a 2019. Mientras en 2020 Paraná tuvo 23 homicidios, en Concordia se registraron 11. En cambio, el año anterior hubo en la Capital del citrus 29 muertes violentas (con una tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes que triplicó la nacional), y en la capital provincial 18. Les siguen el Departamento Federación con cinco homicidios ocurridos el año pasado, y Gualeguaychú con dos. El resto de los casos están distribuidos en los distintos distritos, en tanto que hubo ocho departamentos en los que no sucedieron homicidios.

En cuanto a la edad de las personas involucradas en asesinatos, según el relevamiento de UNO sobre cada caso, el promedio se ubica en la franja de adultos jóvenes. El de las 49 víctimas es de 34 años, y la edad de los 61 acusados promedia los 30. Como se trata de un cálculo, no significa que la mayoría de las personas tenían esas edades, por el contrario se observa, por ejemplo, que casi la mitad de las víctimas tenía menos de 30 años.

También se destaca que de las 61 personas que fueron acusadas de tener algún tipo de participación en homicidios, cinco son menores de edad, de 16 y 17 años. Es decir, un 8% del total. Pero además, se observa que en todos los casos fueron crímenes entre personas con algún vínculo, o donde los menores estaban acompañados por mayores de edad que también participaron de los delitos.

Del total de víctimas, hubo 40 varones y nueve mujeres. De estas, seis se trataron de femicidios, es decir fueron asesinadas en contextos de violencia de género, según las imputaciones efectuadas por la Fiscalía. Cabe remarcar que uno de esos casos (el de Julieta Riera) está en discusión en la causa si fue una muerte accidental o intencional. Además, a esos seis podría sumarse la muerte de una joven de la zona rural de Villaguay que murió calcinada en una casilla por un incendio accidental, pero sin poder escapar por haber sido encerrada por su pareja.

Sobre los imputados de homicidios, la diferencia es mayor: 55 varones y cinco mujeres. Dos de ellas están implicadas en un hecho, y dos están acusadas de causar las muertes de sus parejas.

Otro dato relevante es respecto de los distintos medios utilizados para cometer asesinatos. Este año, a diferencia de los anteriores, los homicidios perpetrados con armas blancas fueron bastante superiores a aquellos en que se dispararon armas de fuego. En 2020 hubo 22 personas que murieron apuñaladas, y 14 por balazos. En tanto, seis fallecieron por golpes, y el resto por otros medios.

Por último, del relevamiento estadístico de UNO, sobresale otro dato que podría explicarse, entre otras razones, por el período de confinamiento: de los 49 asesinatos, 13 fueron cometidos por personas con vínculo familiar con las víctimas: seis femicidios, dos parricidios (hijos que mataron a sus padres), tres fratricidios (entre hermanos y hermanas) y dos de mujeres a sus parejas. Se trata de un cuarto del total de homicidios.

Además, hubo tres asesinatos en ocasión de robo: el del ingeniero Pascual Viollaz en Villa Elisa, el de la docente Teresita Galli en Concordia, y también en esta ciudad el del joven Nicolás Cáceres.

Cooperación y experiencia

Al analizar el año 2020, Blasón dijo a UNO: “Lo destacable es que la mayoría son delitos que se cometen entre personas conocidas, en Paraná no tuvimos homicidios en ocasión de robo, que es un indicativo de la inseguridad, pero todos los hechos tienen la particularidad de que son personas que se conocen. Empezamos con el femicidio de Fátima, después el de Riera que se va a definir en el juicio”.

“Todos los hechos son distintos, tenemos algunos que se esclarecen rápido, porque son personas que se conocen. El de Milton Luna con Carlos Caminos fue un hecho muy difícil de esclarecer porque sucedió en un descampado, sin testigos presenciales, pero por la experiencia que cuentan los investigadores se pudo resolver, y también por el apoyo de Inteligencia Criminal, Criminalística y las comisarías de Paraná que cooperan muchísimo en estos delitos”, destacó Blasón.

Hay un caso que podría considerarse no esclarecido. Se trata de la muerte del joven Gastón Schvintt que falleció calcinado en su auto en Viale. Al respecto, el jefe de Homicidios aseguró: “La autopsia no pudo determinar si la causal de la muerte fue el incendio u otra cosa, esperamos el resultado de la autopsia, de Criminalística, no se hallaron elementos adentro del vehículo de lo que pudo haber propiciado el incendio. Son los elementos que se necesitan, sin perjuicio de que investigamos siempre la posibilidad del homicidio, pero para dar base a la acusación necesitamos precisión de que hubo un delito. De las importantes pericias no se hallaron elementos que digan que hubo un delito”. Y agregó que “todos los hechos están esclarecidos, en todos se individualizó a los autores, o las personas que tuvieron relación a cada hecho”.

En este sentido, Blasón subrayó “el trabajo de cooperación en la Policía de Entre Ríos, es destacable en comparación con todas las otras policías, y es lo que ha llevado a resultados exitosos en las investigaciones”. Asimismo, dijo que la cantidad de crímenes va fluctuando cada año, pero “los números son bajos en comparación a otras provincias”.

En 2020 sucedió un hecho de características casi inéditas en Paraná: el triple homicidio del barrio Los Paraísos, perpetrado con el sello del narcotráfico. Si bien hubo anteriormente varios crímenes cometidos por sicarios, llamó la atención en este caso no sólo la cantidad de víctimas sino también el accionar profesional de los asesinos.

“Es muy cautelosa la investigación porque son personas muy peligrosas. Contamos con todo el apoyo del jefe y la plana mayor a disposición para colaborar en estos hechos, y hay buena comunicación y relación entre jefes de área, vamos todos por el mismo camino. Es destacable que un jefe comisaría llame para aportar información”, destacó Blasón.

La causa tiene a una persona detenida con prisión preventiva en la Unidad Penal 1, imputada por el fiscal Martín Wasinger de ser el conductor de la moto en la que iba la persona que disparó a las víctimas. Hay dos hipótesis principales, ambas relacionadas a un ajuste de cuentas por narcotráfico. Si bien es un hecho de difícil esclarecimiento, una de las cosas que más perjudicó la investigación fue la falta de colaboración por parte de las familias de los fallecidos. Principalmente del sobreviviente, Víctor Hugo Barretto, quien nunca declaró nada y a los dos días del hecho se fue de Paraná.

Además, Blasón refirió que el caso “está en plena etapa de investigación, ha avanzado muchísimo, con una persona en el penal. Y no debemos confundir que el auto haya sido robado en Rosario con que los homicidas sean de Rosario. Los delincuentes se relacionan entre ellos, es una hipótesis pero no la fundamental”.

La División Homicidios cuenta con dos efectivos. “Hay tres guardias, con un oficial y un chofer y dos grupos de calle. “El oficial con el chofer están las 24 horas en la División, atendiendo todo, van al hospital a cada rato cuando hay heridos. Los grupos de calle se encargan de investigar delitos, son oficiales con experiencia y están acompañados por un comisario principal. Después estamos el jefe y segundo jefe (Miguel Delavalle). Nosotros comandamos, estamos con ellos en los allanamientos, ellos van tirando todas las ideas y las decisiones las tomamos nosotros. Es fantástico trabajar así con grupos de mucha experiencia”, afirmó Blasón.

Además, el jefe de la División destacó que “hay un jefe de grupo que se recibió de abogado el año pasado, entró de agente, viene de una familia muy humilde, con mucha experiencia en entrevistar personas, en la cuestión legal no le va a errar nunca. Todos se van especializando, son profesionales”. (Fuente: Uno Entre Ríos)

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